Crónica de Mickael Louedec sobre el último concierto de Supertramp en su gira "70-10", publicado en el periódico francés "Ouest France".

En realidad nadie les esperaba, así que nadie se sintió decepcionado con Supertramp. Su paso por Les Vieilles Charrues fue decepcionante y sin interés.

Sin Roger Hodgson, cantante emblemático de la banda desde sus comienzos, la magia no puede darse. Basta con imaginarse a los Rolling Stones sin Mick Jagger o a Noir Desir sin Bertrand Cantat para hacerse una idea de lo que esto supone… ¡Simplemente, no funciona!

Eso sin tener en cuenta que el público, lógicamente, espera escuchar los grandes éxitos. Supertramp los tiene a montones, pero tardó un buen rato en empezar a ofrecérselos a un Prairie de Kerampuilh que ya empezaba a impacientarse.

Entre ‘Breakfast in America’ y ‘Goodbye stranger’ el grupo intentó dar el pego, pero era demasiado arroz para tan poco pollo. Además, habría sido necesario que los miembros de la banda se involucrasen un poco más para convencer a su público.

Es lo menos que se puede esperar por parte de semejantes leyendas de la música…