Durante su viaje por medio mundo promocionando el álbum "Famous last words", el saxofonista de Supertramp fue entrevistado por Lamy Vincent para su programa musical "L'Echo des Bananes", del canal de televisión France 3.
PREGUNTA: Hoy tenemos con nosotros a John Helliwell, de Supertramp. Gracias por estar aquí, John. ¿Cuál es tu papel en el grupo?
JOHN: Toco el saxofón y los teclados. También hago algunas voces y soy el portavoz de la banda sobre el escenario.
PREGUNTA: ¿Tiene el grupo algún líder?
JOHN: Sí. Los líderes son Roger Hodgson y Rick Davies.
PREGUNTA: ¿Puedes contarnos algo sobre ellos?
JOHN: Se trata de dos temperamentos completamente distintos. Rick vive en la ciudad, es el cínico del grupo y le encanta comer carne. Roger es vegetariano, vive en el campo y se encuentra en sintonía permanente con la naturaleza.
PREGUNTA: Tengo entendido que ambos tienen sus propios estudios de grabación. ¿Dónde habéis preparado el último álbum del grupo, “Famous last words”?
JOHN: Hemos trabajado en ambos estudios, en el de Rick y en el de Roger, aunque también hemos utilizado otros dos estudios para obtener diferentes efectos. No hemos grabado sólo las canciones que aparecen en el disco, sino también algunas más. Donde más hemos trabajado ha sido en el estudio de Roger, pues allí hicimos las mezclas del álbum.
PREGUNTA: Sois británicos pero vivís en Estados Unidos. ¿Por qué?
JOHN: Sí, vivimos cerca de Los Angeles desde 1975. Nos marchamos allí después de publicar el disco “Crime of the century”. Ya habíamos triunfado en Inglaterra y decidimos que nuestro siguiente objetivo debía ser conseguir el éxito en América, y más tarde en toda Europa. Así que pensamos instalarnos en Estados Unidos durante un tiempo.
PREGUNTA: ¿Qué otras aficiones tenéis, aparte de la música?
JOHN: A mí me encanta montar en bicicleta. A Bob, el batería, le gusta mucho jugar al golf. Rick practica el tenis, incluso tiene una pista de tenis en su casa. A Roger, el vegetario, el “hijo de la naturaleza”, le encanta pasear por el bosque. Y Dougie, el bajista, es de costumbres marineras y vive en su propio barco.
PREGUNTA: ¿Cuál es el último concierto al que has asistido como espectador?
JOHN: El último concierto que he visto es el que dieron los Who la semana pasada en Los Angeles. Había mucha gente, entre noventa mil y cien mil personas… Fue un concierto bastante interesante.
PREGUNTA: ¿Tienes pensado hacer algo al margen de Supertramp, por ejemplo dedicarte a la producción artística de otros músicos?
JOHN: Me gustaría grabar un álbum en solitario.
PREGUNTA: ¿Quiénes son tus saxofonistas preferidos?
JOHN: Estoy muy interesado por el jazz. Me encantan Charlie Parker, John Coltrane y, sobre todo, Sonny Rollins, que es mi favorito.
PREGUNTA: Supertramp es un grupo famoso por la gran calidad de sus grabaciones y del concepto artístico de sus discos… ¿Quién es el principal responsable de ello?
JOHN: Los principales responsables somos nosotros, el mismo grupo. Tenemos unos técnicos muy buenos, pero nosotros también nos involucramos en ese tipo de trabajo. Y también dedicamos mucho tiempo a las portadas de los discos, porque consideramos que se trata de algo muy importante. Pero sobre todo nos ocupamos de la calidad de la música.
PREGUNTA: Recientemente habéis rodado un vídeo-clip del tema “It’s raining again” en el que vosotros participáis como actores. ¿Qué puedes contarnos al respecto?
JOHN: Bueno, decidimos no hacer un vídeo en el que simplemente apareciese el grupo tocando delante de las cámaras. Queríamos contar una pequeña historia. Russell Mulcahey, que había rodado algunos vídeo-clips bastante buenos para gente como Kim Karnes, Rod Stewart y Elton John, escribió un guión según el cual una chica se marcha de una ciudad pequeña para conocer Hollywood, su novio la sigue hasta allí y cuando la encuentra ella se ha dado cuenta de que en la gran ciudad no es oro todo lo que reluce. Los miembros del grupo interpretamos papeles secundarios.
PREGUNTA: Ha sido un placer tenerte con nosotros. Muchas gracias, John.
JOHN: No hay de qué. Para mí ha sido un honor estar en “L’Echo des Bananes”.
