Artículo de Cedric Belanger, publicado en el diario canadiense "Le Journal de Quebec" poco antes del comienzo de la gira de Roger Hodgson por esa zona del país.

 

Más de veinticinco años después de haber dejado el grupo en su mejor momento, Roger Hodgson no cierra las puertas a un posible reencuentro sobre el escenario con sus colegas de Supertramp. Embarcado en una carrera en solitario que le hace recorrer el mundo como durante la mejor época de su vieja banda, el cantante inglés sigue manteniendo el contacto con sus antiguos compañeros.

“Ya lo intentamos en 1990 y esa posibilidad siempre está sobre la mesa. Jamás me negaré a ello, pero veremos qué nos depara el futuro”, cuenta Hodgson durante una conversación con este periódico tras su paso por el concurso televisivo ‘Star Academie’ la semana pasada.

Hodgson nunca ha renegado de su pasado en Supertramp, y de hecho el repertorio de sus conciertos está formado en un 75% de las canciones que compuso durante su época en la banda, clásicos que no se cansa de volver a cantar una y otra vez.

Es el caso de ‘Fool’s overture’, ‘Lord is it mine’ y ‘Dreamer’, que según confiesa son sus tres canciones favoritas. “Para mí es un placer tocar todas esas canciones. Conseguir que los fans vuelvan felices a casa me resulta mucho más importante que interpretar mis nuevas composiciones”.

Roger Hodgson afirma que jamás se ha arrepentido de su decisión de abandonar Supertramp para dedicar más tiempo a su familia, e incluso cree que eso le hizo convertirse en un artista mejor. “Es la mejor decisión que podía tomar en aquel momento, y me alegro de haberme apartado por un tiempo de la industria discográfica. Ví crecer a mis hijos y aprendí a ser un buen padre”.

“Tras mi regreso me encuentro mucho mejor que antes. Mi voz, mi espíritu y mi corazón están repletos de energía, y la gente me dice que estoy cantando mejor que nunca. Y ahora disfruto más con mi profesión que cuando formaba parte de Supertramp”.

¿Ahora disfruta más? ¿Por qué? “Porque he aprendido a ser feliz. Antes también intenté encontrar la felicidad con Supertramp, pero ahora soy más viejo y más inteligente, tengo más confianza en mí y me encuentro en paz conmigo mismo. Y la gente lo nota”, asegura.

Hodgson dice que no tiene prisa por grabar un nuevo álbum, aunque el más reciente se remonte al año 2000. “Tengo sesenta canciones pendientes de ser publicadas, y ya las grabaré cuando llegue el momento adecuado. Por ahora, tengo demasiadas peticiones para dar conciertos como para preocuparme de eso”.

“Estoy de gira por todo el mundo continuamente. La gente se muere de ganas por verme y por escuchar mis canciones de siempre, lo cual es maravilloso. Cuando exista un mayor interés por ese material nuevo, grabaré otro disco. De momento, ya estoy cantando algunas de esas canciones inéditas en mis conciertos”.

El público de Quebec podrá disfrutar muy pronto de esos conciertos, pues en el mes de mayo Roger Hodgson visitará Sherbrooke, Montreal y Quebec City. Lo normal es que en las tres ciudades sea recibido calurosamente, dado el afecto que sienten los quebequeses por Supertramp desde hace muchos lustros.

“Para mí ir a Quebec es como volver a casa. Hay una increíble historia de amor entre el público quebequés y Supertramp”, dice el cantante, que no logra explicarse el por qué de esa relación. “Si en Quebec se habla francés, ¿por qué se enamoraron de esas canciones en inglés? Tal vez por las melodías, por el sentimiento o por el ambiente que hay en ellas. Creo que mi sensibilidad tiene un carácter muy francés”.