Juan Lago y Abel Fuentes entrevistaron en exclusiva para THE LOGICAL WEB al conquense Angel Belinchón, vocalista y 'alma mater' de Dry River, una de las mejores bandas de rock españolas de los últimos tiempos, haciendo especial hincapié en sus conexiones con la música progresiva y Supertramp.

TLW: Naciste a principios de los años 80, una época en la que el tipo de música que haces ya estaba siendo desplazada por otros sonidos… ¿Cuáles fueron tus principales influencias musicales durante tu infancia y tu adolescencia?

ANGEL: Mi primer grupo favorito fue Mecano. Seguro que eso me ha marcado de alguna manera. Es curioso que a mi compañero de grupo Carlos le sucedió algo parecido. Mis padres también solían escuchar La Década Prodigiosa y Joaquín Sabina, pero yo era de Mecano a morir. Luego, un día, un primo mío nos dejó a mi hermano y a mí una cinta de Barricada… y ahí cambió todo.

TLW: En una entrevista reciente dijiste que el lugar donde mejor encuentras la inspiración es la casa de tus padres en Las Pedroñeras (Cuenca)… ¿Sigues yendo mucho por allí?

ANGEL: Mi pueblo, la casa de mis padres… es mi hogar. Aun ahora, casado y todo, con una vida hecha en Castellón, sigo volviendo a mi pueblo y regreso a casa, con mi familia, mis amigos, el clima que me gusta… mi tierra, todo. Ahí suelo encontrar la inspiración porque me libero de muchas tensiones. Todo es más fácil en casa. Además, cuando voy no es por trabajo, sino por placer… Entonces tengo tiempo, no tengo ataduras ni estrés… Es ideal.

TLW: ¿Por qué emigraste a Castellón, y no a Madrid o a Valencia, que es lo más habitual en los pueblos de la zona?

ANGEL: Salí de mi pueblo con 18 años para estudiar Traducción e Interpretación, una carrera que en 1998 sólo se ofrecía en unas pocas universidades y una de ellas era la Universitat Jaume I de Castellón. No entraba en mis planes quedarme en Castellón, pero claro… me cazaron… (RISAS) Encontré el amor de mi vida, monté un grupo… En fin, que es un sitio muy agradable para vivir.

TLW: En “El Circo de la Tierra”, el primer álbum de Dry River, hay una canción llamada “Tierra” cuya letra parece evocar precisamente tu cambio de residencia y tu añoranza por el pueblo que te vio nacer… ¿Qué puedes contarnos al respecto?

ANGEL: Siempre he estado muy orgulloso de mi pueblo y el hecho de abandonarlo me causa mucha tristeza. No me interpretes mal, en Castellón estoy la mar de bien. He encontrado a la mujer de mis sueños, he formado el grupo de mis sueños, tiene un clima estupendo… y está a tres horas en coche de mi pueblo, así que no todo es amargura… (RISAS) Pero mi familia, mi infancia, mis amigos… están en mi pueblo y siempre que vuelvo es como si volviera a casa.

TLW: ¿Cómo te uniste a Dry River en 2004? ¿En qué otras bandas estuviste antes?

ANGEL: En Las Pedroñeras tenía un grupo punk con mis amigos y mi hermano llamado Amenaza Social (ahí es nada). Con ellos descubrí que eso era lo más divertido del mundo y supe que siempre querría tocar en un grupo. Luego, al llegar a Castellón, hasta que pude formar un grupo, estuve tocando con cantautores como guitarrista acompañante. El primer grupo que monté en Castellón fue Marea Negra, cuya cantante era la que ahora es mi mujer, y del que surgió el germen de Dry River. Marea Negra desapareció y se bifurcó en dos proyectos paralelos: Dry River y Desleal. El primero estaba enfocado a las versiones y el segundo era una especie de versión 2.0 de Marea Negra, con temas propios. Tristemente solo prosperó uno de ellos, aunque ahora sea el centro de mi vida… (RISAS)

TLW: ¿Eres autodidacta o estudiaste algo relacionado con la música o el canto?

