Entrevista realizada por Roberto Palombit para la publicación musical holandesa "Muziekkrant Oor", en plena gira europea de "Breakfast in America".

 

Después de que Roger Hodgson se haya cansado de dar vueltas con su coche blanco radio teledirigido entre las piernas de los allí presentes, me acompaña hacia el autobús. Los técnicos de la gira cuidan no sólo de los instrumentos y de la instalación, sino también de los juguetes de Supertramp.
 
Dentro del “vagón”, como ellos llaman al autobús, el vídeo ha empezado a emitir algún programa de los Monty Python. Para que no nos molesten durante la charla, nos dirigimos a la parte trasera del autocar. A la izquierda, la mujer de Roger duerme junto a su bebé bajo una manta. Roger se recuesta en la parte derecho y me pregunta si me apetece tumbarme en el asiento de al lado. Y a mí me parece el lugar perfecto para tener una entrevista con el Supertramp de hoy en día.
 
Roger, vestido con ropa blanca de estilo oriental, empieza a hablar sobre las dificultades de vivir la vida como un vagabundo.
 
 
ROGER: Llevo diez años saliendo de gira y, para ser sincero, ya he tenido suficiente. Tras esta gira no volveré a hacer otra tan larga en al menos dos años. Por suerte, estamos en una posición en la que podemos grabar un disco sin tener que salir a promocionarlo a base de dar montones de conciertos. Después de diez años tocando piensas que en el mundo hay otras muchas cosas por ver y por hacer. Por ejemplo, me gustaría cultivar mis propios vegetales y dar la vuelta al mundo en una caravana con mi familia. Hace algún tiempo recorrí los Estados Unidos con mi mujer y fue muy divertido, nadie me reconoció. Por supuesto, eso no es extraño: Supertramp es un grupo sin atractivo sexual y sólo nos conocen por nuestra música. Es difícil que alguien se acuerde de nuestras caras. ¿Sabes qué otra cosa me interesa mucho últimamente? Las películas. Estoy pensando en hacer una película con Supertramp.
 
PREGUNTA: ¿No se trataría simplemente de filmar un concierto, como hacen otros?
 
ROGER: No, no. Nos gustaría hacer un producto que merezca la pena ver. Sería bonito hacer una película sobre lo que es “Crime of the century”. Alguien nos ofreció un guión que estaba basado en ese disco, según el cual el idealista Rudy se metía en problemas porque la gente no le entendía, y al final acababa muriendo en la cárcel. Pero ese guión no tenía la fuerza suficiente como para convertirlo en película. El álbum “Breakfast in America” está teniendo ventas millonarias, así que nos han hecho muchas ofertas para componer la música de varias películas. Aunque hasta ahora no hemos recibido ningún guión decente, pues la mayoría de ellos eran de productores de películas que sólo querían compartir nuestro éxito.
 
PREGUNTA: Parece que tanto tú como John Helliwell os sentís a gusto en los Estados Unidos...
 
ROGER: Yo realmente huí de Inglaterra. Acabé deprimido en aquel país. Para mí era imposible ser creativo allí. Me encanta Gran Bretaña, pero el estancamiento y las tradiciones conservadoras inundan la política, la economía y la cultura. La gente no me entendía cuando hablaba de “una nueva era para el pensamiento”. Si cultivas tus propios vegetales o te construyes una casa con una arquitectura un poco extraña, la gente se pone en contra tuya, piensan que eres un tipo raro. En Estados Unidos también hay muchas cosas que funcionan mal, pero al menos puedes hacer ese tipo de cosas, hay sitio para todo. En Inglaterra te topas con el sistema de clases: clase alta, clase baja y clase media.
 
PREGUNTA: En Estados Unidos también existe el sistema de clases, sólo que allí está basado en cuánto dinero ganas...
 
