Después de una semana de sesiones en el juicio celebrado en la corte federal de California por la demanda que Dougie Thomson, Bob Siebenberg y John Helliwell presentaron contra él en 2021, el cofundador de Supertramp ha sido eximido de tener que seguir abonándoles una parte de sus regalías de composición.

Los ocho miembros del jurado han estimado por unanimidad que el acuerdo firmado en 1977 por el que Rick Davies y Roger Hodgson compartían sus ‘royalties’ como autores de las canciones con el resto de integrantes del grupo no era a perpetuidad, y que cuando Hodgson dejó de efectuar esos pagos en 2018 ya había pasado un tiempo "razonable".

Así pues, Hodgson no tendrá que desembolsar los 1,3 millones de dólares que Thomson, Siebenberg y Helliwell le reclamaban en concepto de atrasos, daños y perjuicios. El abogado de la parte demandante, David Given, se ha mostrado contrariado por el desenlace del juicio y ha asegurado que recurrirá el fallo.

Mientras tanto, Alan Gutman, el letrado de la defensa, se ha felicitado por la decisión del jurado asegurando que los otros tres músicos “no compusieron ni una sola melodía ni un sola letra” de ninguna de esas canciones, y además de haber percibido todo ese dinero adicional durante tantos años ganaban lo mismo que Hodgson en lo que respecta a ventas de discos y actuaciones en directo.

Este es un resumen de las diferentes comparecencias que han tenido lugar durante la vista presidida por el juez Andre Birotte Jr.:

PRIMER DIA (martes 20 de febrero)
El abogado de Dougie, Bob y John hizo la presentación del caso, relatando que, aunque Supertramp se fundó en 1969, no consiguió triunfar hasta que sus clientes se unieron al grupo. Añadió que en la época comprendida entre 1973 y 1983 Rick y Roger compusieron todas las canciones de Supertramp, pero en 1977 firmaron un documento por el que accedían a compartir las regalías de composición con los otros tres músicos de la banda, y que en otros acuerdos posteriores también se contempló esa circunstancia.
Contó que esos pagos de regalías se vinieron realizando puntualmente desde entonces a una media de 100.000 dólares al año para cada uno de los demandantes, pero dejaron de producirse en 2018 por lo que respecta a Roger y en 2019 por lo que respecta a Rick. Después de un período de un par de años intentando solucionar el problema sin éxito, en el verano de 2021 Dougie, Bob y John presentaron la correspondiente demanda contra ellos y contra Delicate Music, la editorial de la que ambos son socios y a través de la cual se gestionaban esos pagos.
Además se mencionó que Rick había llegado a un arreglo con los demandantes y por tanto no sería necesario que compareciera en el juicio. Y se dijo que, aunque inicialmente Universal Music y la A.S.C.A.P. (Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores) también habían sido demandadas, fueron apartadas del caso ya que se estimó que no tenían ninguna responsabilidad. También se señaló que Dave Margereson inició una causa similar contra Rick y Roger por el mismo motivo, pero que en 2023 quedó archivada tras alcanzarse un acuerdo entre las partes.
En sus alegaciones, el abogado de Roger dijo que en ninguno de los documentos firmados se establece que el pago de las regalías sería a perpetuidad. También usó el título de la canción “Give a Little Bit” para decir que a lo largo de los años su cliente no les había dado un poco de dinero, sino mucho. Aseguró que en 1977 Roger y Rick accedieron a compartir una parte de sus regalías porque Dougie, Bob y John apenas estaban ganando dinero con los discos ni las giras, pero esa medida solo era provisional hasta que percibiesen otros ingresos.

SEGUNDO DIA (miércoles 21 de febrero)
Bob, Dougie y John declararon por turnos para contar más o menos la misma historia: que entraron en Supertramp poco antes de grabar “Crime of the Century” y que, pese a que en 1977 ya habían alcanzado un gran éxito a nivel mundial, su situación económica no había mejorado porque la compañía discográfica A&M Records se quedaba con millones de dólares por las ventas de discos y de entradas. Mientras tanto, a Rick y Roger les iba bastante bien gracias a las regalías de composición.
Aquello no le parecía justo a Bob, porque la gente no iba a ver un concierto de Rick y Roger, sino de Supertramp, que era una gran banda en directo. Por eso, durante una reunión en la que Roger dijo que “quería una banda feliz”, tanto él como Rick accedieron a compartir esos ‘royalties’. Según explicó Bob, ese reparto no era temporal sino permanente, y manifestó que recordaba muy bien cuándo recibió el primer pago ya que con ese dinero se compró un coche.
Los tres demandantes coincidieron en que solían realizar importantes aportaciones sobre las canciones que Rick y Roger presentaban en la sala de ensayo, proponiendo arreglos y completando algunas partes inacabadas. Además, indicaron que esa labor no se llevaba a cabo solo en el período anterior a la grabación de un álbum, sino también posteriormente con vistas a presentarlas en directo.
En un momento dado de la comparecencia, el abogado de Roger insistió en que Bob leyera una parte de los contratos firmados sobre el reparto de regalías, preguntándole a continuación varias veces si en algún momento había visto que en ellos estuviese escrito el término “a perpetuidad”, pero ante las continuas protestas del abogado de los demandantes y la mediación del juez tuvo que echarse atrás.