ANGEL: Me considero autodidacta porque lo he sido durante la mayor parte de mi vida. Empecé a tocar la guitarra con 15 años. Mi hermana comenzó a recibir clases y yo esperaba a que regresara para coger su guitarra y practicar lo que le habían enseñado ese día. De canto tampoco había recibido nunca clases. Al principio cantaba en mi grupo punk porque nadie más quería y a mí no se me daba ni bien ni mal. Luego seguí cantando y parecía que mejoraba bastante. Era algo que me salía natural. El problema es que cantaba sin una técnica adecuada y me dañé las cuerdas vocales. Me asusté bastante y decidí buscarme buenos profesores de canto para que me ayudasen a mejorar mi técnica y la salud vocal. Una vez me metí en el mundo académico ya no quise salir… tenía que haber empezado mucho antes.

TLW: ¿Cuándo empezaste a escribir canciones?

ANGEL: Empecé a componer prácticamente desde la primera nota que aprendí a tocar. Era como un juego muy divertido. Me encanta componer, es lo mejor de la música. Todo el rato estoy buscando ideas y grabándome cosas.

TLW: La denominación de Dry River procede del Río Seco de Castellón… ¿Por qué elegisteis ese nombre?

ANGEL: Poner nombre a un grupo siempre es difícil. Como queríamos hacer un grupo divertido y dedicado sólo a las versiones, nos pareció gracioso traducir al inglés algo tan emblemático como el Riu Sec de Castellón.

TLW: ¿No barajasteis otras posibles denominaciones?

ANGEL: Cuando decidimos cambiar a los temas propios se barajó la opción de cambiar el nombre o incluso dejarlo en castellano, pero nos decantamos por no cambiar nada y así se ha quedado.

TLW: Antes de empezar a tocar vuestra propia música estuvisteis mucho tiempo haciendo versiones de bandas como Queen, Deep Purple, Dream Theater, Pink Floyd… ¿Cuándo y por qué decidisteis dar ese paso?

ANGEL: Estuvimos unos cinco o seis años haciendo versiones, que se dice pronto… Pero siempre hemos sido personas creativas y, personalmente, siempre supe que acabaríamos haciendo temas propios. Era algo que tenía pensado desde la creación del grupo, de hecho.

TLW: Ocasionalmente todavía seguís rindiendo tributo a Queen en vuestra encarnación de Fat Bottomed Boys… ¿Tanto os gusta ese grupo?

ANGEL: Nos encanta. ¿Y a quién no? Además, no se nos da mal del todo hacer versiones de ellos. Es divertido y nos permite ganar algo de dinero para pagar los gastos de vídeos, discos, etc. de Dry River, que es lo que de verdad nos interesa.

TLW: Sobre el escenario te solemos ver cantar, y de hecho tienes una voz impresionante… ¿No has pensado nunca en tocar también algún instrumento en directo?

ANGEL: Soy cantante de rebote. Lo que me hace más feliz es tocar la guitarra. Sin embargo, creo que se me da mejor cantar que tocar… (RISAS) Con Dry River sería difícil hacer las dos cosas porque exige un nivel muy alto en cualquiera de las dos disciplinas, pero de vez en cuando me hago mis conciertos con una banda de versiones de rock donde toco y canto mucho más suelto y me quito esa espinita.

TLW: ¿Es muy complicado hacer rock progresivo en el siglo XXI?

ANGEL: Bueno, hacemos lo que nos gusta. No nos planteamos si es un estilo anticuado o si funciona más o menos en la actualidad.

TLW: ¿Cuál crees que es el podio histórico de bandas progresivas o sinfónicas de todos los tiempos?

