Artículo de Tim Morse para la web musical "Mix Online" en el que se desvelan todos los secretos sobre el proceso de grabación de la que es probablemente la canción más famosa de Supertramp, "The logical song".

"Cuando yo era joven, parecía que la vida era maravillosa". Esa es la memorable frase inicial de The Logical Song, una oda de Supertramp a las diversiones olvidadas de la vida, personificada en la banda británica en sólo 4 minutos. Sobre un insistente ritmo de piano eléctrico, Roger Hodgson cantaba con su peculiar voz de alto tenor mientras proponía a los oyentes que volviesen a evaluar su forma de ver la vida.
 
La transparente producción de la canción fue casi tan importante como su composición, sus arreglos y su interpretación. Supertramp, igual que Pink Floyd, era conocido como un grupo "audiófilo", y publicaba discos que los vendedores usaban para comprobar equipos estéreos y los jóvenes ponían para alardear de los altavoces de sus coches. Su mezcla de música pop progresiva fue el complemento perfecto para el clima musical de finales de los 70 y principios de los 80.
 
El origen de Supertramp tuvo lugar de una forma poco habitual: un millonario suizo aficionado a la música, Stanley August Miesegaes, accedió a financiar al teclista y vocalista Rick Davies para formar un grupo. Davies organizó audiciones para reclutar a los músicos adecuados y pronto se quedó con Richard Palmer (guitarra), Bob Miller (batería) y Roger Hodgson (voz y bajo).
 
El grupo se llamó originalmente Daddy, hasta que Palmer les convenció para que cambiasen ese nombre por el de Supertramp, basándose en el libro de 1910 "Autobiografía de un supervagabundo" de R.H. Davies. Hodgson y Davies se convirtieron rápidamente en las fuerzas creativas de la banda, y accedieron a repartirse los royalties sobre la composición de las canciones a partes iguales, al estilo Lennon-McCartney.
 
Los dos primeros discos del grupo, Supertramp (1970) e Indelibly Stamped (1971), contenían la proliferación de solos habitual de la época y pasaron desapercibidos. Después de la publicacion de Indelibly Stamped, Miesegaes decidió desvincularse y cortó su relación con el grupo. Por entonces, Palmer y Miller ya se habían marchado y habían sido sustituidos por Kevin Currie (batería), Frank Farrell (bajo; Hodgson se había pasado a la guitarra y los teclados) y Dave Winthrop (saxofón).
 
Sin ningún apoyo económico, la banda empezó a pagar sus deudas y a debatirse entre la miseria y los conciertos desastrosos. De hecho, la cosa se puso tan mal que Farrell, Winthrop y Currie dejaron el grupo, entrando en su lugar Dougie Thomson (bajo), Bob Siebenberg (bateria) y John Helliwell (instrumentos de viento). Esta formación demostró ser más estable, y el sonido de Supertramp empezó a cambiar, debido a la necesidad, hacia una música pop más comercial.
 
El siguiente álbum del grupo, Crime Of The Century, fue todo un éxito y contenía los singles Dreamer y Bloody Well Right. Además, el sonido de la banda fue transformado por el productor Ken Scott y el ingeniero de sonido en los conciertos Russel Pope al estilo exuberante pero preciso que les hizo famosos.
 
Crime Of The Century también dio comienzo a un intenso ciclo de trabajo para Supertramp, consistente en pasarse varios meses preparando obras maestras en el estudio para después embarcarse en enormes giras por todo el mundo. Sin embargo, los siguientes discos, Crisis What Crisis? y Even In The Quietest Moments, no tuvieron tanto éxito artístico ni comercial como Crime Of The Century. Después de la larga gira del Even In The Quietest Moments, el cansado grupo accedió a tomarse un merecido descanso antes de ponerse a trabajar en el siguiente proyecto.
 
The Logical Song fue compuesta por Hodgson durante este período y, según relata, para él tiene una letra muy especial. "No puedes ponerte a predicar ante la gente, pero puedes estimular su pensamiento, y creo que eso es lo que hace esta canción. Odio utilizar la palabra 'mensaje', aunque la idea es que durante la infancia te dicen muchas cosas pero nunca quién eres realmente: no te dicen nada sobre ti mismo. O raras veces lo hacen. Nos enseñan a guardar las apariencias, pero no nos dicen cómo somos interiormente, eso nadie nos lo explica".
 