TERCER DIA (jueves 22 de febrero)
Fue llamado a declarar en calidad de testigo Jeff Jampol, un conocido productor, agente, promotor y empresario musical norteamericano que a lo largo de su carrera ha representado a grupos tan famosos como The Doors, Jefferson Airplane y The Mamas & The Papas, además de administrar la herencia de artistas como Jim Morrison, Janis Joplin, Charlie Parker, John Lee Hooker o Juan Gabriel.
Jampol dijo que en la industria musical es bastante habitual que los autores de canciones de una banda de éxito compartan con el resto de miembros las regalías de composición. Afirmó que eso empezó a hacerse a mediados de los años 70 para evitar que se produjesen deserciones en el seno del grupo ya que, con la importante subida de los precios de las entradas para los conciertos, los espectadores protestaban mucho si no veían a alguno de los componentes originales de la formación.
En particular, cuando le preguntaron respecto al caso de Supertramp, Jampol aseguró que el reparto de regalías le parecía algo lógico para conseguir que los miembros de la banda que no componían canciones estuvieran contentos, subrayando que le parecía una “decisión inteligente” cuyo objetivo era claramente mantener al grupo unido.
El abogado de Roger tiró de ironía para desacreditar a Jampol, diciendo que las bandas que él representa ya hace mucho tiempo que dejaron de tener relevancia, que cuando se hizo cargo de ellas ya no estaban formadas por sus miembros originales y que hoy en día el negocio de la música funciona de un modo muy diferente al de los años 70.

CUARTO DIA (viernes 23 de febrero)
Por fin llegó el turno de Roger, que ante la sorpresa de todos los presentes pidió permiso para tocar una de sus guitarras acústicas en el estrado y así mostrar públicamente qué procedimiento suele seguir a la hora de componer música. Inmediatamente el juez se lo prohibió, alegando que en un caso de incumplimiento de contrato eso es irrelevante, que nadie duda de que él es el autor de esas canciones, que estaban en un juicio y no en “MTV Unplugged”, y que si los demandantes también pidieran tocar sus respectivos instrumentos aquello sería un despropósito.
Entonces el abogado de Roger solicitó reproducir un vídeo en el que Roger aparece interpretando algunas de sus canciones, mientras advertía que muchos de los miembros del jurado son bastante jóvenes y probablemente no conocen a Supertramp. De nuevo el juez se negó a ello, diciendo que les había pedido expresamente a los miembros del jurado que dejasen al margen la música de Supertramp y recordándole al letrado que la demanda se refiere a un incumplimiento de contrato.
En su declaración, Roger recordó su infancia en Inglaterra, cuando aprendió a tocar la guitarra siendo un niño, y también cómo conoció a Rick y juntos crearon Supertramp. Al igual que Dougie, Bob y John, Roger también admitió que el contrato de 1977 se firmó para ayudarles a disponer de unos ingresos porque, a pesar de que el grupo ya había logrado triunfar, la compañía de discos se quedaba con la mayoría de los beneficios.
Roger añadió que durante la gira mundial posterior al éxito masivo de "Brekfast in America" comenzaron a producirse ciertas fricciones en la banda, y que aquellos ingresos millonarios por las ventas del disco originaron un distanciamiento entre todos. Además, reconoció que le molestaba mucho que Sue Davies, la esposa de Rick, estuviese cada vez más involucrada en las tareas de gestión de la banda, hasta quedarse al mando de todo cuando él se marchó en 1983. Al contrario que los tres demandantes, que habían declarado que Roger dejó el grupo voluntariamente para emprender una carrera en solitario, él dijo que le habían forzado a tomar esa decisión.
Preguntado por qué, si el reparto de las regalías era solo provisional, no dejó de abonarlas cuando todos se hicieron millonarios con “Breakfast in America” o cuando abandonó Supertramp cuatro años más tarde, Roger declaró que entonces tenía otras prioridades en su vida y que no quería dar lugar a algo como lo que está ocurriendo actualmente. Finalmente argumentó que decidió dejar de compartir esos ‘royalties’ en 2018, cuando algunos de sus derechos legales le fueron revertidos desde la discográfica, y después de que Rick dijera públicamente que nunca más volvería a salir de gira con Supertramp.

ULTIMO DIA (martes 27 de febrero)
En sus alegaciones finales, el abogado de Roger insistió en que su representado ya les había pagado a los demandantes mucho más dinero del que estaba obligado a ceder ya que el acuerdo no era para siempre, y aseguró que el único motivo de la disputa era la codicia, añadiendo la siguiente frase: “Se trata de una manada de lobos que no dejan de acosar a mi cliente por una parte de las regalías de composición relativas a canciones que surgieron de su alma y solo él escribió y desarrolló”.
Como respuesta, el abogado de Dougie, Bob y John se aproximó a ellos y mirándoles preguntó en voz alta: “¿Manada de lobos? ¿Estos tres señores parecen una manada de lobos? Aunque sí coincido en una cosa: el origen de este juicio es la codicia, pero la de alguien que no ha cumplido con lo pactado”. Además, agregó que los acuerdos a perpetuidad son bastante habituales en la industria de la música, y que el contrato de 1977 tiene validez mientras los derechos que generan esas regalías sigan vigentes.
Antes de pedirles a los ocho miembros del jurado popular que se retirasen a deliberar para emitir un veredicto, el juez había señalado que, según su opinión, dado que el contrato de 1977 no indicaba expresamente que el compromiso de reparto de regalías debía ser aplicado a perpetuidad ni establecía una fecha de vencimiento explícita, cualquiera de las partes tenía derecho a rescindirlo después de un “período de tiempo razonable”, que en este caso eran nada menos que 41 años.