Juan Lago y Abel Fuentes entrevistaron en exclusiva para THE LOGICAL WEB al belga Wim Daans, profesional del negocio de la música que desde el año 2008 ha sido el técnico de teclados y el responsable de producción durante todos los conciertos en solitario de Roger Hodgson.


TLW: ¿Cuándo y dónde naciste?

WIM: Nací el 27 de Noviembre de 1967 en Amberes (Bélgica).

TLW: ¿Cuáles fueron tus principales influencias musicales durante tus primeros años de vida? ¿Qué bandas te gustaban más por entonces?

WIM: Crecí con la música ‘new wave’ y el ‘synth pop’, gracias a grupos como Bauhaus, The Cure, Sisters of Mercy, Depeche Mode, OMD, Soft Cell, Gary Numan, The Jesus & Mary Chain, Joy Division...

TLW: ¿Cómo empezaste a interesarte por ese tipo de música?

WIM: La primera banda que me dejó alucinado fue probablemente Kraftwerk, cuando un amigo mío me puso a todo volumen una cinta de “The Robots” en su reproductor estéreo. Nunca había oído nada como eso, y desde entonces siempre he estado enamorado del sonido de los sintetizadores.

TLW: Ya por entonces tocabas los teclados… ¿Estudiaste algo relacionado con la música en tus comienzos? ¿Tocabas algún otro instrumento?

WIM: Aunque puede parecer increíble, en realidad soy flautista. Estuve asistiendo a una academia de música desde los 5 años hasta los 15. Después me interesé por la música ‘underground’ y ya no hubo marcha atrás.

TLW: ¿Cómo empezaste a tocar el sintetizador con algunas bandas de música electrónica de baile como Lords of Acid?

WIM: A los 17 años entré en mi primer grupo, The Arch, para encargarme del sintetizador. Acababa de comprarme de segunda mano mi primer teclado, un Roland Juno 60, gracias a lo que ahorré trabajando todo el verano. Enseguida firmamos un contrato y publicamos nuestro primer maxi-single un año más tarde. Luego toqué en varias bandas más antes de aterrizar en Lords of Acid, que es el mayor grupo con el que he tocado jamás. Vendimos más de un millón de discos y dimos muchos conciertos en los Estados Unidos. ¡Fue una época de locura!

TLW: A mediados de los años 90 empezaste una carrera en solitario con un proyecto de música ambiental llamado Karma de la Luna, con el que grabaste dos álbumes, “Travel Without Moving” y “A Masterplan For the Addict”… ¿Cómo te viste envuelto en ello?

WIM: Mi compañía de discos acababa de lanzar una nueva filial de música ambiental, Barramundi, y estaban buscando algunas canciones. Yo escuchaba mucha música de ese tipo, como los primeros KLF & The Orb, Future Sound of London, Brian Eno o William Orbit, y durante mi tiempo libre componía ese tipo de sonidos, así que aquello encajaba conmigo. La primera canción que publiqué funcionó muy bien, y enseguida me encontré preparando un álbum en solitario. Era estupendo poder hacer algo que era cien por cien mío por primera vez en mi vida.

TLW: Más adelante empezaste a trabajar en el aspecto técnico de la música… ¿A qué se debió ese cambio en tu carrera profesional?

WIM: Alrededor del año 2000 el negocio discográfico atravesó una gran crisis. La gente se descargaba música de forma ilegal, no había ingresos, las casas de discos fueron a la quiebra y los estudios de grabación cerraron sus puertas. Además de eso, Lords of Acid, que era un grupo administrado por una discográfica y también era mi principal fuente de ingresos, ya no recibía ofertas para tocar en directo y eso me dejaba sin trabajo como músico. Y mis discos en solitario estuvieron bien, pero no me proporcionaron ningún beneficio. Yo siempre he sido un músico muy ‘tecno’, y también he trabajado como técnico para otras bandas. Así que resultó bastante natural dedicarme a aquello que me daba trabajo. A veces tú no eliges tu propio camino, sino que la vida lo hace por ti.

TLW: Empezaste a trabajar con Roger Hodgson en 2008… ¿Cómo le conociste?

WIM: Desde 2001 estuve trabajando para “Night of the Proms”, que es una enorme producción de ‘pop’ y música orquestal que cada año invita a diferentes artistas y tiene lugar en varias ciudades. Creo que Roger participó en el festival en 2005. Quería tocar “Fool’s Overture”, y me pidieron que programase los sonidos de sintetizador para él. Supongo que le gustó lo que hice, porque al año siguiente me invitó a trabajar con él en los conciertos que hacía en formato de dúo. Desgraciadamente mi agenda estaba completa, y hasta el año 2008 no pude aceptar su oferta. Me alegro de que finalmente pudiéramos trabajar juntos, porque eso cambió mi vida.

