Reportaje publicado por Grant Kerr, del diario canadiense "Telegraph Journal", con motivo de la parte americana de la gira "One more for the road".

Han pasado 23 años desde el álbum de mayor éxito internacional de Supertramp, “Breakfast in America”. Han pasado 20 años desde que el quinteto británico grabó su último álbum con su configuración de músicos original. Y han pasado 17 años desde que el grupo consiguió su último éxito relevante, “Cannonball”, de su disco de 1985 “Brother where you bound”.
 
En los años siguientes, la banda sólo ha publicado tres discos con nuevo material: “Free as a bird” (1987), “Some things never change” (1997) y un nuevo álbum con nueve canciones, “Slow motion”.
 
El miembro fundador Rick Davies y Supertramp han seguido avanzando a pesar de las deserciones, los cambios en la formación y la ausencia de éxitos durante todos esos años, sin contar una década de inactividad entre 1987 y 1997.
 
El cantautor y su banda de siete músicos arrancarán su primera gira norteamericana en cinco años el día 20 de Agosto en el estadio Mile One de St. John’s. Después de tocar en el Metro Centre de Halifax el día 22, Supertramp actuará el día 23 en el estadio Saint John’s de Harbour y el día 24 en el coliseo de Moncton.
 
Junto a Davies estarán los miembros originales John Helliwell al saxofón y Bob Siebenberg a la batería, y cuatro músicos más. Cliff Hugo reemplazará a Dougie Thomson al bajo, y otros dos músicos harán el papel del cantante y compositor ausente Roger Hodgson, que fue el responsable de los mayores éxitos del grupo. Mark Hart tocará la guitarra y los teclados, y Carl Verheyen la guitarra. Para redondear la banda estará el percusionista Jesse Siebenberg, hijo de Bob.
 
Rick Davies explica sus largos períodos de silencio que transcurren entre álbum y álbum y entre gira y gira de la siguiente forma: “Cuando llevas ahí 30 años, tiendes a ir más despacio y a tener otra vida fuera de Supertramp. Después de tanto tiempo, es lo único que puedes hacer para que la gente no se harte de ti”.
 
De hecho, Supertramp existe desde 1969, y editó su primer álbum, titulado también “Supertramp”, un año más tarde. A lo largo de la siguiente década, el grupo publicó cinco discos más, vendiendo millones de copias y convirtiéndose en una de las bandas con giras más extensas de todo el planeta. Su música fue vanguardista en su época, mezclando a la perfección lo pegadizo del pop con las pretensiones del rock artístico.
 
Con un éxito tan lejano, hoy en día la banda se lo toma con calma, grabando y saliendo de gira sólo esporádicamente. “Lo hacemos sobre la marcha”, dice Davies al teléfono desde su casa en East Hampton, Nueva York. “No tenemos una planificación especial. Simplemente todavía nos queda música que ofrecer, tenemos salud y nos gusta salir a tocar de vez en cuando”.
 
Simplemente eso. Aun así, no debe resultar fácil ser un grupo que intenta promocionar un álbum distribuyéndolo tan sólo a través de su página web y sin apenas apoyo radiofónico.
 
Davies no se anda por las ramas. Es algo duro, especialmente cuando los éxitos del grupo de anteriores décadas siguen emitiéndose continuamente por la radio, lo que significa que no hay sitio para sus nuevas canciones. Lo único que pueden hacer es echarse a la carretera y llevar su música hasta el público a la antigua usanza.
 
“Ahora es difícil para cualquier grupo de nuestra época, sobre todo con la existencia de la MTV y los vídeos. Afortunadamente, tenemos un gran número de fans que todavía nos recuerda. En Europa muchos niños vienen a los conciertos a disfrutar de la música que suelen escuchar sus padres”.
 
Supertramp acaba de finalizar una gira por Europa. Después de un breve descanso actuarán por estos lares, tocando canciones de “Slow motion” y de su extenso catálogo. Varios de los temas de “Slow motion”, como el que da título al disco, tienen el sonido clásico Supertramp liderado por el piano eléctrico de Davies. Y cuando el saxo tenor de John Helliwell entra en escena para hacer un solo, da la impresión de que el grupo no ha perdido el compás durante su larga ausencia.
 
Otras canciones incluyen tópicos del grupo de toda la vida. Incluso “Sting in the tail” arranca con unas notas de armónica que recuerdan a “School”, del álbum “Crime of the century” de 1974, uno de los mejores de la banda.
 
Davies dice que ese sonido Supertramp se debe simplemente a su forma de componer, y que no hay ninguna intención de recaudar dinero basándose en glorias del pasado. “Cuando me pongo a componer, me siento delante del piano, el sintetizador o el Wurlitzer. Y esa música es la que surge”.
 
Davies, por supuesto, es actualmente el principal compositor del grupo. Cuando Hodgson, que era quien componía y cantaba los mayores éxitos del grupo, se marchó en 1983, se planteó un gran interrogante sobre el futuro de la banda. “La cuestión era: ¿somos los demás lo suficientemente fuertes como para seguir adelante o esto es el fin?”, dice Davies.
 
Obviamente la respuesta fue que sí eran capaces de seguir adelante, aunque Davies contesta a las preguntas sobre Hodgson con lo que parece ser un tono de pesadumbre y resignación. Después de todo, siempre será imposible para Supertramp huir del fantasma de Hodgson, ya que su voz aguda era la que se oía en la mayoría de los éxitos del grupo: “Give a little bit”, “The logical song”, “Dreamer”, “Take the long way home”, “Fool’s overture”, “Breakfast in America”, “School”, etc.
 
Davies dice que desde 1974, cuando publicaron su primer álbum de éxito, Hodgson siempre se estaba quejando de formar parte de la banda. “Desde ‘Crime of the century’ él siempre estaba hablando de ruptura. Tenía una profesión que la mayoría de la gente habría dado un brazo por tener y se dedicaba a discutir sobre si debía estar allí o no”.
 
Supertramp grabó su álbum de mayor éxito comercial, “Breakfast in America”, en 1979. Cuatro años después, Hodgson dejó el grupo tras un triunfal disco doble en directo (“Paris”) y un mediocre álbum de estudio, “Famous last words”. El título del disco resultaría profético ya que Hodgson se marchó poco después de la consiguiente gira.
 
Davies todavía parece presa de la amargura y la confusión por aquella separación. “Estábamos en nuestro mejor momento, él quería marcharse y para mí aquello no tenía ningún sentido”.
 
La banda renunció a las canciones de Hodgson durante años, pero finalmente empezó a tocar algunos de sus viejos éxitos, con nuevos músicos encargándose de las partes vocales. “Incluimos algunas de sus canciones”, dice Davies. “Sí, lo hacemos con gusto”.
 
Davies dice que esa decisión no fue nada fácil. “Nos llevó tiempo decidirnos. Pero cuando estás en el escenario durante dos horas, esos diez minutos le conceden un descanso al público”.
 
Al preguntarle si los fans darán por bien empleado su dinero cuando los sustitutos de Hodgson canten sus canciones, Davies les plantea un reto, si puede llamarse así: “Que vengan a vernos”.