Cuando Supertramp se reagrupó, se decidió que ensayarían y harían una maqueta del álbum con un equipo de grabación portátil en Burbank (California), donde solían ensayar. Trabajaron los arreglos y grabaron las canciones sobre 8 pistas, e incluso determinaron el orden de las mismas en el disco. Después de hacer la maqueta del álbum, se trasladaron a The Village Recorder para empezar las grabaciones reales.
 
Las sesiones tuvieron lugar en el Estudio B, donde había una consola Harrison y dos equipos Ampex 1200 de 24 pistas. El procedimiento habitual era grabar el acompañamiento, pasar de 10 pistas de batería en el primer equipo a 4 en el segundo, y así sucesivamente, eliminando algunas pistas de acompañamiento hasta que llegase el momento de hacer las mezclas.
 
Sorprendentemente, el acompañamiento consistía en bastantes instrumentos: piano eléctrico Wurlitzer, batería, bajo, saxofón y teclado Clavinet (posteriormente eliminado en las mezclas). Según recuerda el productor e ingeniero Peter Henderson, "Intentábamos obtener interpretaciones a partir del acompañamiento, así que añadíamos todo lo que podíamos y después siempre nos quedábamos con el teclado principal, el bajo y la batería, sustituyendo lo que fuera necesario. En este caso en concreto, el solo de saxo se incluyó por completo junto al acompañamiento, y la voz de la sección final también".
 
Hodgson tocaba el Wurlitzer. La señal fue recogida digitalmente y descompuesta a través de un pedal Boss para darle ese sonido mitad firme y mitad modulado. Helliwell recuerda la parte del piano eléctrico como un buen ejemplo del estilo de Hodgson: "Le llamábamos 'manos de martillo', porque tiene unas manos muy grandes y realmente aporrea las teclas. Roger no ha recibido jamás clases de piano, y no le importa la técnica ni nada de eso; se limita a conseguir el sonido que quiere".
 
Las cuerdas sintetizadas fueron una combinación de un Oberheim 4 (para el sonido bajo del violonchelo) y un Elke Rhapsody, también filtradas por el pedal Boss en sus partes más altas. El órgano Hammond fue captado por dos micrófonos Neumann U47s en la parte superior y uno en la inferior, después comprimidos con dos UREI 1176s.
 
La parte del arpegio de guitarra se grabó en 2 pistas, combinando una Guild de 12 cuerdas con dos Les Paul eléctricas alimentadas por Leslies. Las guitarras eléctricas fueron recogidas con un micrófono Neumann U87s. El bajo se captó de forma totalmente digital, con un gran número de ecualizadores. Henderson recuerda que Thomson "solía interpretar un sonido de cuerdas determinado, y el Harrison le daba un sonido muy curioso a los bajos, incluso aunque el sistema de ecualización no era muy bueno. Probablemente tenia +12 decibelios en 100 y 200. El bajo tenia unos picos terribles y también fue filtrado a través de un 1176".
 
El saxofón se grabó con un micrófono inglés STC 4038, y un U87 a un par de pies de distancia para completar el sonido. Ya que grababan el acompañamiento en directo, había problemas con la inclusión del saxofón. Según relata Henderson, "por entonces solo había una cabina en The Village, y Roger estaba cantando dentro de ella, así que tuvimos que grabar a John en el cuarto de baño. El se quejaba mucho por aquello, pero yo creo que en realidad le encantaba estar allí".
 
La parte de percusión con la que comienza la canción fue un montaje que tuvo que ser ensamblado. Siebenberg tocaba unos platillos muy pequeños y unas castañuelas, y Helliwell aportó el sonido de respiración que se oye. En realidad, el principal escollo de esta parte del tema fue que Siebenberg necesitó tiempo para aprender a tocar correctamente las castañuelas.
 
El grupo se divirtió con la parte final de la canción, gracias a los sonidos del Clavinet (wah-wah), los timbales, un cencerro y un juego electrónico de fútbol de Mattel (que por supuesto se oye justo detrás del "di-di-digital"). El juego pertenecía a un ingeniero que trabajaba en otro estudio, sobre el que Henderson bromea diciendo que "todavía está esperando su cheque de royalties por su aportación".
 
