Reportaje publicado en el diario "Canarias 7" sobre el concierto ofrecido por Roger Hodgson en Las Palmas.

El que fue cabeza pensante junto a Rick Davies de Supertramp, invitó este domingo al público canario a un ejercicio de pudor: despojó de ropajes a sus grandes éxitos y los mostró tal como los parió, para regocijo de un auditorio que recreaba en sus mentes todos los instrumentos que faltaban a grandes himnos atemporales como 'Breakfast in America' o 'School'.

El que ya tuviera al público en el bolsillo antes de pisar el escenario no quita que Roger diera un gran concierto más allá de la larga sombra de Supertramp. Las canciones desnudas, tan solo maquilladas con la profesionalidad de un músico acompañante que tanto le daba al saxo como a la harmónica o los teclados, tomaban otra dimensión en el Auditorio Alfredo Kraus.

Bien es verdad que la magia de Supertramp, además de por sus grandes temas, está en las ricas orquestaciones y arreglos de una banda que forjó su pop para adultos cuando el rock sinfónico era la norma. Pero tan grabadas están en la mente de sus fans estas canciones que ayer no era raro ver a unos cuantos tocando la batería imaginaria o tarareando los coros.

Hodgson salió al escenario con su mítica camisa de mangas anchas al más puro estilo gitano, de blanco impoluto contrastando con sus pantalones negros. Saludó sonriente advirtiendo de que tocaría las canciones que hizo antes, durante y después de Supertramp, asegurando risueño que estaba feliz de poder estar en Las Palmas después de que familiares y amigos ingleses que han visitado las Islas le contaran las maravillas de esta tierra.

Se sentó al teclado para empezar a desgranar las notas de 'Take a long way home' ante el regocijo general. Después espetó al público si le sonaba el disco 'Crime of the century' (su primer éxito de ventas) que provocó las risas de la gente antes de tocar 'Hide in your shell'.

Hodgson se permitió sólo algunas concesiones a su repertorio en solitario, básicamente al piano y que pecaban de excesiva introspección. Pero cualquier atisbo de aburrimiento lo tapaba con un gran humor, como cuando pedía a su músico acompañante que tradujera al español las presentaciones de las canciones.

El artista midió bien el ritmo del concierto y dedicó su parte central a su material más desconocido para volver de nuevo a grandes temas como 'The logical Song' o 'Two of Us'. El final, apoteósico: 'Dreamer' y la famosa 'It´s raining again', que confesó compuso en plena naturaleza mientras le llovía encima, cerraron el concierto con una ovación tan grande (con el pío pío incluido) que obligaron a salir de nuevo a Hogdson.

Y en los bises tenía su as en la manga, tocó junto a su músico acompañante una gran versión en acústico de uno de sus mejores temas, 'School' y cerró con todo el público desgañitándose al son de los acordes de 'Give a little bit'. Hodgson se dirigió al público asegurando que se sorprendía del calor y el corazón de los canarios, y esperó que todos se hubiesen divertido tanto como se había divertido él.

Sin duda, la cerrada ovación del público, más tiempo de pie que sentado durante el concierto, es la prueba fidedigna de que así fue, y a juzgar por la amplia sonrisa del cantante, cabe esperar que se irá de Canarias sin olvidar el calor de su gente.