ROGER: Eso me parece menos negativo y menos preocupante. En Inglaterra perteneces a una clase social sólo por hablar con un acento burgués o por haber estudiado en determinadas escuelas. Yo me eduqué en una de esas escuelas y nos decían que éramos superiores a otras personas a las que en el futuro deberíamos liderar y controlar. Cada una de esas personas era un “don nadie” incapaz de expresar con palabras sus sentimientos. Una situación poco humana.
 
PREGUNTA: ¿Tú ves lógico que la diferencia de clases se deba a tener más o menos dinero?
 
ROGER: No, para mí todos los seres humanos son iguales, pero si tiene que haber diferencias sociales me quedo con el estilo americano. Antiguamente me daba asco el dinero, después hubo una época en la que me despreocupé de él, y eso tampoco era bueno. Ahora veo el dinero como una fuente de energía, algo con lo que puedes hacer cosas positivas. Dono dinero a algunas fundaciones que están haciendo un buen trabajo, y así me siento bien. Por ejemplo, estoy en contra de la energía nuclear y me gustaría colaborar con otras comunidades alternativas. Ese es un modo de usar el dinero de forma positiva.
 
PREGUNTA: ¿Has cambiado mucho desde que te convertiste en vegetariano?
 
ROGER: Sí, comer carne tenía un efecto negativo sobre mí. Me ponía depresivo, agresivo y nervioso. Seis meses después de dejar de comer carne, todos esos problemas desaparecieron. Cuando un animal es sacrificado sufre convulsiones debidas al miedo, y ese miedo libera algunos jugos que entran en tu cuerpo cuando te comes esa carne. Para mí esa es la razón de que luego sufras tú ese miedo y esas convulsiones. Si te ocultas detrás de un arbusto y disparas a un animal en plena naturaleza con un arco y una flecha, la carne será buena porque el animal no ha temido por su vida. Pero ese tipo de carne no se vende en ningún sitio.
 
PREGUNTA: ¿Cómo compones tus canciones?
 
ROGER: Por ejemplo, cojo la guitarra y me paso horas tocándola de forma inconsciente. Mi mente se abstrae de todo lo demás y entro en una especie de trance. A veces esto da unos resultados increíbles, y otras ni siquiera entiendo lo que he compuesto. Me da la sensación de que las canciones me llegan desde afuera, que no son mías. Y las canciones que compongo a la guitarra son totalmente distintas a las canciones que compongo al piano. Estoy intentando encontrar un nuevo instrumento con el que componer nuevas canciones. Estoy seguro de que tendrían un sonido muy diferente.
 
PREGUNTA: Nadie habla de los dos primeros álbumes que grabasteis... ¿Qué piensas sobre eso?
 
ROGER: El primer álbum era muy ingenuo. Algunas canciones eran buenas pero no las grabamos de la mejor forma posible. El segundo disco fue bastante extraño, y por entonces yo también estaba atravesando un período muy extraño de mi vida. Aquel álbum contenía algunas cosas decentes, pero ya no me dice nada.
 
PREGUNTA: El álbum “Crime of the century” tuvo un sonido totalmente nuevo. ¿Cuánto tuvo que ver Ken Scott en ello?
 
ROGER: Las canciones de ese disco fueron creadas trabajando en equipo, pero el sonido fue casi totalmente propiedad de Ken Scott y no nuestra. Tardamos cinco meses en grabar el álbum, y él estuvo allí todo ese tiempo trabajando con el sonido.
 
PREGUNTA: Scott le dio su toque al sonido de David Bowie y de la Mahavishnu Orchestra. Con vosotros llegó aún más lejos...
 
ROGER: Cuando se publicó “Crime of the century”, todo el mundo coincidió en que su sonido era el mejor que habíamos conseguido hasta entonces. Nos ganamos una reputación de “grupo de alta fidelidad” y a raíz de ello tuvimos que preparar nuestros siguientes discos siguiendo esos patrones. La gente esperaba de nosotros las grabaciones más perfectas.
 
PREGUNTA: ¿Podría decirse que sin Ken Scott Supertramp se ha convertido en una banda totalmente distinta?
 
