Visto: 2831

Ritchie Yorke, periodista próximo a Supertramp, estuvo con los miembros de la banda durante el proceso de grabación del álbum "Even in the quietest moments" y publicó esta extensa entrevista en la revista musical "Cheap Thrills".

Se oye el estruendo que emerge de los dos monstruosos altavoces monitorizados del estudio. Estamos en el Estudio C de la mundialmente famosa Record Plant de Los Angeles, el mismo en el que Stevie Wonder trabajó en “Songs in the key of life” y los Eagles retrataron el sonido de su “Hotel California”. Estos muros insonorizados y santificados están acostumbrados a hacer historia, y esta noche no es una excepción.

Los amables miembros de la brillante banda británica Supertramp están aquí reunidos para proporcionarnos una visión furtiva del esperado álbum sucesor de “Crisis? What crisis?”. Se trata más de un informe de progresos que de la típica crítica musical, pues algunas de las canciones están todavía en sus últimas etapas de preparación y otras requieren aún un trabajo adicional en las mezclas.

Sin embargo, es la primera vez que un medio de comunicación ha llegado hasta el interior del santuario de Supertramp durante las grabaciones de su nuevo álbum, que es el quinto del grupo. Somos totalmente conscientes del honor que nos han hecho, pero seguimos manteniendo una confianza exhaustiva en nuestras facultades críticas.

El nuevo disco se titula “Even in the quietest moments”. En una palabra, puede ser descrito con justicia como espléndido. Su escucha ofrece una gran dinámica canción tras canción, conduciendo hasta un logrado final, una pieza clásica de rock de doce minutos titulada “Fool’s overture” que perfectamente podría ser el punto más alto de la carrera de Supertramp hasta la fecha.

Los primeros ensayos se llevaron a cabo el pasado otoño en una casa alquilada de Malibu, y las partes rítmicas se prepararon en los estudios Caribou de Colorado. Poco antes de Navidad el grupo regresó a Los Angeles y empezó a realizar las mezclas en la Record Plant, donde han trabajado duramente durante diez semanas hasta que las grabaciones terminaron el 10 de Marzo.

La publicación de “Even in the quietest moments” será acompañada por una gigantesca gira mundial que arrancará en Regina (Canadá) el 6 de Abril. Una vez que completen el circuito canadiense y americano previsto, Supertramp tiene la intención de sumergirse en una gira por Gran Bretaña y Europa el próximo otoño.

Durante el transcurso de una noche memorable en la Record Plant (y una cena en un exótico restaurante vegetariano llamado “El submarino amarillo”), charlamos con cada uno de los miembros de Supertramp: el cantante, guitarrista y pianista Roger Hodgson (que ha producido el nuevo álbum sin la ayuda de su anterior colaborador Ken Scott), el batería Bob Benberg, el saxofonista John Helliwell, el bajista Dougie Thomson y el vocalista y teclista Rick Davies. Además, hablamos con el representante de Supertramp, Dave Margereson, y el responsable de sonido Russel Pope.

En esta entrevista exclusiva, Supertramp da detalles sobre las nuevas canciones de “Even in the quietest moments”, la próxima gira, los gustos e influencias musicales de sus miembros y otros muchos temas.

PREGUNTA: Me gustaría empezar pidiendo que nos contaseis algo sobre el entorno en el que habéis grabado el nuevo álbum “Even in the quietest moments”.

JOHN: En Julio y Agosto pasados nos tomamos un descanso, después de ocho duros meses de gira. Después nos reunimos en una casa de Malibu y estuvimos ensayando durante un par de meses, repasando todas las canciones, y finalmente elegimos siete de ellas que parecían encajar bastante bien. Entre Noviembre y Diciembre estuvimos en los estudios Caribou de Colorado, preparando las pistas rítmicas. Y después de un pequeño descanso navideño, nos vinimos a la Record Plant de Los Angeles para finalizar el disco, en el que hemos estado trabajando hasta finales de Febrero.

