Entrevista realizada al vocalista de Supertramp a la conclusión de la gira americana del "Breakfast in America" y poco antes del comienzo de la gira europea.

PREGUNTA: Bueno Roger, ¿qué te ha parecido la gira por Estados Unidos y Canadá?
 
ROGER: Toda una experiencia. Han sido los públicos más numerosos para los que he tocado jamás. No sé si nos gusta mucho tocar en lugares al aire libre, y no estoy seguro de que volvamos a hacerlo muchas veces, porque parece que la atmósfera que captas en un sitio cerrado es más controlable. Tengo que admitir, sin embargo, que esta vez hemos tenido mucha suerte con el clima y los elementos. Sólo ha habido una cosa que se ha escapado de nuestro control. Hemos perdido algo intentando llegar a tanta gente, pero creo que hemos hecho un buen intento. Para muchos, hemos triunfado, pero nos sentimos más a gusto ante dieciséis mil personas sentadas, cuarenta mil son demasiadas.
 
PREGUNTA: La pregunta obvia es entonces ¿por qué lo habéis intentado?
 
ROGER: Bueno, hemos tenido que elegir entre seguir de gira toda la vida o tocar en esos sitios. Tenemos los medios para conseguir que la cosa funcione. Creo que el sistema de sonido alcanza su máximo nivel al aire libre. Suena absolutamente increíble gracias a nuestro ingeniero de sonido Russel Pope, pero el sonido que consigues sobre el escenario no es tan poderoso ni tan bueno como cuando tocas en un recinto cerrado. Al principio no estábamos de acuerdo, sobre todo con Toronto y Montreal, donde teníamos varios conciertos, porque no podríamos dar lo mejor, ya que el sonido iba a estar contra nosotros. Eso nos hace estar insatisfechos.
 
PREGUNTA: Tanto en Toronto como en Montreal habéis tocado ante audiencias enormes cada noche. ¿Crees sinceramente que podéis comunicar desde el escenario con tanta gente?
 
ROGER: El espectáculo adquiere un significado diferente y es toda una experiencia de color y sonido. Aunque esas noches había cerca de cuarenta mil personas, a mí no me lo parecía. Sentía lo mismo que si fueran quince o veinte mil, no muchas más. En realidad me sentía muy a gusto. Eran buenos sitios para tocar, no creo que nadie esté en desacuerdo con eso. Sé que las actuaciones a aire libre tienen mala fama, porque no creo que muchos grupos busquen lo último en sistemas de sonido e iluminación. Es necesario preparar la actuación para la gente en un sitio grande, es necesario hacer el espectáculo más grande, de forma distinta a cuando es en un teatro, donde todo es íntimo y acogedor. Tienes que crear algo visual que llegue al público y se adapte al lugar.
 
PREGUNTA: Es fácil quedarse corto técnicamente al aire libre, ¿no?
 
ROGER: Tienes el viento en tu contra, esa es una cosa. Una ráfaga de viento puede cambiarte el sonido por completo y hacer que la gente oiga un sonido "contaminado". Pero una cosa positiva es que no tienes que enfrentarte a algunos sitios cerrados donde el sonido rebota en todas las direcciones. El bajo suena mejor al aire libre y nuestro ingeniero de sonido ha dicho que, en general, el sistema de sonido ha brillado durante la gira. Estaba muy contento con el sonido. La gira ha sido la culminación de todo lo que hemos aprendido y realmente tenemos confianza en el espectáculo. Canadá es muy especial para nosotros, de eso no cabe duda. Es el primer lugar en todo el mundo que nos acogió y nos apoyó. Esta vez hemos querido darles lo mejor de nosotros.
 
PREGUNTA: ¿Sientes algo distinto en cada país en el que tocas?
 
ROGER: Sí, todos son diferentes. En España, por ejemplo, están completamente locos. La última vez que tocamos allí hubo disturbios en la calle y la gente intentó echar abajo las puertas para acceder al concierto. Los alemanes también son muy fanáticos. Los ingleses, por el contrario, son muy reservados. Tienes que trabajar duro para hacerte con ellos.
 
PREGUNTA: ¿Por qué crees que el álbum "Breakfast in America" ha tenido un impacto tan grande?
 
ROGER: Creo que las canciones son muy fáciles de asimilar y muy comerciales. Tienen una larga vida. Las sigo escuchando ahora y todavía disfruto con ellas, lo cual dice mucho. Incluso después de ocho meses en el estudio con ellas, aún disfrutaba escuchándolas. Creo que el disco tiene una energía que va con los tiempos que corren. Hay mucha diversión dentro de esa energía y a través suyo fluye mucha alegría. Creo que es lo que ahora necesita la gente. Hay muy poca música por ahí que contenga esa diversión, hoy en día nadie tiene esa alegría en su música que tenían los Beatles.
 
PREGUNTA: ¿Tienes alguna idea de lo que vendrá después de "Breakfast in America"?
 
ROGER: Estoy entusiasmado con el próximo trabajo, o con pensar en el próximo trabajo. Es todo un desafío. Pero no me preocupa, tengo guardadas unas cuarenta canciones que esperan su turno para ser incluidas en vinilo. Aunque parezca ridículo, las que elegí para "Breakfast in America" no eran mis favoritas. Simplemente eran las que encajaban con el grupo en este momento. De alguna forma, estoy reservando las mejores para más adelante. Puede parecer una locura, pero es verdad. Para nosotros "Breakfast in America" es un álbum ligero, aunque el concepto no sea tan ligero en muchos aspectos. Probablemente seamos más profundos en el próximo álbum, aunque creo que sería bueno que pudiéramos conservar el talante divertido de "Breakfast in America". Esto nos ayuda a introducirnos en las canciones cuando las tocamos.