Por Xabier Valencia.

¿Cómo es la manera de tocar de Bob Siebenberg? ¿Es bueno como baterista? ¿Qué es lo que más te gusta de él?. Estas y otras preguntas me hace mi hijo Gaizka  mientras escuchamos la música de Supertramp y lo que viene a continuación es un compendio de lo que le he ido respondiendo.

En primer lugar hay que decir que Bob Siebenberg coge las baquetas al estilo clásico, como los bateristas antiguos de Jazz. Es decir, apoyando el palo entre los dedos corazón y anular de la mano izquierda y sujetándolo con el pulgar. De ese modo es como se toca con esa mano la caja o tambor durante la marcha a pie en una banda, sea militar o no, o en una charanga.
La mano derecha agarra la baqueta de modo natural, es decir, con todos los dedos alrededor del palillo. Este modo de tocar no es ni mejor ni peor. Es su manera porque así aprendió de pequeño y es como se siente cómodo. Pero denota buena formación y una gran agilidad y flexibilidad en su muñeca izquierda.

Al escuchar los primeros golpes dados por Bob en cualquier canción destaca su poder de golpeo. Es un golpe seco, contundente y con mucha fuerza. Un golpe nítido y definido. Para el tipo de música que acompaña es el tipo de golpe que se necesita.

En unas declaraciones de Dougie Thompson sobre la llegada de Bob a Supertramp, declaró: “Es el batería que Supertramp necesitaba, dado que el anterior tenía una personalidad muy fuerte y lo que el grupo precisaba era colaboración”. El mismo Bob dijo: “Yo toco las canciones como las oigo y asimilo las ideas de Roger y Rick. Cuando sus ideas sobre cómo tocar la batería son mejores que las mías, las utilizo”.  Aparte de que con ello demuestra un carácter generoso, debemos destacar que Bob asume que su puesto en la banda, como deberían tener claro todos los percusionistas del mundo mundial, es el de apoyo y acompañamiento.

La batería no es un instrumento solista. No se tocan notas ni se pueden hacer melodías. La batería, junto con el bajo, sirve para reforzar y servir de armazón rítmico a la pieza musical en la que interviene. Y nada más. No es necesario recargar un pasaje de varios compases con un derroche de virtuosismo y técnica. Se trata de hacer lo que mejor convenga a ese pasaje. Y ya se sabe que lo bueno, breve y conciso, es dos veces bueno.

Bob es la síntesis hecha ritmo. Desmenuza la música, la analiza y emplea los golpes estrictamente necesarios para que aquello marche por donde debe. En los breaks entre compases, no emplea tropecientas semicorcheas en un alarde técnico de velocidad, sino que golpea los tambores lo estrictamente necesrio y guarda el tiempo con silencios. Ese es el gran mérito de Bob como batería: Mantiene el tempo como un reloj atómico jugando con los silencios.

Aparentemente, puede parecer que no tiene la técnica necesaria y que otros bateristas son mucho mejor que él. Puede ser. Pero hay que ser muy buen músico –y buena gente- para eliminar lo superfluo y mantener lo fundamental sin alardear de facultades ni afán de protagonismo.

Otra característica de Bob es el tempo. Rick Davies siempre ha dicho que lo que más le gusta de Bob es su exactitud con el tempo. Que es como un reloj. Eso le da mucha tranquilidad a la hora de tocar el piano. La verdad es que si un batería no es capaz de mantener el tempo –la velocidad- del ritmo, estamos apañados. El batería de una banda de música moderna es el equivalente al director de una orquesta sinfónica. Es el que marca la velocidad de ejecución. Todos los bateristas tenemos que trabajar ese aspecto e interiorizarlo. Hay que trabajar mucho con el metrónomo y la claqueta. Después de mucho practicar, se interioriza. Bob lo ha hecho.

Por tanto tenemos un poderoso golpeo con la mano izquierda, una extraordinaria capacidad de síntesis y un exacto tempo interior. Con todo ello, la música de Supertramp gana muchísimo en solidez. Pero, además, Bob tiene algo más: la originalidad.

Bob Siebenberg es un baterista muy original, pues no se conforma con los ritmos clásicos en 4/4 de bombo, caja y chaston, el consabido “Tun tun, tá, tun tun, tá”. Bob busca algo distinto que cuadre y se incorpore de manera natural y sin estridencias. Así es como surgen ritmos “raros” como los de “Dreamer”, “Lady” o “Babaji”. Bob utiliza las ideas de Roger, algunas de ellas ya marcadas por él en las maquetas previas, y las adapta a su estilo. Juega con la caja a dos manos en todo el ritmo principal de “Give a little bit”; Concede protagonismo al bombo y machaca la caja con golpes en “mordente” en “Don´t leave me now”; Parece que echa el freno “retardando” la estampida en “Another man´s woman” o da golpes sueltos al timbal base en “Even in the quietest moments” como recurso.

En estos y otros muchos casos, se observa que Bob, como batería, no ha cogido la manera más rápida y cómoda de tocar una canción. Al contrario, se ha molestado en probar cosas y ha encontrado la mejor opción para ese pasaje. De un modo original ha contribuído al peculiar sonido de Supertramp. No solo suenan bien. Tocan bien. Y eso se nota.

Por último, hay que mencionar el magnífico sonido que ha tenido siempre la batería de Bob. Sobre todo su caja. De todas las cajas que tiene, siempre ha dicho que está prendado del sonido de su caja metálica Slingerland 14”x6,5”. En las grabaciones se aprecia un magnífico sonido “pastoso” fruto de un gran equilibrio entre la tensión no muy excesiva del parche superior (en el que se golpea), obteniendo un sonido rico en graves, además de un ataque no muy corto lo que le confiere un sonido poderoso, y una ajustada tensión del bordonero (los muelles del parche inferior) que le añade amplitud de sonido.

Grabando con un micrófono en cada parche y mezclándolos convenientemente, se obtiene esa “cálida” caja que suena soberbia en “Breakfast in America” y, sobre todo, en “Famous last words”. Escuchemos el solo de piano de “Child of vision” o “Waiting so long” y lo podremos comprobar.

En resumen: Bob Siebenberg no aparece nunca en ninguna lista de los mejores bateristas ni de los más famosos pero, según mi opinión, es uno de los que más se puede –y se debe- aprender. Dice Ingwie Malmsteen, afamado y virtuoso guitarrista: “Tocar rápido puede ser fácil si se practica lo suficiente, pero la rapidez no sirve de nada si no se toca claro como el cristal”. Bob toca claro, muy claro. Y tiene muy claro, como el agua clara, qué tiene que hacer en cada momento. Eso es lo que vale.


Xabier Valencia toca la batería en el grupo pamplonés Zona Azul y es colaborador habitual de "The Logical Web".