THE LOGICAL WEB asistió al concierto privado con el que Supertramp clausuró la convención “Sapphire Now” en el IFEMA madrileño, durante el cual la banda interpretó algunas de sus canciones más conocidas ante una audiencia llegada desde todas las partes del mundo.

Mientras saboreaba el jamón ibérico, los langostinos y el salmón ahumado en el ágape inmediatamente anterior al concierto, rodeado por cientos de ejecutivos de un montón de países que habían asistido al congreso anual de SAP, pensaba en lo irónica que resultaba aquella escena en un país que sólo unas horas antes había celebrado su segunda huelga general en menos de ocho meses y en el que cada vez cuesta más llegar a fin de mes.

Me sacó del trance una rubia despampanante, la cual debía estar casi tan sola como yo, que se presentó como procedente de Dallas y me preguntó si sabía quiénes eran esos Supertramp que tocaban después. Tuve ganas de reprenderla, con el agravante de que un concierto de 1985 grabado en su ciudad es uno de los “bootlegs” mejores y más famosos del grupo, pero preferí contenerme y contestarle que yo tampoco les había escuchado jamás.

Antes de que pudiera darme cuenta habían caído un par de gin-tonics y llegaba la hora de la apertura de puertas en el pabellón 6, lugar donde iba a celebrarse el concierto. Mientras el recinto comenzaba a llenarse de gente, conseguí colarme en el “backstage” y llegar hasta los nueve músicos, que se estaban fotografiando en la parte posterior del escenario con algunos miembros de la organización.

Esperé a que terminaran para abordar a Bob Siebenberg, con el que tenía que hablar de algunas cosas sobre su página web, pero sólo pude estar con él unos minutos. Sue Davies andaba revoloteando por allí y no tardó en llevárselo junto a los demás para tomar un pequeño refrigerio antes del comienzo del concierto. Todos mis intentos por permanecer allí un rato más resultaron infructuosos, y pronto fui invitado por un guardia de seguridad a abandonar aquel privilegiado lugar.

El concierto comenzó a las 20:45 h., con puntualidad británica respecto al horario previsto, y en él se fueron alternando los clásicos de Rick Davies con los de Roger Hodgson, éstos últimos en las voces de Jesse Siebenberg y Gabe Dixon. La actuación duró algo menos de hora y media, y el reducido “set list” fue el siguiente:
- Ain’t nobody but me
- Breakfast in America
- Cannonball
- Give a little bit
- Rudy
- It’s raining again
- From now on
- The logical song
- Another man’s woman
- Bloody well right
- Take the long way home
- Goodbye stranger
BIS
- Dreamer

A pesar de la barra libre que había dentro del pabellón, me dio la impresión de que el público estaba bastante frío y los músicos acabaron contagiándose del ambiente. Supongo que es algo normal cuando la mayoría de los asistentes (calculo que unos 5.000 en total) no siente por esas canciones y por esos músicos la pasión que podemos sentir los fanáticos de la banda.

Para mí sorpresa, ante la ausencia de John Helliwell el "maestro de ceremonias" fue el propio Rick Davies, aunque apenas habló con el público. Su mayor "discurso" fue le presentación de los músicos a la conclusión de "Another man's woman", durante cuya interpretación fue el actual "tour manager", Richard Ames, quien ocupó la tumbona bajo la sombrilla, con un botellín de Mahou sobre la mesita y “El País” entre las manos.

El encargado de sustituir a John con el megáfono en "Bloody well right" fue Lee Thornburg. En cuanto al nuevo saxofonista, que cumplió a la perfección con sus interpretaciones y solos, no le había visto en mi vida y Rick le presentó como Rob Hardt. Una cámara “jirafa” que sobrevolaba las primeras filas de publico ofreció unas interesantes imágenes sobre las pantallas gigantes que había a cada lado del escenario.

Y poco más que contar… No fue el mejor concierto que he presenciado en mi vida y eché mucho de menos tener a mi lado a mi amigo y socio Juan Lago, pero fue todo un honor poder estar allí y siempre es agradable saber que la banda de tus amores sigue reuniéndose de vez en cuando. De esta manera siempre quedará entreabierta esa puerta a una posible nueva gira.


Abel Fuentes, en el ágape anterior al concierto.


Las pantallas gigantes recordaban que no se podía grabar nada.


El comienzo de la actuación, con Rick Davies al piano.


Jesse Siebenberg interpretando “Give a little bit”.


Vista del recinto desde la parte posterior del mismo.


Primer plano de Rick Davies.


El “fichaje” más reciente de la banda, Rob Hardt.


Una última foto antes de abandonar el pabellón.


La invitación y la acreditación, “souvenirs” de una noche especial.