ANGEL: Cada miembro del grupo te dirá el suyo, claro. Para mí, Dream Theater lo cambió todo. Ellos estarían en el número 1. Después, pues puedo sugerir a Pink Floyd, a Tool, a Mike Oldfield… ¿Supertramp vale?

TLW: Cuando te preguntan sobre tus influencias sueles nombrar bandas anglosajonas… ¿Cuáles son tus mayores referentes dentro del panorama musical español?

ANGEL: Pues la verdad es que siempre he sido más del rock español que del foráneo… Asfalto, Topo, Barón Rojo, Ñu, Barricada, Reincidentes, La Polla Records… De estos grupos me puedes poner cualquier canción, que me la sé. Son los grupos que más he escuchado en mi vida, sin ninguna duda.

TLW: El 4 de Febrero de 2017, durante el concierto de 45º aniversario de Asfalto, no sólo cantaste “School” sino que compartiste escenario con John Helliwell (ver vídeo) … ¿Qué sentiste al homenajear uno de los clásicos de Supertramp junto a su legendario saxofonista?

ANGEL: Pues todavía estoy asimilándolo, no te creas… Lo primero que sentí fue un miedo terrible a no estar a la altura. Pensaba: “¿qué pinto yo ahí con tanto grande?”. Pero me lo preparé bien y fui con la seguridad suficiente para poder disfrutarlo. A día de hoy sigue siendo una de las mejores experiencias de mi vida.

TLW: ¿Cómo surgió aquella colaboración con Asfalto? ¿Cómo conociste a Julio Castejón, al que invitasteis a participar en vuestro segundo álbum “Quien tenga algo que decir… que calle para siempre”?

ANGEL: Con Dry River tuvimos la suerte de telonear a Asfalto en 2009 ó 2010, cuando estábamos a caballo entre nuestra época de versiones y la de temas propios. Puede que fuese el último concierto de versiones de Dry River, de hecho. A partir de ahí, surgió una buena conexión con Julio e incluso colaboró en una canción de nuestro segundo disco. Pero de ahí a que nos invitase al 45º aniversario de Asfalto… Fue una sorpresa muy agradable y le estaremos eternamente agradecidos por esto y por muchas otras cosas más.

TLW: ¿Qué opinión te merece Asfalto como banda histórica del rock español?

ANGEL: Asfalto siempre ha sido la élite del rock español. Son transgresores en su música porque no temen a los talibanes del rock ni limitan su creatividad con etiquetas. En eso intentamos parecernos a ellos lo máximo posible, porque compartimos esa filosofía.

TLW: ¿En qué medida crees que tu colaboración con Asfalto ha podido influir en el éxito que está teniendo ahora Dry River?

ANGEL: Nuestra conexión con Asfalto nos ha ayudado muchísimo, y mucha culpa de la buena salud de Dry River la tiene Julio Castejón con sus numerosos gestos desinteresados de apoyo hacia nosotros. Asfalto son lo más. Además, están en muy buena forma. Sacan discos con mucha regularidad y de una calidad excelente. Sus conciertos son épicos… Son la bomba.

TLW: ¿Recuerdas qué canción de Supertramp fue la primera que escuchaste y la impresión que te causó?

ANGEL: Fíjate qué curioso… La primera canción que me enganchó de Supertramp fue precisamente “School”. Recuerdo que a la hora del café, en mi pueblo, iba a un sitio llamado “El Garito”, donde mi amigo Toni pinchaba muy a menudo el directo de París y yo me quedaba embobado, sobre todo con la parte de piano de “School”… ¿Quién me iba a decir entonces…?

TLW: ¿Cuáles son tu canción y tu álbum favoritos de Supertramp?

ANGEL: Pues por motivos obvios, mi canción favorita es “School” y mi álbum favorito “Paris”. Aunque me encanta “Dreamer” y “The Logical Song”, claro… ¡y muchas otras!

TLW: ¿Y qué canciones o discos del grupo no soportas?

