Reseña sobre el primer disco en solitario de Roger publicada por Ted Shaw en el "Windsor Star" canadiense.

Muy pocos discos de artistas en solitario que son conocidos por su relación con bandas de éxito han sido tan esperados como ‘In the eye of the storm’, de Roger Hodgson, que ha sido publicado esta semana.
 
Hodgson colaboró en la formación de Supertramp en 1969 y fue una de las grandes fuerzas del grupo durante su fenomenal cadena de álbumes con ventas millonarias que fueron publicados a lo largo de los años 70.

Pero Hodgson anunció antes de la publicación del álbum ‘Famous last words’, del año pasado, que abandonaría Supertramp después de una nueva gira. La noticia fue un duro golpe para las legiones de fans del grupo, especialmente en Canadá donde la banda consiguió sus primeros y mayores éxitos en Norteamérica.

La separación fue amistosa. Hodgson accedió a salir de gira con Supertramp el pasado otoño, aunque, según dice, “para todos nosotros resultó evidente durante la grabación de ‘Famous last words’ que nunca podríamos volver a hacer otro álbum juntos”.

Hodgson dice que las diferencias musicales existentes entre él y el otro miembro fundador, Rick Davies, les hicieron distanciarse. Y Hodgson ya estaba deseando intentarlo por su cuenta.

“Este álbum representa una especie de segundo nacimiento”, ha dicho Hodgson durante su reciente visita a varias ciudades de Canadá para promocionar el nuevo disco. “Es agradable volver a sentir las ganas de hacer cosas. No me sentía así desde los comienzos de Supertramp”.

‘In the eye of the storm’ es básicamente el proyecto de un solo hombre. Aparte de algunas colaboraciones musicales ocasionales en varios temas y de la asistencia de un ingeniero de sonido, Hodgson se ha encargado de las composiciones, los arreglos, las interpretaciones y la producción.

Por lo visto, la imagen de la portada tiene reminiscencias gráficas de textos antropológicos que representan la evolución del hombre, y puede verse a Hodgson como Dios le trajo al mundo levantando sus brazos de forma exultante. En el vinilo, el primer sonido que puede escucharse es el llanto de un bebé recién nacido.

Las canciones son distintos enfoques sobre un tema predominante: la esperanza. Fluyen entre melodías brillantes y contienen los ricos arreglos instrumentales que fueron marca distintiva en Supertramp. Si hay una persistente sensación de que la música resulta familiar, Hodgson lo explica diciendo que “es obvio que va a sonar mucho como Supertramp a causa de mi voz”.

Pero insiste en que ‘In the eye of the storm’ contiene más energía que los últimos discos de Supertramp porque ha vuelto a utilizar guitarras eléctricas, algo que se echa de menos en los trabajos más recientes de la banda. Y añade que este disco es “un trampolín para dar el salto hacia diferentes áreas”. Tiene planeado grabar al menos un álbum más, probablemente doble, antes de salir de gira el año que viene, y espera que ese nuevo disco le permita “expandirse más, sobre todo instrumentalmente”.

Hodgson ya llevaba algún tiempo considerando seriamente su marcha de Supertramp. “Es una sensación que ha ido aumentando durante los últimos cuatro años, en realidad desde que grabamos ‘Breakfast in America’. Sentía que la banda ya había alcanzado su máximo y que hacía falta introducir cambios para mantener la frescura y la vitalidad. Yo sugerí algunos cambios, pero los demás no querían hacer ninguno”.

Una de esas sugerencias, según Hodgson, era separarse temporalmente para que cada uno llevase a cabo sus propios proyectos en solitario y después volver a reunirse con un interés renovado en el grupo. Pero los otros miembros de Supertramp no estuvieron de acuerdo con él.

“Así que, básicamente, ‘Famous last words’ (el título, evidentemente, no era equivocado) fue un último intento para ver si las cosas podían funcionar y éramos capaces de trabajar juntos de nuevo. Pero hacer ese álbum no fue una experiencia agradable y la moraleja fue ‘no, ya no funciona, todo se ha acabado, las cosas tienen que cambiar’”.

Pocas veces ha hablado Hodgson tan abiertamente sobre Supertramp. De hecho, raramente concedía entrevistas mientras era miembro de la banda, incluso cuando ya se sabía que iba a marcharse. Todavía ahora le resulta difícil hablar sobre ello, teniendo como amigos a los cuatro restantes miembros de Supertramp.

Casado y con dos hijos, Hodgson vive al norte de California en la comunidad de Nevada City, donde posee un estudio de grabación de 48 pistas, fruto de su éxito con Supertramp. ‘Famous last words’ también fue grabado allí.

El confortable estilo de vida que fueron adoptando los miembros de la banda mientras cosechaban éxito tras éxito, hasta los treinta millones de discos vendidos, fue lo que condujo a la separación, según Hodgson. “Creo que con el éxito todos alcanzamos un cierto grado de independencia y cada uno tuvo la oportunidad de hacer lo que quería por su cuenta. En realidad era la primera vez que teníamos tiempo para ello. Después, volver a reunirnos para hacer causa común fue algo muy difícil”.

Es interesante observar que dos de las canciones del nuevo disco (‘Had a dream’ y ‘Only because of you’) fueron concebidas originalmente como temas para Supertramp, pero, según Hodgson, no pudieron ser retocadas para hacerlas encajar en la sección rítmica del grupo.

Hodgson no abandonará por completo sus éxitos con Supertramp. Planea hacer una nueva versión, y tal vez una película, de ‘Fool’s overture’, la suite sinfónica que trata sobre el hombre y la guerra que apareció en el álbum ‘Even in the quietest moments’.

Y seguirá cantando otros temas que compuso para el grupo como ‘Give a little bit’, ‘The logical song’ y ‘Dreamer’. “Todavía disfruto interpretando esas canciones”, dice.