"Lord is it mine" con banda

Aprovechando que este mes Roger Hodgson trae su banda a España por primera vez, hemos decidido colocar en nuestro “jukebox” de rarezas una versión con banda de uno de esos temas que es extraño verle tocar con más acompañamiento que su piano y un clarinete o saxo soprano.

Se trata de “Lord is it mine”, interpretada durante su gira de 2009 junto a Aaron MacDonald (saxo soprano), Jesse Siebenberg (bajo), Michael Bluestein (teclados) y Bryan Head (batería).

Por su calidad de balada, probablemente no sea la canción de Roger que más requiera la presencia de una banda, pero el hecho de que jamás la tocase en directo con Supertramp ya le da un valor especial a la grabación.

Para ilustrar un poco lo que hay detrás de la canción, os dejo con un extracto de mi proyecto de libro que versa sobre el asunto:

El tema más trascendental del álbum era, sin lugar a dudas, ‘Lord is it mine’. En palabras de Roger, esta canción era básicamente la revelación de su propia búsqueda de paz interior. “Tuve muchos problemas con la letra”, dice Roger, “porque era muy difícil expresar en palabras lo que sentía y poder comunicarme así con quien la escuchara”.

“Se trataba, sobre todo, de una canción personal, igual que lo había sido ‘Even in the quietest moments’”, añade Roger. “Ambas brotaron desde la parte más profunda de mi ser, y están dedicadas a Dios, a mi concepto de Dios, a ese lugar de mi corazón en el que me siento en paz, en casa. ‘Lord is it mine’ me gusta mucho, para mí es muy reconfortante cantarla porque surge de ese lugar tan profundo dentro de mí. Sin duda, es una de mis canciones favoritas”.

Igual que había sucedido con otras canciones del anterior álbum, Rick se opuso frontalmente a su letra de tintes religiosos. “Intenté que cambiase parte de la letra, pero como siempre él acabó haciéndolo a su manera”, recuerda Rick. “Yo quería sacarle un poco de ese terreno, porque le veía muy metido en él”.

“Tal vez era una canción demasiado personal y debería haberla grabado en solitario”, admite Roger. “Por entonces yo tenía montones de canciones que no encajaban en un disco de Supertramp, no sólo por ser demasiado personales sino también por la ausencia de saxofón y batería en las mismas”.

A ver cuando vemos ese libro, que nos pone los dientes largos.

No se de donde las has sacado, pero me parecen muy divertidas y sobre todo sintomaticas las declaraciones de ambos. Por un lado, Roger, pasandonse de mistico, rozando casi una pose de Carlos Jesus o similar. Por otro, Rick en plan "que pesado por dios, a ver si corta con el rollo clerical y hacemos un poco de rock".

La verdad es que si uno lo piensa, esa diferencia de criterio podria haberse llevado por delante el Breakfast. Es cierto que Lord is it mine es un temazo, pero un exceso de misticismo se habria llevado el album por delante.
Pero curiosamente llegaron al mayor punto de equilibrio.