Juan Lago y Abel Fuentes entrevistaron en exclusiva para THE LOGICAL WEB al que fuera principal responsable de la logística de Supertramp durante varias giras de los años 70 y 80, además de colaborador habitual de la banda en el estudio.



TLW: ¿Cuándo y dónde naciste?

GREG: Nací en la Nochevieja de 1954, en Long Beach, California.

TLW: Según nuestras notas, trabajaste durante casi una década como responsable de la logística de Supertramp… ¿Es correcto?

GREG: Sí, trabajé para la banda entre 1979 y 1988. Yo fui el único estadounidense que tuvieron en nómina a tiempo completo durante dicho período.

TLW: ¿En qué consistía tu trabajo exactamente?

GREG: Durante las giras, con el apoyo de nuestro equipo de seguridad, yo me encargaba del transporte de toda la banda y su séquito. El trabajo consistía en organizar los viajes desde su casa hasta el aeropuerto, del aeropuerto al hotel, del hotel al recinto donde tocaran, del recinto al hotel o al aeropuerto y el regreso a casa. Yo coordinaba toda la logística relativa al equipaje de la banda y su séquito con las líneas aéreas y los hoteles.

TLW: ¿Cuáles eran tus tareas en los recintos donde tocaba el grupo?

GREG: En los recintos yo era el responsable de los camerinos y el punto de encuentro para invitados y familiares, asegurándome de que el promotor de cada concierto cubriera las necesidades personales de todos y cada uno de los miembros del equipo. También era el responsable del almacenaje, el mantenimiento y la limpieza del vestuario que se utilizaba en las actuaciones.

TLW: ¿Tenías alguna responsabilidad sobre el escenario?

GREG: Sobre el escenario yo era el responsable de proporcionar y asegurar que cada miembro del grupo tuviera a su disposición bebidas, cigarrillos y toallas para secarse el sudor resultante de su exposición a los focos. Durante el concierto, era habitual que yo representase al personaje de presidiario en “Fool’s Overture” o el de americano paranoico en “Brother where you bound”. También hice de bañista bajo la inconfundible sombrilla amarilla de la portada del “Crisis? What crisis?”.

PREGUNTA: ¿Qué otros personajes solían aparecer en escena durante “Brother where you bound”? Nunca hemos visto una interpretación en directo de esa canción…

GREG: Durante la ejecución de “Brother where you bound”, la música llegaba a un punto en el que algunos focos iluminaban al público simulando que buscaban a alguien que se había fugado, y ese no era otro que el americano paranoico al que yo interpretaba. Antes del concierto, yo me ponía de acuerdo con el responsable de iluminación respecto al lugar donde me tenía que colocar entre el público. Además, había otros dos miembros del equipo técnico que se disfrazaban de agentes de la KGB y también se mezclaban entre los espectadores. En la parte culminante de la canción, los focos me iluminaban a mí y entonces yo salía corriendo entre el público en dirección al escenario, donde los agentes de la KGB me atrapaban.

PREGUNTA: ¿Y qué ocurría al llegar al escenario?

GREG: Sobre el escenario representábamos una pelea en la que yo dejaba aturdidos a los agentes de la KGB y conseguía escapar, abandonando el escenario a toda prisa. En ese momento se proyectaba una película en la que se veía al fugitivo huyendo en busca de su libertad y un lugar seguro.

PREGUNTA: ¿Nunca tuvisteis ningún problema al representar ese número entre el público?

GREG: Un incidente desafortunado tuvo lugar durante una actuación en Madrid, cuando nuestra comunicación con el promotor y con la seguridad del concierto no fue buena. Mientras interpretaba mi papel, fui interceptado por los miembros de seguridad del local, que creyeron que yo suponía una amenaza para la banda. Me tiraron al suelo y los dos compañeros que hacían de agentes de la KGB tuvieron que echarme una mano en mi intento de explicarles que aquello formaba parte del espectáculo. Tuvimos que improvisar sobre la marcha y yo sufrí algunas contusiones. Quedó tan bien lo de añadir algo de realismo al espectáculo que la banda pensó que a partir de entonces era mejor no avisar a la seguridad de cada concierto sobre esta parte de la actuación. Evidentemente, a mí no me pareció una buena idea...

TLW: ¿A qué dedicabas tu tiempo cuando la banda no estaba de gira?