ANGEL: No creo que tengan canciones malas, te podrán gustar algunas más o menos que otras, pero tanto como para no soportarlas… (RISAS)

TLW: ¿Qué destacarías de Supertramp respecto a los demás grupos progresivos de su época?

ANGEL: Son un grupo especial en muchos sentidos. Quizás lo mejor es que lograron tener un sonido propio, un estilo personal que hace que cuando un grupo utiliza unos determinados recursos, como por ejemplo el Wurlitzer, automáticamente oigas la frase “suena a Supertramp” o “recuerda a Supertramp”.

TLW: ¿Eres más de Supertramp sin Roger Hodgson o de Roger Hodgson en solitario?

ANGEL: La verdad es que tengo debilidad por Roger Hodgson. Es un artista enorme. Posiblemente el mejor de Supertramp.

TLW: ¿Le has visto en directo alguna vez?

ANGEL: No lo he visto en directo nunca, ¡pero por YouTube he visto vídeos alucinantes! Me encantaría verlo alguna vez.

TLW: El próximo 14 de Agosto Roger actuará en la Plaza de Toros de Alicante… ¿Recorrerás los 250 km. que hay desde Castellón para ir a verle?

ANGEL: Pues creo que tengo bolo… (RISAS) Agosto es muy complicado para los músicos. Si no tengo actuación ese día sí que me gustaría ir, pero lo veo complicado.

TLW: Uno de tus músicos favoritos es el guitarrista Joe Bonamassa… ¿Sabes que es un buen amigo de Carl Verheyen, el guitarrista que sustituyó a Roger Hodgson en Supertramp?

ANGEL: No tenía ni idea. Dios los cría… Joe Bonamassa tiene algo que me vuelve majareta.

TLW: ¿Cuáles son los conciertos con los que más has disfrutado en tu vida como fan y como músico?

ANGEL: No te sabría decir. Tengo muy buenos recuerdos de muchísimos conciertos como fan. La primera vez que vi a Dream Theater, mi primer concierto de rock de mi vida… Hay muchos. Como músico, puede que el mejor hasta la fecha haya sido el que hicimos Dry River en la sala We Rock. Fue muy emocionante… Aunque ahora en esta gira todos están siendo muy especiales, la verdad.

TLW: ¿Y los conciertos que más te han decepcionado?

ANGEL: También ha habido conciertos que me han decepcionado, claro. Por ejemplo, no me gustó nada una actuación de Platero y Tú, que era uno de mis grupos favoritos, en un festival Viña Rock porque no interactuaban con el público. No sé. Me pareció que estaban desganados. Se les veía como si la cosa no fuese con ellos. Vete tú a saber la historia que había detrás…

TLW: Volviendo a Dry River, se aprecia que tienes una gran empatía con Carlos Alvarez, la otra fuerza motriz del grupo… ¿Cómo os complementáis a la hora de componer una canción o de buscar ideas en general?

ANGEL: Somos amigos y llevamos haciendo música juntos más tiempo del que recuerdo. Por eso nos compenetramos bien, supongo.

TLW: ¿Crees que vuestra relación profesional será muy longeva?

ANGEL: Todavía no nos hemos visto en una situación en la que pueda haber conflictos graves, pero supongo que seremos capaces de superar cualquier cosa.

TLW: Los Dry River grabáis discos conceptuales, con portadas muy a lo Pink Floyd, y ofrecéis un espectáculo en directo que incluye actores, disfraces, representaciones... ¿Quién se encarga de todos esos detalles artísticos al margen de la música?

ANGEL: La mayor parte del trabajo corre a cargo de Carlos. Todos formamos parte de la junta de toma de decisiones y aportamos ideas. De las portadas me suelo encargar yo, y de todo lo relacionado con los actores se encargan ellos mismos. Ellos son quienes idean las coreografías, el attrezzo, etc.