Como era habitual en las grabaciones de finales de los 70, tardaron varios días en elegir la batería adecuada y afinarla. Siebenberg acabo tocando una Ludwig y usando Fiberskins. Henderson recuerda: "No estoy seguro de haber vuelto a utilizar alguna vez esa combinación de micrófonos. El de la caja era un KM84, el que Alan Parsons utilizaba por entonces. Consigue un sonido muy suave pero de gran calidad, y eso es lo que queríamos. El del pie era un 421 Sennheiser, y también usamos 84s y 451s, que ya no he vuelto a utilizar, pero creo que colaboraron al buen sonido del bombo".
 
Las voces principales fueron recogidas con un U47s, y grabadas también a través de un 1176. Henderson dice que por entonces solía usar un Fairchild para las voces, pero no había ninguno en The Village. Hace notar que las voces se hicieron sin ningún protector, muy cerca del micrófono, lo cual originó algún acople pero les dio el efecto de proximidad que estaban buscando.
 
Hodgson doblaba su voz con bastante frecuencia, y también solía hacer algunas voces armónicas de acompañamiento. La voz de Davies respondiéndole en parte de la canción fue grabada muy al final del proceso, según recuerda Henderson: "Eso no surgió hasta probablemente 7 meses después de iniciar las grabaciones. A Roger le gustó mucho, porque siempre estaba buscando algo que realzara la canción, y a Rick se le ocurrió esa idea".
 
Como suele suceder en cualquier proyecto con unas grabaciones tan largas, Supertramp se encontró con demasiadas opciones en la fase de mezclado del disco. Siebenberg lo recuerda: "El álbum iba sobre ruedas hasta que llegamos a las mezclas, donde nos encontramos el problema de quién iba a decidir cuál seria la mezcla definitiva del LP. Allí había demasiados cocineros para un solo plato. Nos tirábamos de los pelos porque no terminábamos de decidirnos".
 
Una cosa en la que sí estaban de acuerdo era que deberían mezclar el disco en otro sitio distinto a The Village. Según explica Henderson, "Después de 7 meses intentamos hacer las mezclas en The Village, y nos dimos cuenta de que el ecualizador Harrison tenía un sonido muy áspero, así que no podía realzarse nada sin que sonase demasiado electrónico. Decidimos irnos a Crystal, que tenía una mesa de mezclas más convencional. Y eso nos sirvió para despejarnos, pero cuando llevas trabajando con algo tanto tiempo es difícil, porque durante todos esos meses ya tenías el sonido en la cabeza y siempre intentabas volver a lo mismo. Nos volvíamos locos, y probablemente mezclamos cada canción 3 veces. En los últimos 3 días había mucha presión para que termináramos el álbum, y el último día volvimos a mezclar de nuevo 4 canciones, y estuvimos toda la noche haciendo las masterizaciones".
 
Las largas horas y el trabajo duro fueron recompensados. The Logical Song se convirtió en uno de los singles de la historia de A&M que triunfaron más rápidamente, y ayudó a impulsar al grupo hacia el estrellato. Llegó al número 6 en la lista de singles Billboard y hoy en día sigue siendo un tema básico en las emisoras de rock.
 
El álbum Breakfast In America marcó la culminación de la trayectoria de Supertramp, logrando 4 singles de éxito y vendiendo 18 millones de copias por todo el mundo. Siebenberg dice que no tenía ninguna duda sobre el éxito del disco: apostó 100 dólares con Davies a que llegaría a los 10 primeros puestos en las listas de álbumes. De hecho, fue numero 1 durante 6 semanas. Indudablemente, a Davies le encantó perder aquella apuesta. Sin embargo, enmarcó el billete en el que aparece Ben Franklin junto a una placa que decía "Mejor no te lo gastes, rata". El cuidadoso trabajo de ingeniería de Henderson fue reconocido con el merecido Grammy a la mejor producción en 1979.
 
Desafortunadamente, no todo siguió bien dentro del grupo. Las tensiones internas empezaron a aflorar durante la gira de ese año, y después de la siguiente, la del álbum Famous Last Words, Hodgson dejó la banda para emprender su carrera en solitario. Davies se quedó con el timón de Supertramp y el grupo ha seguido publicando discos y saliendo de gira, aunque jamás ha vuelto a alcanzar las altísimas cotas de la época 1978-1982.