El crimen de las chocolatinas

Curioso artículo de la época del "Crime" que hemos conocido ahora gracias al super-fan David Mendenhall:

www.thelogicalweb.com/articulos-supertra...-diciembre-1974.html

Pues yo diría que "curioso" no es la palabra adecuada para definir este artículo. Más bien pienso que la palabra correcta es:
"Una enooorme chorrrrradaaaa". He dicho. :whistle: :whistle:

:laugh: :laugh: :laugh: :laugh: :laugh: :laugh: :laugh:

Esto si que es una entrevista, y lo demas na!

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Pues yo soy capaz de matar por chocolatinas! :lol:

xabi escribió: Pues yo diría que "curioso" no es la palabra adecuada para definir este artículo. Más bien pienso que la palabra correcta es:
"Una enooorme chorrrrradaaaa". He dicho. :whistle: :whistle:

Mira que te gusta ser “políticamente incorrecto”…

Desde luego, el artículo en sí no tiene mayor trascendencia y seguramente sea uno de los más prescindibles de la época. Sin embargo, incompetencia del reportero aparte intentando que le respondieran a preguntas sin respuesta, creo que sirve para reflejar muy bien lo “normalitos” que eran los miembros del grupo incluso después de alcanzar el éxito.

Me ha recordado un poco este otro artículo, de la misma época, en el que puedo imaginarme la cara que se le quedó al periodista cuando fue a entrevistar a los dos líderes de la banda de moda en Inglaterra y se topó con un par de tipos que tenían muy poco de “glamurosos”:

www.thelogicalweb.com/articulos-supertra...ciaq-enero-1975.html

Esta entrevista me ha gustado más. Aunque solamente para reafirmarme en la opinión de que la mayoría de los críticos musicales son gente sin formación que no saben "de la misa la media". ¿Por que coj... todo tiene que tener un significado trascendente? Parece que no se enteraban, ni se enteran hoy en día, de que un compositor compone sin intenciones premeditadas. Que le va fluyendo la música mientras practica con el instrumento. Que cuando tiene una melodía que puede valer, le aplica una letra que muchas veces es un simple conglomerado de textos que casan con la música y que no tienen sentido.

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(Lugar reservado para hacer constar, más o menos indignadamente que hay muchas canciones con letras cuidadas y mensaje claro)

Cuando el compositor, grupo o solista, tiene unas cuantas canciones, que pueden no tener nada en común unas con otras, la junta en un álbum. Esto es, una recopilación de canciones, fotos u otros elementos recogidos en un mismo soporte físico.
Pero no. Ellos tienen que sacarle significado a todo. Y venga a preguntar por ello. Y vuelta la burra al trigo. ¡Que no! Que no nos hemos puesto a buscar el sentido de la vida. Hemos hecho ocho canciones. Nos han quedado muy chulas. Pero una habla de la soledad, otra del rígido sistema educativo, otra de la vida feliz de un trastornado, la de más allá de la vida adolescente. Ahora juntas parece que tienen sentido, pero cuando se hicieron, no lo tenían... Pues parece que el cabeza cuadrada del entrevistador no se quería enterar...

xabi escribió: Pero no. Ellos tienen que sacarle significado a todo. Y venga a preguntar por ello. Y vuelta la burra al trigo. ¡Que no! Que no nos hemos puesto a buscar el sentido de la vida. Hemos hecho ocho canciones. Nos han quedado muy chulas. Pero una habla de la soledad, otra del rígido sistema educativo, otra de la vida feliz de un trastornado, la de más allá de la vida adolescente. Ahora juntas parece que tienen sentido, pero cuando se hicieron, no lo tenían... Pues parece que el cabeza cuadrada del entrevistador no se quería enterar...

Ha dado usted en el clavo, estimado Sr. Valencia...

Aquí va una nueva entrega de mi libro por fascículos coleccionables:

El término ‘álbum conceptual’ aparecería un gran número de veces en muchas de las críticas que se hicieron entonces sobre ‘Crime of the century’. “Cualquier álbum debería ser conceptual en cuanto a que al grabar un disco debes pensar en cómo va a afectar a quien lo escuche de principio a fin”, cuenta Roger. “Además, aquella era la época ideal para ese tipo de grabaciones, cuando la gente estaba dispuesta a dedicar cuarenta minutos de su tiempo a escuchar un álbum conceptual de un tirón”.