PREGUNTA: ¿Nos podéis contar algo más específico sobre las siete canciones del álbum? Por ejemplo, “Give a little bit”…

RICK: El tema que abre el disco es de Roger. Es un comienzo ligero, una canción simpática. Incluso se puede decir que es comercial (RISAS).

BOB: Roger ha estado trabajando mucho tiempo con esta canción en Malibu. Yo ya la había escuchado en habitaciones de hotel y sitios así. El la tenía grabada en una cinta cuando yo entré en el grupo, así que ya me había familiarizado con la melodía. Hemos intentado varias cosas con la batería para ella, y parecía que lo que mejor le iba era la caja de bordones, le daba un ritmo parecido al de un tren. Así que esa es la única batería que aparece en la canción, no hay tambores de doble sonido ni nada así. Es algo que le queda bien.

ROGER: “Give a little bit” es una canción muy sencilla. El disco empieza de una forma sencilla y va creciendo en intensidad, así que este tema parecía el mejor comienzo. Como digo, es muy sencillo: “dame un poco de tu amor y yo te daré un poco de mi amor...”

PREGUNTA: ¿Y qué me decís de “Lover boy”?

BOB: Rick estuvo trabajando con esta canción mucho tiempo, y al final dio con la larga parte central. Yo la oigo algo lenta, necesita un tipo de ritmo muy sólido para darle dinámica, porque la canción tiene mucha fuerza y requiere algo sólido sobre lo que sostenerse.

RICK: Bueno, esta es la primera vez que voy a dar una descripción de “Lover boy”. Yo soy quien escribió la canción, así que puedo decir en qué me basé. Me inspiré en los anuncios que aparecen en las revistas para hombres, esos que te dicen cómo conquistar a las mujeres. Ya sabes, escribes pidiendo un producto que te garantizan que no falla nunca. Y si no te has acostado con cinco mujeres en dos semanas, te devuelven el dinero. En eso está basada la canción: “no puedes detener al chico amante”. Es una excusa para adentrarse en algunos grandes sonidos, como el de la gran ciudad y un gran coro. Es un ejercicio sobre cómo hacer algo con la música. No puedes detener al chico amante, porque el producto que le han enviado está garantizado...

PREGUNTA: ¿Y “Downstream”?

JOHN: Tal vez finalmente no se llame así, sino “Took a boat sunday”. No estamos seguros.

RICK: “Downstream” (“Río abajo”) trata más del mar que de un río. Es una canción antigua, pero la letra es nueva. Sólo intervenimos en ella el piano y yo, aunque inicialmente pensamos incluir algunas voces al final de la canción. Se grabó en una sola toma, con la voz y el piano a la vez. Es un avance para nosotros no perder el tiempo con algunas cosas durante meses...

BOB: Es mi canción preferida del disco, porque es muy personal y muy pura. Me encanta cuando Rick toca el piano. Lo que dice la canción y cómo lo dice Rick me dejan alucinado cada vez que la escucho.

ROGER: Se trata, por supuesto, de una canción de amor de Rick. Se acaba de casar, así que probablemente esté dedicada a su esposa Sue.

PREGUNTA: ¿Y la canción que da título al álbum, “Even in the quietest moments”?

BOB: Creo que esta canción es uno de los proyectos predilectos de Roger. También lleva con ella mucho tiempo. A mí me brinda la oportunidad de interpretar un ritmo bastante jugoso en la parte central del tema, mientras que en el resto estoy bastante suave, tan sólo añadiendo alguna cosa aquí y allá.

DOUGIE: Es una canción con la que nos tropezamos en Malibu. Es un tema acústico bastante sencillo, en el que lo mejor es el final. Nos da a Bob y a mí la oportunidad de ajustarnos a él. Se trata de una de las melodías más bonitas de Roger.

RICK: Tiene dos partes fundamentales. Empieza con una melodía muy normal y después se introduce en una progresión de acordes, o tal vez deberíamos decir en una digresión. Es algo donde hay cientos de sonidos que vienen y se van, algo así como un “collage”. Puedes divertirte intentando comprender qué es cada cosa.