TLW: ¿Qué pensaste cuando Roger te pidió que te unieras a él?

WIM: Para mí fue un gran honor, por supuesto. Todo lo que había hecho hasta entonces siempre había sido en mi propio país, e incluso Lords of Acid era un grupo belga que tuvo proyección a nivel internacional. Y de repente un artista legendario me pedía que trabajara para él durante una gira mundial, aunque al principio solo fueran algunos conciertos. Me encontraba realmente emocionado, y sentía que por fin había logrado llegar a alguna parte. Además me encantaban Roger y su música, así que fue como si un sueño se hiciera realidad.

TLW: ¿Recuerdas cómo fue tu primer concierto con Roger?

WIM: Fue en formato de dúo, en algún lugar de Alemania, y sinceramente no lo recuerdo demasiado bien. Pero los siguientes conciertos fueron los primeros que dio con banda, y se celebraron en Brasil. Jamás olvidaré aquella experiencia. No conocía a ningún miembro del grupo, nunca había estado en Sudamérica y ni siquiera sabía en qué consistía mi trabajo, aparte de ocuparme de los teclados de Roger. Su equipo de representantes me envió un billete de avión, y junto al ingeniero de sonido holandés cogí un vuelo sin saber qué me esperaba. Pero resultó ser genial, e hice muy buenas migas con los músicos. Estuvimos un par de días ensayando en un estudio de grabación y después dimos el primer concierto en un festival. Tal vez el sonido no fue perfecto, pero creo que lo sacamos adelante bastante bien. Desde aquel momento ya no dejamos de dar conciertos, y aquello se convirtió en una gira mundial sin fin.

TLW: ¿De qué concierto con Roger guardas un mejor recuerdo?

WIM: Es difícil quedarse con un único concierto memorable. Claro que ha habido altibajos, pero prácticamente cada actuación ha sido una experiencia única. Viajamos con muy poco equipaje y no llevamos con nosotros un equipo de producción completo, lo que significa que dependemos del equipo que alquilamos en cada lugar y trabajamos con técnicos locales. Siempre es un gran reto montar un concierto en esas condiciones tan exigentes, pero también es algo muy reconfortante. Al final no importa donde actuemos, porque Roger siempre ofrece un espectáculo increíble. Tiene ese gran talento para empatizar con el público y conectar con la gente, ya sea en un pequeño teatro con 200 personas, en un recinto de ‘rock’ o en un enorme festival al aire libre.

TLW: Volviendo al festival europeo “Night of the Proms”… ¿Cómo comenzaste a trabajar en él?

WIM: Yo estaba trabajando en una compañía de alquiler de equipos de sonido cuando les ofrecieron cubrir un puesto para un técnico de teclados. Y la empresa me pidió que me encargara de ello, dada mi experiencia tanto con los teclados como con la música clásica.

TLW: ¿Se trata del mayor evento musical en el que has trabajado?

WIM: Es, desde luego, la mayor producción a nivel de gira en la que he trabajado, pero también he participado en otras producciones más grandes con una ubicación fija como “Tomorrowland”, “Rock Werchter” o “Pukkelpop”.

TLW: En “Night of the Proms” has trabajado con montones de grupos y artistas famosos, entre ellos Roger Hodgson… ¿Cuáles de ellos son tus favoritos?

WIM: Obviamente Roger está entre mis favoritos de siempre, y nos ha acompañado en varias ediciones. También es genial trabajar con Alan Parsons, me encanta Tears For Fears, Shaggy fue bonito y muy divertido, The Jacksons son increíbles, Grace Jones es una gran intérprete, James Brown es una leyenda, la reina de la música ‘disco’ Donna Summer (con la que tuve el honor de reprogramar las secuencias de Moog de Giorgio Moroder en “I Feel Love”), mis héroes de la ‘new wave’ Simple Minds… Y muchos más. Sinceramente, disfruto mucho trabajando prácticamente con todos los artistas que tocan con nosotros. Escuchar todos esos grandes clásicos acompañados de una orquesta y un coro es alucinante. Su sonido es tan bueno y le añade tantas cosas a la música que casi me decepciona volver a escuchar las versiones originales de esas mismas canciones en la radio. (RISAS)

TLW: Además de con Roger, también has estado de gira con Utravox, Axelle Red, Clouseau, Lara Fabian, Krezip, Natalia, Anastacia y muchos otros grupos y artistas… ¿De cuál de esas giras estás más orgulloso?

WIM: Sin duda, de Ultravox. Siempre he sido un gran fan del grupo, y cuando me ofrecieron el puesto de técnico de teclados me uní a ellos siendo el único belga dentro de un equipo formado totalmente por ingleses. Pero tanto la banda como los técnicos son una gente increíble, y desde el primer momento me sentí como en familia. Todavía soy amigo de muchos de ellos, y cuando estoy en el Reino Unido o ellos están en Bélgica siempre intentamos vernos. ¡Son unos recuerdos maravillosos!