“La gente buscaba un significado oculto en el álbum”, prosigue Roger, “y en alguna entrevista incluso nos llegaron a preguntar si habíamos cometido algún crimen... Pero el álbum sólo era conceptual en cuanto a que cada canción conducía hasta la siguiente, y en ese sentido, como digo, todos los discos deberían ser conceptuales”.

Varios críticos musicales abordaron el tema del significado exacto del término ‘crimen del siglo’. “Muchas personas nos preguntaban si se trataba de lo de Nixon y el asunto ‘Watergate’, pero no tenía nada que ver con eso”, dice Roger. “Yo siempre respondía que era más una invitación a que la gente se preguntase qué demonios estaba pasando en el mundo’”.

“Era un álbum que te hacía pensar”, continúa Roger, “pero no álbum conceptual. Las ocho canciones que lo componían habían sido compuestas en épocas totalmente distintas, aunque estaban colocadas de tal forma que cada una podía ser la respuesta a la pregunta que hace la anterior, si uno quería. Tal vez no eran nuestras canciones favoritas, pero las grabamos porque era algo que planeamos así. La mayoría de ellas eran muy antiguas, y parecían encajar unas con otras, así que decidimos utilizarlas. Y la cosa funcionó muy bien tanto en el disco como sobre el escenario”.

“Las ocho canciones del disco estaban enlazadas de forma coherente, pero originalmente no había otra intención que agruparlas para que sonaran bien”, dice Rick. “Se trataba de que la gente se sentase a escuchar el disco y disfrutase con él, no de que se lo tomasen como un Evangelio. Yo no veía que el álbum fuera del estilo de ‘Tommy’ o ‘Journey to the centre of the Earth’, que sí me parecían discos conceptuales. Nosotros simplemente grabamos un álbum que tenía un planteamiento, un nudo y un desenlace, con todas las canciones discurriendo unidas desde el principio de la cara A hasta el final de la cara B”.

“Parecía que los críticos tenían una idea más clara del álbum que nosotros mismos”, afirma John. “Mientras preparábamos el material, podíamos reconocer la gran conexión que había entre las canciones, pero no nos dimos cuenta de lo que habíamos hecho hasta que oímos las ocho, una detrás de otra”.

“Era muy difícil elaborar lo que la gente entendía por álbum conceptual”, dice Dougie. “Con ‘Crime of the century’, en algún momento alguien dijo que se trataba de un álbum conceptual mientras todavía lo estábamos grabando, y desde entonces todo el mundo hablaba de algo que realmente no existía”.

“Lo que ocurrió”, añade Dougie, “fue que cuando empezamos a trabajar en el álbum pensamos qué cuarenta minutos de nuestra música sonarían mejor para un oyente cualquiera. Nos pasamos mucho tiempo escuchando las maquetas y fuimos añadiendo y eliminando canciones, quedándonos con las ocho definitivas”.

“Fuimos reduciendo el número de canciones que íbamos a incluir en el álbum, de las más de quince que teníamos como candidatas”, confirma Roger. “Al final nos decidimos por ocho de ellas, y las pusimos en un orden tal que formaran un buen equilibrio”.

Cuatro de los descartes eran temas que un año más tarde serían incluidos en el siguiente álbum del grupo: ‘Easy does it’, ‘Two of us’, ‘Another man’s woman’ y ‘Just a normal day’. Otros no serían publicados hasta varias décadas más tarde, como ‘And the light’ y ‘Love is a thousand times’. Y algunos más todavía siguen siendo canciones inéditas, todas ellas de Roger, como ‘I can see’, ‘Judy let on’, ‘Everyone dies’, ‘I see what you see’ y ‘So I thought I had a friend’.

“Dedicamos días enteros a encontrar la perfecta combinación entre las canciones”, confiesa Roger, “buscando el ritmo que convirtiera la escucha en una experiencia más profunda. Experimentamos una y otra vez, cambiando el orden de las canciones, de cada fragmento de música, hasta dar con el viaje emocional que queríamos que fuera el álbum”.