Yves Bigot, de la revista musical francesa "Guitare & Claviers", entrevistó al líder de Supertramp tras la publicación del álbum "Brother where you bound".


Roger Hodgson consiguió que Supertramp alcanzase la categoría de banda de primer nivel. Sin embargo, sus discrepancias con Rick Davies respecto a la esencia de Supertramp le llevaron a abandonar el grupo el año pasado. Entonces Hodgson nos contó por qué, y ahora es Davies quien abandona su legendario silencio, no sólo para dar su opinión sobre la separación sino también para defender al nuevo Supertramp a la vez que critica a la prensa inglesa.

En 1979, en pleno apogeo del grupo, yo me incorporé junto a Michele Abraham a la gira de “Breakfast in America” en Noruega para preparar un especial sobre Supertramp destinado a promocionar en Europe1 los conciertos que darían vida al álbum "Paris”. Estuvimos entonces con el bajista Dougie Thomson (un buen tío) y con el batería americano Bob Siebenberg (que nos anunció un álbum en solitario que nunca apareció, lo cual probablemente sea de agradecer).

También estuvimos con el afable Roger Hodgson (budista, vegetariano y chico para todo de Supertramp), que era el responsable de los teclados (salvo algunas partes de piano), de las guitarras, de las mejores melodías, de las letras menos malas, de las voces más hermosas, de casi todos los éxitos y de gran parte de la producción. En cambio, no hubo forma de verle el pelo, y menos aún de sacarle unas palabras, a Rick Davies, “el oso”, descrito por los demás como alguien solitario, arisco y gruñón, pero tan íntegro y con tanto talento...

Tres años más tarde, cuando se publicó el álbum "Famous last words", el motociclista saxofonista John Helliwell, y el siempre laborioso Thomson fueron los únicos enviados al Hotel Crillon de París para encargarse de la promoción. Por supuesto, se mostraron evasivos y no evidenciaron mucho interés, algo que no se les podía reprochar puesto que ellos eran, de hecho, los primeros en sentirse incómodos.

Aquel álbum, ensamblado en el último momento a partir de canciones muy diversas y de un disco nunca publicado al ser renegado por Hodgson, mostraba más que nunca que en realidad había dos Supertramp diferentes y a partir de entonces incompatibles: el de cada uno de sus fundadores, cantantes y compositores, que por supuesto no tenían ningunas ganas de dar explicaciones al respecto.

Así que no me sorprendí pero sí me alegré (de la exclusiva, no del resultado) cuando Hodgson me reveló antes del concierto en el Parc de Sceaux que ya había dejado Supertramp, tanto por razones ideológicas como musicales. Sin él, no habría más "Hide in your shell", ni "Dreamer", ni “ The logical song", ni "It's raining again"… ¿Tampoco habría más Supertramp?

Esa es la pregunta a la que Davies ha tenido que responder con "Brother where you bound", un álbum tan ambicioso como desordenado, tan atrevido como torpe, tan generoso como amargo, tan lleno de cualidades como miserable. Su éxito relativo (salvo en Francia, donde ha estado durante tres meses en el Top 20, alcanzando incluso los primeros puestos) ha obligado al ermitaño a afeitar su pelaje facial y a hablar por fin antes de iniciar una gigantesca gira europea, que pasará por Francia en Enero y Febrero.


PREGUNTA: Esta vez os jugáis el todo por el todo, ¿no?

RICK: Está claro. Ahora se trata de un nuevo Supertramp. Estamos muy satisfechos con nuestra música y esperamos el veredicto del público mientras intentamos contener la respiración.

PREGUNTA: De ahora en adelante estás solo para componer, cantar, tomar decisiones... ¿Se puede seguir hablando de un grupo?

RICK: ¡Claro que sí! No creo que la música fuese tan buena si me hubiera lanzado yo solo en este proyecto. En cada compás se notan los años que llevamos tocando juntos. No tengo ningunas ganas de dominar la formación, aunque en el futuro buscaré otros compositores e incorporaré a nuevos músicos. Me gustaría que el grupo se ampliase.

PREGUNTA: Actualmente te ves obligado a encargarte de la promoción, algo a lo que te habías negado hasta ahora…

RICK: Como no salimos de gira inmediatamente después de publicar el disco, hemos tenido que cumplir con obligaciones a las que no estoy acostumbrado: aparecer en programas de televisión, de radio, conceder entrevistas... Hasta ahora, mi filosofía personal siempre había sido salir a la carretera y dejar que la música hablase por sí misma. Esta vez, primero hemos tenido que dar a conocer la nueva cara de Supertramp antes de pensar en salir de gira.

PREGUNTA: ¿Cómo has enfocado este disco, sobre el que están puestas todas las miradas?