TLW: Además de componer, cantar y diseñar las portadas de vuestros discos, también eres el webmaster de la página oficial de Dry River... ¿Hay alguna tarea de la que no te encargues?

ANGEL: (RISAS) Cada uno aporta lo que buenamente puede. Yo puedo aportar eso y no otras cosas porque es lo que mis habilidades y mi tiempo me permiten. Otros miembros se encargan de otras cosas menos glamurosas como la contabilidad, el orden en el local de ensayo, la búsqueda de hoteles cuando estamos de gira, etc. Cada uno lo que puede. Es la mejor manera de evitar reproches y problemas de convivencia.

TLW: El concepto de vuestro nuevo álbum, “2038”, es que dentro de veinte años el grupo será una de las referencias del rock… ¿Crees que seguiréis tocando juntos cuando llegue esa fecha?

ANGEL: Que seguiremos tocando, seguro. Mientras sigamos en este mundo, seguiremos haciendo música. Si estaremos o no juntos, eso el tiempo lo dirá. Espero que sí, la verdad, pero nunca se sabe. La vida tiente muchas vidas.

TLW: ¿Tienes inquietudes en solitario, o por ahora Dry River es tu único proyecto de futuro?

ANGEL: Por supuesto, todos tenemos inquietudes en solitario, sobre todo Carlos y yo. Siempre te salen cosas que dices: “esto para Dry River no, pero es una lástima porque mola”. Todo eso lo dejas guardado para un hipotético álbum en solitario. Alguna vez hemos hablado del tema y hemos llegado a la conclusión de que lo haríamos con los mismos miembros de Dry River… Cambiaría bien poco, la verdad.

TLW: “2038” ha tenido muy buenas críticas y en cierto modo ha significado la consolidación de Dry River… ¿Crees que una gira española de la banda a gran escala está un poco más cerca?

ANGEL: Gira española ya estamos haciendo. Llevamos una buena racha en apenas dos meses: Barcelona, Castellón (“sold out”), Valencia, Tarragona, Madrid (“sold out”), Sevilla… Y lo que nos queda: Murcia, Vigo, Villarreal, Teruel… Y otras que caerán. Con este disco vamos a por todas.

TLW: Además, “2038” cuenta con una serie de arreglos orquestales poco habituales en el rock actual... ¿Tenéis previsto organizar algunos conciertos con orquesta en el futuro?

ANGEL: Eso sería increíble. Suena fantástico. El problema es que la carga de trabajo que tendría que soportar Carlos sería demasiada. De momento, ahora estamos centrados en la gira de este nuevo disco y luego, pues ya se verá.

TLW: Roger Hodgson ofrece cada año varios conciertos con orquesta, en los que canciones como “Fool’s Overture” suenan grandiosas… ¿Cuál sería para ti el “Fool’s Overture” de Dry River?

ANGEL: Pues creo que no tenemos una canción que pueda ser equivalente. Sin embargo, tenemos varios pasajes que podrían asemejarse. En “Perder el Norte” hay una sección instrumental en la parte media de la canción que ya está orquestada, pero que con una orquesta en directo sonaría enorme.

TLW: ¿Cómo se os ocurrió publicar un CD+DVD en directo, “Rock & rollo… ¡y caña!”, cuando ya teníais grabado “2038”?

ANGEL: Surgió una oportunidad muy buena de tocar en las fiestas de la Magdalena de Castellón, con un buen equipo, buen escenario, mucho público, etc. Y pensamos que sería una buena manera de cerrar una etapa antes del lanzamiento de este disco, que sabíamos que lo cambiaría todo.

TLW: ¿Cuáles son las principales diferencias que aprecias entre “2038” y vuestros dos álbumes de estudio anteriores?