GREG: Entre giras, y en el estudio de grabación, trabajaba como técnico junto a Ian Lloyd-Bisley, Norman Hall, Pete Henderson y Russel Pope, construyendo pantallas acústicas, montando y reparando instrumentos, proporcionando componentes electrónicos y equipos necesarios para las grabaciones, y abasteciendo el estudio con las bebidas y tentempiés que me solicitaban. También daba soporte técnico a los equipos de grabación y reproducción personales que los miembros de la banda tenían en sus casas.

TLW: ¿Cómo empezaste a trabajar en el negocio de la música?

GREG: En 1976 me contrató A&M Records para trabajar en Hollywood, California. Tres años después formé parte de un equipo que se encargaba de la promoción del álbum “Breakfast in America” entre las emisoras de radio. Desarrollamos un paquete promocional llamado “Supertramp: The Collected Works” que consistía en el catálogo completo de la banda hasta la fecha.

TLW: ¿Cómo entraste en Supertramp después de aquel trabajo?

GREG: En el verano de 1979, el sobrino de Herb Alpert (la “A” de A&M Records), Derrick Alpert, necesitaba un trabajo. Escogió el mío y me despidieron. Charly Prevost y Dave Margereson, que estaban en Mismanagement, la compañía de representación de Supertramp, me ofrecieron un puesto como empleado de la banda durante la gira europea de “Breakfast in America”. Me presentaron a los miembros del grupo y el resto es historia.

TLW: ¿Habías trabajado para otras bandas antes de unirte a Supertramp?

GREG: Antes había hecho algunos trabajos para Pablo Cruise, The Tubes, Styx, Herb Alpert y The Carpenters, pero siempre como empleado de A&M Records.

TLW: ¿Por qué dejaste de trabajar para Supertramp?
 
GREG: Mi último trabajo con Supertramp fue el Festival Hollywood en Sao Paulo y Rio de Janeiro, Brasil, en 1988. Sue Davies (la mujer de Rick), que era la representante del grupo, me había pedido que me ocupara del traslado de los miembros de la banda para esos conciertos. Ella iba a encontrarse conmigo en el mostrador de facturación antes de nuestro vuelo a Brasil. Yo tenía que recoger a Bob Siebenberg de otro vuelo y llevarle hasta allí. El vuelo de Bob llegó con retraso y el tráfico estaba colapsado en el aeropuerto de Los Angeles, así que llegar a tiempo a nuestra terminal requería que yo condujese el coche por la mediana y sobre zonas peatonales, poniendo en peligro mi vida, la de mi familia (esposa e hijo) y la de Bob.

TLW: ¿Qué ocurrió entonces?

GREG: Cuando Bob y yo llegamos al punto de encuentro, Sue estaba muy enfadada porque habíamos llegado tarde y yo no había podido encargarme de la facturación. Me dijo que debería haber dejado a Bob que llegara por su cuenta, pues así ella no habría tenido que hacer mi trabajo. Me echó una bronca enorme delante de la banda y el resto de miembros del equipo, creando una situación muy embarazosa para todos. Entonces me dirigí hacia la cinta transportadora, recogí mi equipaje y les dije a todos que me marchaba. Ellos me suplicaron que reconsiderase mi postura y Sue me pidió perdón. Pero supe que aquello era el punto final a mi trabajo con la banda, así que hice los conciertos de Brasil y allí acabó todo.

TLW: ¿En qué has estado trabajando desde entonces?

GREG: Tras regresar de la gira de “Famous last words”, mi esposa Kary y yo engendramos un bebé, así que desde 1984, con el nacimiento de mi único hijo Quinn, mis prioridades habían cambiado. Me hice socio de una empresa de iluminación que proporcionaba equipos a la industria del ocio, a la industria aeroespacial, a la NASA y a instalaciones arquitectónicas. Entre 1986 y 1988 hice una transición de Supertramp a Arc Lighting, y después creé una compañía de efectos especiales, Arc Efx, y compré todas las acciones a mis otros socios, convirtiéndome en el único propietario de Arc Lighting y Arc Light Efx. En 1998 me ofrecieron adquirir una parte de Xenotech y fui nombrado vicepresidente de Xenotech Strong, vicepresidente de Strong Entertainment Lighting y finalmente director general de Xenotech Strong. En 2002 compré Xenotech y le cambié el nombre por el de Arc Light Efx. Todavía sigue siendo un negocio muy rentable.

TLW: ¿Cuál fue tu mejor momento en Supertramp?