RICK: La parte principal es esa larga pieza, "Brother where you bound", que le da título al álbum. La compuse hace cuatro o cinco años, e intentamos incluirla en discos anteriores pero no lo logramos. Era imposible combinarla con temas pop mucho más ligeros. Imagínate "Brother where you bound" seguido por "It's raining again"… ¡Sería ridículo! Yo sabía que si un día Roger se marchaba esta canción sería la columna vertebral de mi siguiente trabajo. Con ella ya tendría preparada una cara del disco, por así decirlo. Y la otra cara habría que rellenarla con canciones más comerciales, que fueran compatibles con lo que piden las emisoras de radio.

PREGUNTA: En realidad, inicialmente estaba previsto que "Brother where you bound" formase parte del álbum "Famous last words"… ¿No es así?

RICK: Sí, pero habíamos grabado una versión que no nos convenía.

PREGUNTA: Roger me dijo que uno de los motivos por los que se marchó era porque no soportaba este tema…

RICK: ¿En serio? Ahora me entero... Bueno, da igual. ¿Por qué se fue Roger? Simplemente creo que cada uno elegimos seguir nuestro camino de una forma más firme que anteriormente. Nos cansamos de tener que ponernos de acuerdo. Al principio eso iba a nuestro favor, pero con el éxito y con el aumento de la confianza en nosotros mismos ambos quisimos controlar todo a nuestra manera. Y resultó que teníamos opiniones contrapuestas respecto a los progresos que debíamos hacer.

PREGUNTA: Escuchando por una parte el álbum en solitario de Roger "In the eye of the storm" y por otra lo nuevo de Supertramp, lo más curioso es que a nivel musical cada uno de los dos podría haber contribuido en el trabajo del otro, mientras que en "Famous last words" vuestras composiciones divergían...

RICK: ¡Pues me alegro de que sigamos sonando a Supertramp! Aunque no sé si en el caso de Roger eso puede considerarse un éxito... Pero está claro que ambos éramos los responsables del sonido y el estilo del grupo, y hagamos lo que hagamos eso no va a cambiar.

PREGUNTA: Para esta gira vais a tener que sustituir a Roger...

RICK: En la gira de promoción que hicimos la pasada primavera ya nos acompañaron dos de los músicos que trabajaron en el álbum: Scott Page al saxo y a la flauta, que ya ha salido de gira con nosotros, y Marty Walsh a la guitarra. Su presencia física demostraba que no eran empleados, sino amigos. Seguramente también participen en las próximas aventuras de Supertramp, y no serán los únicos. También tendremos a Mark Hart acompañándome en los teclados y a Carl Verheyen como segundo guitarrista. En cuanto a los vocalistas, no hemos decidido nada aún.

PREGUNTA: Tus nuevas composiciones dejan más espacio al jazz…

RICK: Sí, escucho mucho jazz, aunque no tengo intención de convertirme en un músico de jazz.

PREGUNTA: ¿Qué puedes contarnos del largo solo de David Gilmour en "Brother where you bound"?

RICK: Esa parte se compuso en el momento de empezar a preparar el tema. Desde el principio ya sonaba mucho a Pink Floyd. Les pedimos a varios guitarristas que imitasen a David Gilmour, hasta que un día alguien nos dijo que lo mejor sería dirigirse directamente a él. Así que le mandamos una cinta, que le gustó, y quince días después estaba grabando ese solo con nosotros.

PREGUNTA: ¿Cómo se sigue atreviendo alguien a componer una canción de dieciséis minutos en el año 1985?

RICK: En ningún momento me dije “¡Hagamos una obra maestra!”. Es un tema que se fue desarrollando y adquirió una dimensión que yo no me había imaginado en un principio. Cuenta la historia de un tipo que está convencido de que es el único en darse cuenta de que América está controlada por elementos terroristas y comunistas. Y entonces empieza a interpretar todas las informaciones bajo ese prisma: el Boeing surcoreano, la invasión de Afganistán, la situación en Centro América...Todo aquello que está relacionado con los soviéticos. Se come mucho el coco y empieza a delirar por completo. Al final de la canción, ya no se sabe si tiene razón o si se ha vuelto completamente loco.

PREGUNTA: En realidad la verdadera sorpresa de este álbum no es "Brother where you bound", que se asimila a temas como "Fool's overture", sino más bien el primer single, "Cannonball", que va dirigido a las discotecas…

RICK: Eso es “Discotramp”, creo yo... Apenas se nos identifica con esa música. Pero nos gustaba mucho ese tema, algo muy poco habitual por nuestra parte. Si no varías un poco, te vuelves pesado.