TLW: Has trabajado como diseñador de sonido, productor de estudio, técnico de amplificadores, ingeniero de producción, editor de vídeo, responsable de escenario, consultor general… ¿Cuál de esos roles te gusta más?

WIM: ¡Todos ellos! (RISAS) Me gusta aprender cosas nuevas y afrontar nuevos retos, y por eso cambio de rol tantas veces. Cuando hago lo mismo durante mucho tiempo, acabo aburriéndome. Ese es uno de los motivos por los que salir de gira con Roger es tan especial: puedo ocuparme de un montón de cosas a la vez. Y también me encanta ser responsable de producción, porque estás en una posición intermedia entre la banda y su equipo, los promotores, los técnicos, los tramoyistas… Me gusta ser una especie de pegamento entre todo eso y asegurarme de que todo el mundo pueda hacer su trabajo en condiciones óptimas.

TLW: ¿Has trabajado alguna vez en películas, programas de televisión, obras de teatro, presentaciones de compañías u otros eventos?

WIM: Todavía era un estudiante cuando empecé a trabajar en programas de televisión, encargándome de todas las partes musicales de algunos de ellos como “La Ruleta de la Fortuna”. ¡Grabábamos hasta cinco programas al día! En realidad ese fue mi primer trabajo remunerado, y le dedicaba tanto tiempo que no conseguí terminar mis estudios… Nunca he hecho películas ni presentaciones de compañías. ¡Tal vez ese sea otro desafío! (RISAS)

TLW: ¿Qué equipo sueles usar en un concierto con Roger?

WIM: La herramienta principal es un Macbook Pro con ‘software’ Mainstage y una tarjeta de sonido RME: casi todos los sonidos de Roger salen de ese sistema. Cuando empezamos, Roger llevaba dos grupos externos MIDI que se conectaban a su teclado Triton. Pero la mayoría de esos módulos eran cada vez más viejos y menos fiables, y además había que cargar con mucho peso. Así que empecé a hacer ‘samples’ de esos sonidos con ‘software’ y desarrollé un sistema de repuesto para una posible situación de emergencia. Y esta se dio durante un concierto en Beirut, no muy lejos de donde se produjo recientemente esa gran explosión. El teclado Triton que nos proporcionaron no funcionaba, así que no podíamos conectar los MIDI y no tuvimos otra elección que usar mi sistema de repuesto Mainstage. A Roger le gustó tanto que desde entonces no hemos dejado de utilizarlo. Es mucho más compacto y fiable, y también suena genial.

TLW: ¿Qué principales diferencias hay entre un concierto en solitario, uno con banda y uno con orquesta?

WIM: Para mí, desde un punto de vista técnico, no hay demasiada diferencia. Por supuesto, para el ingeniero de sonido que está mezclando el concierto es muy diferente, pero casi todo lo demás es prácticamente igual. Tenemos tres versiones del sistema Mainstage para los tres tipos de actuación que ofrece Roger: una con más bajos para los conciertos en solitario (ya que no tenemos el impacto de la batería y el bajo), otra para los conciertos con banda, y otra más básica para los conciertos con orquesta (ya que la orquesta destaca en algunas de las partes). Para mí es simplemente una cuestión de cargar la versión adecuada cada vez. ¡Realmente sencillo!

TLW: ¿Es muy diferente este equipo del que usas con otros artistas?

WIM: En la mayoría de producciones suelo utilizar diferentes combinaciones de Macbooks, tarjetas de sonido RME y ‘software’ Logic o Mainstage. Es un sistema realmente sólido y lo conozco muy bien. Es, por ejemplo, el que usé con Ultravox y también en “Night of the Proms”.

TLW: Roger siempre ha sido muy bueno trabajando sobre el sonido, e incluso ha producido algunos discos de Supertramp y en solitario… ¿Suele indicarte de algún modo cómo hacer parte de tu trabajo?

WIM: ¡Oh, sí, continuamente me está indicando cosas! (RISAS) Roger sabe muy bien lo que quiere y también es muy perfeccionista respecto al sonido, así que le dedica mucho tiempo a hacer pruebas hasta que consigue dar con lo que busca. Además, le pide esa misma dedicación a su equipo, y esa es una cualidad que he aprendido a apreciar mucho. A veces puede ser un poco duro, pero con Roger nunca se trata de algo personal sino de la música, ya que él es igual de duro consigo mismo que con cualquier otro. Al final, cuando las cosas salen bien y ofrecemos un gran concierto, te das cuenta de que todo ese trabajo duro ha merecido la pena. Y Roger puede ser exigente, pero también es comprensivo si algo sale mal. Simplemente acepta el hecho de que todos somos humanos y a veces cometemos errores. Buscamos la perfección, pero a la vez aceptamos que nada puede ser absolutamente perfecto.