GREG: Cuando sentía que formaba parte de la mejor organización del mundo durante la gira de “Breakfast in America” por Europa. Fue una auténtica bendición y un regalo de Dios poder vivir esa experiencia. Aquello me proporcionó una visión del mundo que muy pocos pueden entender.

TLW: ¿Y el peor?

GREG: Los peores momentos eran siempre los vuelos de regreso a casa a la conclusión de cada gira, porque pensaba que jamás experimentaría otra vez algo así en el resto de mi vida y sabía que Roger Hodgson y Rick Davies ya no volverían a estar en la misma onda.

TLW: ¿Recuerdas algo especial de tus visitas a España?

GREG: Recuerdo que una vez durante nuestra estancia en Madrid había protestas de carácter político, y nuestro hotel estaba muy cerca de una de las manifestaciones que se hacían en las calles. Cuando salí a echar un vistazo, una multitud estaba siendo dispersada por policías a caballo que iban cargando en dirección hacia mí. Me eché a correr temiendo por mi seguridad, pero después se me ocurrió sacar mi tarjeta de identificación de la gira de Supertramp para enseñársela a la Policía. Ellos se limitaron a pasar junto a mí sobre sus caballos, sin producirme ninguna herida ni contusión… Barcelona y San Sebastián son mis dos ciudades favoritas. ¡Y me encanta la paella! Pedíamos montones de paella para nuestras comidas.

TLW: ¿Cuál es, en tu opinión, la razón por la que Supertramp se separó en 1983, cuando la banda tenía tanto éxito?

GREG: Reflexionando retrospectivamente sobre el éxito del grupo en los años 70 y 80, yo lo atribuiría al deseo, la experiencia, las ganas, la ambición, el sacrificio, la confianza, el honor y el talento de un colectivo de personas que primero se hicieron amigos y después formaron una especie de familia. En mi opinión, en realidad la banda se desintegró después de la gira de “Breakfast in America”.

TLW: ¿Por qué?

GREG: La tensión y la falta de armonía entre Rick y Roger durante las grabaciones de “Famous last words” resultó algo muy difícil para todos los que estábamos alrededor. El éxito se transformó en una codicia manifiesta, y la falta de confianza se intensificó al involucrar otros “consejeros externos”. Aquello hizo que en el espíritu de la banda apareciesen fisuras por las que se escapó la energía creativa que había detrás de la magia del grupo, cambiando el ambiente que se reflejaba en la música por un tono personal más oscuro.

TLW: ¿Notaste muchos cambios en la banda tras la marcha de Roger Hodgson?

GREG: Tras la marcha de Roger y tras la gira de “Famous last words”, la magia y el espíritu de la banda habían cambiado. La batalla que tuvo lugar a continuación por la gestión del grupo y por la dirección de la música tomó unos tintes políticos y, en mi opinión, supuso un gran reto para mí. Descubrí que las expectativas y las peticiones de los miembros de la banda y su equipo de representantes eran más materialistas. Sentí que me había convertido en alguien que trabajaba para los excesos de un grupo, y no para su arte.

TLW: ¿Has seguido a la nueva banda desde 1997?

GREG: No, no sigo el estado actual de Supertramp, aunque de vez en cuando veo alguna información en Facebook. La política que rodeó a la separación del grupo fue la principal razón para que yo diese aquel paso en mi carrera. Después de haber sobrevivido a un divorcio y una familia que no funcionaba, era consciente de lo que suponían las personalidades dominantes y las batallas legales. Mi opinión sobre lo que está bien o está mal siempre ha sido respaldada por mis acciones.

TLW: ¿Dónde vives ahora?

GREG: Todavía vivo al límite. Tengo un pequeño rancho “Lazy S” en Leona Valley, California, justo en el límite occidental de la falla de San Andrés, al norte del condado de Los Angeles.

TLW: ¿Sigues en contacto con algunos miembros de Supertramp?

GREG: Ví a Bob Siebenberg en 2009, pero mantengo muy poca comunicación con la banda. Mis relaciones más estrechas fueron con John Helliwell, Dougie Thomson y Bob Siebenberg.

TLW: ¿Has asistido a algún concierto de Supertramp durante su reciente gira “70-10”, o a algún concierto de Roger Hodgson en solitario?

GREG: No, últimamente no he asistido a ningún concierto de Supertramp ni a ningún concierto de Roger en solitario. ¡Echo de menos al viejo Supertramp!




Greg Smith, durante la época en la que trabajaba para Supertramp.