ANGEL: La palabra que podría resumirlo todo es “madurez”. Ha habido un salto importante en el sonido del disco y esto ya es suficiente como para alejarlo por arriba de sus predecesores. En las composiciones también parece que hemos encontrado un término medio entre el virtuosismo y el “easy listening”. Es nuestro mejor disco, aunque los anteriores son muy buenos también. Los discos son fotografías del momento y ahora estamos en nuestro mejor momento musical.

TLW: Los tres discos tienen una duración aproximada de una hora, algo nada usual en la música de hoy en día… ¿Se trata de algo casual o es algo que hacéis premeditadamente?

ANGEL: Lo único que hacemos forzado es parar de componer. Seríamos capaces de llenar dos horas o más en cada disco, pero eso es infumable. De hecho, en los dos últimos discos nos hemos pasado tanto que hemos tenido que dejar fuera una canción.

TLW: Por cierto, parece ser que la batería de vuestro primer álbum no es real, sino que se hizo con teclados, y en los créditos del álbum pusisteis el nombre de un muñeco hinchable como batería… ¿Cómo fue esa historia?

ANGEL: (RISAS) ¡Nos has pillado! Pues nos costó mucho encontrar un batería para el primer disco y tuvimos que recurrir a la magia del midi. Luego, cuando Pedro Corral se unió al grupo, pudimos regrabar “Pequeño Animal” y le hicimos un vídeo la mar de chuli.

TLW: Aparte de con la música, te ganas la vida como traductor de inglés y francés… ¿No has pensado nunca en escribir alguna canción en esos idiomas?

ANGEL: Utilizo la música como una manera de expresar mis emociones y sentimientos más profundos. Para mí, no tendría sentido escribir en una lengua que no fuese la materna. Hay quien lo hace y está bien. Si le funciona, ¡adelante! Sólo digo que yo no podría, me sentiría un poco fraude. Además, soy traductor, pero también soy de Cuenca y se me notaría el acento. Eso siempre me ha parecido muy feo. Imagínate a Michael Robinson cantando en español con ese acentaco que tiene… horrible. Y eso que lleva más años en España que yo.

TLW: Y para terminar, un par de preguntas de actualidad social… ¿Crees que hay alguna forma de mejorar el panorama cultural en España mediante subvenciones, formación u otras medidas?

ANGEL: Por supuesto. Todo se puede mejorar. No tengo una fórmula mágica para solucionar todos los problemas de la cultura de España ni mucho menos. Sí que veo que se protege poco lo propio. Deberíamos proteger la cultura doméstica porque la foránea se nos come. Estoy harto de escuchar a la gente que no ve cine si es español, o que no escucha grupos en español… Esto está muy extendido y habría que combatirlo de alguna manera.

TLW: En los conciertos de rock las mujeres siguen siendo minoría tanto entre el público como sobre el escenario… ¿Crees que algún día habrá paridad en este sector?

ANGEL: No sé a qué se debe, la verdad. Aunque no ocurre en todos los estilos. Hay algunos que tienen un público predominantemente femenino… El rock sí que parece que esté dominado por los hombres por alguna razón. En cualquier caso, todo esto es voluntario. Si eres mujer y no te subes a un escenario o no vas a un concierto es porque no quieres, digo yo. No es que el mundo del rock tenga su propio techo de cristal. Al menos yo pienso que no. Lo que pasa es que parece que el rock tiene algo que no atrae a las mujeres en general. Yo no sé lo que es. Puede que sea porque faltan referentes, aunque esa ausencia de referentes tampoco sabría decirte a qué se debe. Desde luego, en los conciertos de Dry River tenemos hombres y mujeres de todas las edades y tipos. Estamos felices de tener un público tan heterogéneo.


(Muchas gracias a Karine Fontal, Alberto Garay y Manuel López por plantear sus preguntas)


Angel junto a John Helliwell en el concierto de 45º aniversario de Asfalto.


Angel durante una de las cada vez más numerosas actuaciones de Dry River.


Abel y Angel, a la conclusión de su reciente encuentro en Belmonte (Cuenca).