TLW: ¿Con qué miembro de la banda actual de Roger te llevas mejor?

WIM: David Carpenter es mi gran colega, mi hermano de otra madre. Tenemos una relación muy especial e incluso hemos hecho música juntos. Pero todos los miembros de la banda son geniales. Cuando pasas tanto tiempo de gira, necesariamente tienes que llevarte bien con los demás. En un año ajetreado yo estoy junto a mis compañeros de trabajo más tiempo que con mi propia familia. La intensidad de las giras crea una conexión que dura para siempre, y por eso Roger le dedica mucho tiempo a seleccionar a los nuevos miembros de su banda, teniendo en cuenta tanto su talento como su personalidad.

TLW: ¿Echas de menos a Aaron MacDonald y a Kevin Adamson, que dejaron la banda para pasar más tiempo con sus familias?

WIM: Claro que sí, echo mucho de menos a Kevin y a Aaron. Ambos son grandes amigos que han salido de mi vida. Esa es la tragedia de las giras: construyes relaciones muy intensas que después desaparecen de repente. Gracias a Dios hoy en día tenemos Internet para seguir en contacto. En cualquier caso, Ray y Michael son dignos sucesores de Kevin y Aaron.

TLW: Todo el mundo sabe que Roger es un músico con mucho talento… ¿Qué piensas de él como persona, después de haber trabajado a su lado tantos años?

WIM: Bueno, como persona Roger es un tipo encantador con alma de antiguo ‘hippie’. Es un pensador y un buscador, y le gusta soñar con un mundo mejor. Es alguien muy fácil de tratar y también un poco introvertido. No tiene una actitud de estrella del ‘rock’ y sabe apreciar las cosas sencillas de la vida como un paseo por el parque, una mirada hacia las nubes o un sorbo de su capuchino...

TLW: ¿Cuánto ha cambiado tu vida desde que trabajas con Roger?

WIM: No creo que Roger haya cambiado mucho mi forma de pensar (yo también soy un poco viejo ‘hippie’), pero definitivamente la experiencia de recorrer el mundo junto a este encantador grupo de personas ha dejado una gran huella en mí. Es algo que ha abierto mi mente y mi mundo, y siempre estaré agradecido por ello.

TLW: ¿Qué cosas has aprendido de él?

WIM: Me gusta mucho que Roger siempre te anima a explorar. Por ejemplo, en una época en la que él quería grabar material en vídeo le sugerí que comprara una cámara Gopro y la probara. A Roger le encantó la idea y poco después empecé a manejar un equipo de vídeo completo, filmando cada concierto y aprendiendo a editar vídeos sobre la marcha.

TLW: ¿En qué proyectos has trabajado últimamente? ¿Cómo ha afectado esta pandemia mundial a tu trabajo?

WIM: Esta pandemia ha sido muy dura para todos los que trabajamos en la industria de la música, y sobre todo la falta de perspectiva ha sido algo muy difícil con lo que lidiar. Yo dediqué la mayor parte de mi energía a mi negocio de salsa picante (“Happy Hatter Hot Sauce”), que ha funcionado bastante bien mientras no estaba de gira. Así que he pasado mucho tiempo cultivando pimienta y en la cocina. No sé muy bien que pasará con ello cuando volvamos a salir de gira, supongo que tendré que volver a dejarlo en un segundo plano. (RISAS) También he estado ocupado con mi proyecto de música ambiental en solitario, que se llama Pulse Mandala. Me encanta pasar la tarde en mi estudio conectando y probando sintetizadores modulares y dar con algunos sonidos de otro mundo. Esa es mi meditación, mi forma de encontrar la paz mental en mi ajetreada vida.

TLW: Para terminar… ¿Cómo te definirías a ti mismo?

WIM: Yo me veo a mí mismo como un explorador técnico-artístico, un buscador y un ser humano en progreso. Estoy muy orgulloso de hacer mi trabajo con gran responsabilidad, iniciativa y entusiasmo, y el desafío continuo que me ofrecen los avances de la tecnología me permite traspasar fronteras, expandir mi mente y encontrar soluciones innovadoras. Básicamente me gusta trabajar con gente creativa, amable y sensata en nuevos proyectos que me estimulen para conseguir que sucedan cosas interesantes.


Wim hablando con Roger sobre el escenario antes de un concierto.


En plena faena, delante de sus herramientas de trabajo habituales.

Junto a Roger en Brasilia, visitando el Templo da Boa Vontade.