Arthur de Laborde, del diario galo "Midi Libre", asistió al concierto de Supertramp en la localidad francesa de Nimes.

Ciertamente ya no tienen tanto ‘gancho’ como tenían en los años 70 y 80, pero los ‘supervagabundos’ de Supertramp le ofrecieron en la noche de ayer al público de Nimes un bello espectáculo.

El grupo de Rick Davies no ha perdido nada de sus legendarias cualidades musicales. Se trata de una máquina bien engrasada cuyos alucinantes solos entusiasmaron a los espectadores. Los aplausos fueron en aumento y una ola recorrió las gradas de Les Arenes antes de que comenzase la actuación.

El ambiente era el de un público que sabe disfrutar de un concierto de rock. La gente permaneció sentada casi todo el tiempo y raras fueron las canciones en que se levantaron para bailar con las melodías embriagadoras de la banda británica.

Conviene señalar que los espectadores eran, en su inmensa mayoría, más adultos nostálgicos que jóvenes fogosos. En cualquier caso, todos ellos parecieron quedar satisfechos con el concierto.