ROGER: Es difícil afirmarlo, pero es posible. El tuvo una gran influencia en el grupo. Personalmente, creo que la música de “Crime of the century” es muy buena pero el sonido es demasiado frío. “Breakfast in America” es un disco mucho más personal y cálido.
 
PREGUNTA: ¿Puedes explicar las diferencias?
 
ROGER: Intentaré hacerlo de una forma sencilla. Dentro del espectro de frecuencias, el bombo de la batería va desde la parte inferior hasta la mitad. Lo que Scott hace es estrechar esa frecuencia eliminando la parte superior del bombo. Y otras partes de la batería reciben el tratamiento inverso: se eliminan las frecuencias bajas y se acentúan las altas. Como puedes entender, trabajando de esta forma las frecuencias de los diferentes instrumentos no se solapan demasiado. El resultado es un sonido de alta fidelidad perfecto, y todos los instrumentos se pueden distinguir porque están próximos unos a otros. El sonido no se debilita porque Scott no lo recorta por completo, sino que condensa ese sonido ancho en un sonido más estrecho pero amplio. En resumen, eso es lo que hace Scott, aunque en realidad es algo más complejo, pues él es un genio haciendo esas cosas. Al grabar “Breakfast in America” no seguimos ese procedimiento, sino que lo hicimos con un sonido normal. Así que los instrumentos se solapan unos con otros. Hemos grabado todas las cosas de una forma mucho más directa, gracias a lo cual el sonido es bastante más cercano. El resultado final es que el sonido viene hacia ti y esa debe ser la razón de que el álbum suene tan bien en la radio. Con “Crime of the century” parecía que estabas escuchando algo más lejano, mientras que en “Breakfast in America” el sonido te rodea.
 
PREGUNTA: Tú y Dougie Thomson habéis producido los dos últimos discos y ambos han tenido un gran éxito. ¿Qué es lo que os gustaría mejorar en el futuro?
 
ROGER: Estoy muy contrariado por el sonido de la batería en la música rock. En todos los discos suena igual. Esa es una cosa que me gustaría cambiar en el próximo álbum. En general, el sonido de la música pop es muy aburrido porque se construye alrededor del bajo y la batería. Hoy en día el sonido de la batería siempre choca contra ti, nunca puedes disfrutar por ejemplo del sonido de un tambor de madera africano pasando a través de ti.
 
PREGUNTA: Encuentras la música pop de los años 70 muy aburrida... ¿Qué es lo que no funciona según tú?
 
ROGER: En la actualidad los autores de canciones utilizan todos los instrumentos que pueden. Meten sintetizadores, trompetas, algunas voces adicionales... La música está saturada de sonidos y quien la escucha apenas tiene huecos que rellenar con su propia creatividad. El poder de las canciones de los Beatles consistía en que la mayoría de las veces utilizaban una voz, o dos para los coros. Así todo el mundo podía crear por su cuenta una tercera o incluso una cuarta voz. Si pones un disco de los Beatles y le pides a alguien que se ponga a cantar, la mayoría de las veces esa persona significará una tercera o una cuarta voz. Hoy en día eso ya no es posible porque los grupos ya utilizan esas voces. Una banda que deja huecos para esa creatividad de los oyentes es Pink Floyd. Su música te lleva hasta lugares desconocidos y permite que tu mente juegue su propio papel. Sin embargo, los músicos de Pink Floyd son muy primitivos, podrían ser mucho más creativos. Y hay otras muchas cosas que no funcionan en la música rock de los 70, por ejemplo que está dominada por la agresión. Yo siempre digo que la música te puede llegar a la cabeza, al corazón y a la entrepierna, y la buena música consigue llegar a esas tres zonas. Pero la mayoría de la música actual sólo llega a la entrepierna, especialmente la música disco. Grupos como 10CC o Steely Dan te rozan la zona sexual pero también te hacen pensar, aunque les falta alcanzar el corazón. Y la mayoría de grupos de rock sólo te llegan a la entrepierna.
 
