Reportaje de Eric Dahan publicado en el diario francés "Liberation", de la época en que fue publicado el álbum "Rites of passage".

 

“En 1993, Rick Davies y yo intentamos volver a grabar un disco de Supertramp, pero al cabo de varios meses me pareció que se le estaba dando más importancia al aspecto comercial que al aspecto artístico. Le pedí a Rick que entendiese que, para mí, volver a reunir a Supertramp en aquellas condiciones era como tener un hijo con tu ex mujer, y él se lo tomó muy mal”.

El hombre que hablaba así recientemente desde Estados Unidos se llama Roger Hodgson, y es la voz aguda de ‘The logical song’, ‘Dreamer’ y otros muchos grandes éxitos de Supertramp. En cuanto a Rick Davies, fue el fundador de este gigantesco grupo de los años 70. Tiene una voz más grave pero un talento igual de grande como compositor, y firmó ‘Goodbye stranger’, del álbum ‘Breakfast in America’, el disco que convirtió a Supertramp en 1979 en una especie de Eagles ingleses.

Ahora que las grandes compañías discográficas no dejan de quejarse sobre una hipotética “crisis del disco”, es fácil imaginarse que un grupo que ha vendido cincuenta millones de copias no puede resistirse mucho tiempo a las solicitudes de reunión. Y eso es lo que pasó cuando EMI Francia consiguió convencer a Rick Davies para volver a montar la maquinaria de Supertramp, un grupo que fue fundado sobre las ruinas de The Joint, una banda de tendencias soul.

Davies, que pronto cumplirá 53 años, se aficionó desde muy pequeño a la batería gracias a Gene Krupa. Aunque la Inglaterra de aquella época sólo parecía prestarle atención a las bandas nacionales, él ya tenía la vista puesta en América y poco a poco fue consiguiendo discos como ‘Wake up little Susie’ de los Everly Brothers o ‘Tutti Frutti’ de Little Richard. Junto a un primo suyo, al que solía visitar a la hora del té, hizo sus primeros pinitos con el piano, aunque durante su adolescencia lo que más le gustaba era sin duda tocar la batería en grupos de segunda fila.

Ya fuese por tener una madre dominante, por el miedo a hacerse profesional, o por una timidez de muchacho de provincias, el ahora barbudo Rick no sabe muy bien por qué tardó tanto tiempo en salir adelante. Lo único que recuerda es que decidió matricularse en una escuela de arte, como muchos otros músicos que tenían pánico a enfrentarse a la mayoría de edad. Su primer grupo, Rick’s Blues, del que el batería era Gilbert O’Sullivan (posteriormente intérprete de temas como ‘Alone again’), llegó a actuar junto a The Steampacket, una banda formada por Rod Stewart, Julie Driscoll y Brian Auger, pero no tuvo mucho éxito.

Los años 60 terminaron para él entre su trabajo en una fábrica y el puesto de organista en una banda llamada The Lonely Ones que se dedicó a recorrer Europa varias veces entre Ginebra y Roma pasando por Munich, donde compartió vivencias con artistas en el exilio, cineastas independientes y excéntricos de todo tipo. Allí fue donde, casi muerto de hambre, Davies conoció a un mecenas fascinado por la música clásica y el rock. Sin embargo, la fórmula progresiva de Yes y otros grupos de la época no convencía a Rick, que regresó a Londres y empezó a componer las primeras canciones para Supertramp.

Llegó 1969 y ya solo faltaba Roger Hodgson. Después de ser reclutado para el grupo a través de un pequeño anuncio en el ‘Melody Maker’, este fan de Traffic animó a Davies a lanzarse a la aventura. Pero las cosas no salieron como ellos querían y sus dos primeros discos (‘Supertramp’ e ‘Indelibly stamped’) encontraron sólo un público reducido, a pesar de pasarse largos meses recorriendo universidades y “muchas veces viajando durante tres días seguidos en una furgoneta Volkswagen sin calefacción”, según confiesa Hodgson.

“Habíamos vendido nuestros instrumentos para poder sobrevivir”, añade Hodgson, “y yo estaba a punto de marcharme a la India cuando A&M nos llamó para decirnos que les gustaban las maquetas que habíamos hecho y para ofrecernos un plazo de cinco meses en un estudio para grabar lo que sería ‘Crime of the century’”.

Fue en aquella época cuando John Helliwell se unió al grupo, aportándole a su sonido un toque de Nueva Orleans (era clarinetista y fan de Sidney Bechet) y en ocasiones jazz (aprendió a tocar el saxofón con los discos de Cannonball Adderley y John Coltrane).

‘Dreamer’, el primer single que se extrajo de ‘Crime of the century’, fue todo un éxito. “Yo acababa de regresar de un viaje a Marruecos y en el aeropuerto compré el ‘Melody Maker’. No me lo podía creer cuando leí en él que éramos número 1”, recuerda Hodgson. Durante su primera gira americana, el grupo tuvo incluso que regalar entradas en la calle para poder llevar gente a sus conciertos, y en París, en 1975, actuaron ante apenas doce personas.

Francia se le seguiría resistiendo a Supertramp algunos años más, casi indiferente ante el avance de los discos ‘Crisis? What crisis?’ y ‘Even in the quietest moments’, pero acabaría acogiendo al grupo de forma espectacular con la publicación de ‘Breakfast in america’, álbum que estuvo en lo más alto de las listas francesas durante gran parte de 1979, año en el que la banda actuaría cuatro noches en el Pavillon de París.

A pesar de un sonido casi orquestal en sus conciertos y de la proyección de películas sobre una pantalla gigante, el éxito no sobreviviría a los años 80 y con ‘Famous last words’, el álbum posterior a ‘Breakfast in America’, podría decirse que el encanto había desaparecido. Después Roger Hodgson se refugiaría en California, donde publicó dos discos en solitario que no tuvieron demasiada repercusión, antes de editar el mes pasado, a la vez que Supertramp volvía a publicar disco y salir de gira sin él, su directo ‘Rites of passage’.

Hodgson demuestra a la vez serenidad y amargura cuando habla de su antiguo grupo, que ahora ha incorporado a cuatro músicos adicionales. “No me sorprende el éxito actual de Supertramp. Me gusta verlos actuar e incluso estaría dispuesto a tocar con ellos en alguna ocasión. Pero no creo que eso suceda: Rick me prometió que jamás interpretaría mis canciones en directo, y sin embargo lo hace todas las noches”.