PREGUNTA: Tus raíces musicales parecen remontarse a los años 50…

RICK: Sí, al rhythm and blues de aquella época: Fats Domino, Chuck Berry... El tema que más me impactó, hasta el punto de querer convertirme en músico, fue "Drumming Man", de Gene Krupa, algo  muy original para ser de 1938. Mis padres tenían ese disco y yo lo escuché hasta desgastarlo. Y me gustan bastantes cosas del jazz. Mi héroe es Horace Silver, que lleva treinta años con la misma compañía discográfica. Está convencido de que vender cinco mil ejemplares ya supone un enorme éxito.

PREGUNTA: Tu estilo me hace pensar que también te ha debido gustar mucho Traffic…

RICK: Efectivamente. En la época en la que estábamos formando el grupo Roger y yo, Traffic representaba nuestra influencia común. Grupos como ese fueron los que hicieron posible a Supertramp. No iban de estrellas, no bailaban ninguna coreografía sofisticada… Se concentraban únicamente en la música que tocaban. Traffic, Procol Harum, Spooky Tooth… Aquella fue una época formidable en Inglaterra. Esas bandas eran excelentes y al mismo tiempo muy populares.

PREGUNTA: ¿No te molesta que Supertramp se haya convertido en algo muy grande en todas partes salvo en su propio país?

RICK: Bueno, la prensa inglesa no existe en ningún otro sitio...

PREGUNTA: ¿Qué deseas para el nuevo Supertramp?

RICK: Me gustaría que obtuviera reconocimiento, pero que también adquiriese nuevamente ese frescor que poseía en la época de "Crime of the century". Quiero más vitalidad, más agresividad, más vigor…

PREGUNTA: Antes dijiste que te gustaría introducir nuevos elementos en la banda… ¿Acaso te asusta tener que asumir todas las responsabilidades de un verdadero líder?

RICK: Creo que no me gusta demasiado la presión que eso supone. Con Roger asumíamos ese yugo por turnos. Me gustan los retos, pero me parece insoportable que los demás músicos, mi entorno y todos mis empleados dependan de mí, y estén ahí esperando que con cada canción consigamos el éxito que les salvará…

PREGUNTA: ¿Está dedicada a Roger la canción "Ever open door", esa bonita balada que cierra el nuevo álbum?

RICK: ¡Qué va! Esa canción tiene muchos años. Es de cuando Roger y yo aún componíamos juntos. Debe tener unos diez años.

PREGUNTA: Tú eres un pianista a la antigua, más que un teclista al uso…

RICK: Pues sí. Las sensaciones que aporta un verdadero instrumento acústico son casi insustituibles. Es cierto que siempre hemos utilizado sintetizadores y programaciones, pero siempre lo hemos hecho con cierto control. Están muy presentes en nuestro último álbum, pero para un trombón o un xilófono prefiero utilizar los instrumentos auténticos. Los sintetizadores los empleamos únicamente para sonidos que sólo ellos pueden producir. Ya veremos cuando salgamos al escenario si aún seguimos siendo un verdadero grupo.

PREGUNTA: ¿Cómo va a ser la nueva gira?

RICK: El espectáculo durará dos horas y girará en torno a nuestro último álbum, añadiendo algunas de mis viejas canciones como "Goodbye stranger" y "Bloody well right". No interpretaremos ninguna de las composiciones de Roger, así que los fans están avisados: va a ser algo diferente. Si vienen al concierto esperando escuchar "Dreamer", se van a quedar con las ganas.

PREGUNTA: ¿Qué recuerdos conservas del concierto en el Parc de Sceaux en París hace un par de años?

RICK: Tengo muchos, empezando por aquella terrible tormenta, con ese pobre muchacho intentando acabar de montar el escenario en medio de los relámpagos... Yo estaba cagado de miedo por él. Me acuerdo de que nos robaron dinero en el camerino y vino la policía, con una especie de Inspector Clouseau que no daba ni una. Y también recuerdo que Yannick Noah vino a vernos después de su victoria en el torneo de Roland Garros… Y luego, después del concierto, nos tuvo que escoltar la policía. Los motoristas iban escupiendo sobre los coches de nuestros fans y les insultaban para que se apartaran… Aquello fue increíble. Visto desde el escenario, el espectáculo fue como un sueño: todo aquel gentío, el castillo, los jardines iluminados...

PREGUNTA: La banda parecía estar muy relajada durante esa gira…

RICK: Seguramente. Sabíamos que Roger iba a dejarnos. El ya estaba intentando convertirse en un individuo aparte, lo cual generaba mucha energía. Cada uno de nosotros pensaba en su futuro. Poco a poco, aquello se fue transformando en una competencia entre nosotros, algo que aborrezco, pero lo cierto es que el espectáculo se benefició de ello. En ese aspecto, aquella gira fue la más lograda de nuestra historia.