PREGUNTA: ¿Me estás diciendo que Supertramp conecta con el público?
 
ROGER: No, Supertramp no llega a esas tres zonas. Aunque muy de vez en cuando lo hacemos, igual que otros grupos. Ahora hay grandes talentos, pero tal vez carezcan del espíritu y de la magia que tenían los artistas de los años 60. En esta década no hay unos líderes, como lo fueron los Beatles, que lleguen hasta los sentimientos de la gente joven. Los más conocidos se repiten a sí mismos una y otra vez con las mismas canciones de hace diez años, sin añadir novedades importantes. Sin embargo, estoy convencido de que en los años 80 nos espera una música nueva y excitante.
 
PREGUNTA: Desde “Crime of the century” no has vuelto a componer junto a Rick Davies. ¿Qué diferencia hay entre tus canciones y las suyas que han ido apareciendo en los discos posteriores?
 
ROGER: Yo soy idealista y romántico, mientras que Rick es más cínico y áspero, y habla el lenguaje de la calle. El comprende a la gente corriente mejor que yo, pero es muy susceptible y le resulta difícil establecer relaciones con otras personas. El es realista y yo soy un soñador. Musicalmente, a Rick le tira más el rock y su lado fuerte es el rítmico, del que he aprendido mucho de él. Yo soy el tipo de las melodías y las armonías, y mi voz también es más frágil. Entre ambos elegimos las canciones que vamos a incluir en los discos de Supertramp. Yo he compuesto un gran número de canciones que no publicaremos porque no encajan dentro de Supertramp. Por ejemplo, “Lord is it mine” del álbum “Breakfast in America” es una canción buena pero demasiado personal. Debería haberla publicado en un disco en solitario. Cuando tenga tiempo grabaré un disco en solitario. Sólo es cuestión de encontrar tiempo, porque tengo montones de buen material para ese álbum
 
PREGUNTA: Durante estos últimos días he tenido la impresión de que tú eres la parte dominante en Supertramp y que Rick ya no lo es tanto...
 
ROGER: Sí, has observado bien. Durante los últimos años he sido yo quien ha creado más canciones para el grupo. Después de “Crime of the century” Rick ya no ha estado tan interesado por la música. Cuando se casó empezó a interesarse por otras cosas más propias de un hombre casado. Estuvo tres o cuatro años sin componer nada, y la mayoría de sus últimas canciones las compuso antes de casarse. Sin embargo, yo sigo siendo muy productivo. Siempre llevo una guitarra conmigo y sigo componiendo canciones, así que el grupo no se va a quedar sin material nuevo. Aunque como digo algunas de esas canciones no encajarían en Supertramp. Muchas de ellas no contienen batería ni saxofón, así que no es posible publicarlas dentro del grupo. Eso significaría que John y Bob se quedarían sin trabajo. Y también hay canciones que son demasiado personales, y tal vez a algunos miembros del grupo no les gustaría tocarlas. Eso no sucede muy a menudo, pero como puedes ver tengo algún material que no encaja en el grupo.
 
PREGUNTA: Parece como si tus contactos con los demás miembros del grupo, especialmente con Rick, hubieran llegado al mínimo...
 
ROGER: Bueno, durante una gira tan larga como esta tienes que vivir y respirar con los demás durante siete u ocho meses. Llega un momento en que cada uno empieza a molestar a los demás, así que a veces es preferible ir un poco a tu aire.
 
PREGUNTA: ¿Podrías volver a componer junto a Rick como sucedió en “Crime of the century”?
 
ROGER: Nuestra relación ya no es la que era. No hemos tenido ninguna disputa, pero nuestros caracteres son muy diferentes. En la época de “Crime of the century” estuvimos viviendo y tocando juntos en la misma casa durante mucho tiempo. Pero a causa de nuestros matrimonios y de otros asuntos, no creo que eso vuelva a ser posible.