ROGER: “Even in the quietest moments” es otra canción de amor. Es algo así como una canción de amor dual, pues puede tratarse de amor por una chica o por Dios. Lo he dejado algo ambiguo para que cada uno lo interprete como quiera. Básicamente se trata de un chico que está buscando algo. Yo estoy en búsqueda permanente, y creo que siempre lo estaré...

PREGUNTA: En la otra cara del disco tenemos “Babaji”...

JOHN: Babaji es alguien que se supone que ayuda al funcionamiento de La Tierra, que hace que el planeta en que vivimos progrese. Es un gran místico.

RICK: Babaji es uno de los mayores místicos sobre los que he oído hablar. Se supone que mide más de dos metros (RISAS).

JOHN: Es inmortal. Hay gente que dice que le ha visto, pero se supone que puede viajar por dentro y por fuera del mundo físico.

RICK: Nunca le ves si él no quiere que le veas. Deberías hablar con Roger sobre esto. Me resulta muy sospechoso. Pero no quiero originar ninguna controversia al respecto...

JOHN: ¡No, por Dios!

RICK: No puedes verle, a menos que él quiera que le veas. Así que si no le has visto nunca, no es porque no exista, sino porque él no quiere que le veas.

BOB: Babaji es como la luz de la vida para Roger. No sé exactamente cómo llegó hasta él, pero es una especie de luz que le guía. Roger se presentó con las diferentes partes en las que yo toco, y nos llevó mucho tiempo conseguir que la batería encajase. Era decisivo tocar cada cosa en su momento preciso...

ROGER: Babaji es un gran espíritu, como Cristo o Krishna. Es menos conocido porque no tiene seguidores, ni una misión como ellos. Es una especie de “chico de la habitación de atrás”. Consigue que el universo y todas las cosas funcionen. Tiene un espíritu increíble en la fuerza de Dios, realmente es Dios... Una manifestación de Dios. Tiene forma física desde hace cientos de años. No necesita comer, y vive en el Himalaya con un pequeño grupo de discípulos. Es una leyenda en la India, pero se le conoce poco en Occidente. No sé, hablar de él es como hacerle más pequeño... Es extraño, es realmente fascinante.

PREGUNTA: ¿Y “From now on”?

RICK: Estoy acabando la letra de la canción. Palabras recién sacadas de la caja del cerebro... Se trata de una fantasía que tiene un tal Señor Mediocre, que hace unos viajes un poco extraños. Le gusta practicar juegos mentales consigo mismo para evadirse de la monotonía de su trabajo. Finge que sale en la tele, como un bandido atravesando el desierto, cuando lo que realmente hace es recorrer montones de avenidas. Hay un gran coro al final de la canción que le dice que va a vivir una fantasía eternamente, que se ha resignado a vivir esa fantasía, que no puede aceptar esa vida tan normal que lleva, que pronto interpretará muchos personajes diferentes.

BOB: “From now on” es otra vieja canción de Rick. Siempre me ha gustado, y me encanta interpretarla. Le va bien a mi estilo, y tengo la oportunidad de hacer algo interesante al final de la canción. Me encanta el saxo de John en la parte final del tema.

JOHN: La música de esta canción es muy antigua. Fue una de las primeras que oí tocar a Supertramp cuando empecé con ellos, hace más de tres años. Ya me gustaba mucho entonces.

PREGUNTA: ¿Y el gigantesco tema que cierra el álbum, “Fool’s overture”?

JOHN: Hemos estado llamando a esta canción "La epopeya de la máquina de cuerdas" durante tanto tiempo, que ahora nos resulta difícil olvidar ese título. Tuvo su origen en algunas melodías sobre las que Roger había trabajado en el sintetizador, el cual hemos utilizado para crear algunos sonidos de cuerdas. La canción es la combinación del trabajo de un año. Hemos añadido cuerdas e instrumentos de viento para meter algo de paja (RISAS). Va a sonar muy bien.

BOB: Esta es la canción más grandiosa del disco, tanto para mí como para el resto de miembros del grupo. Es la “epopeya” del álbum. He intentado captar la fuerza que hay en ella como he podido.

ROGER: íOoooh! (RISAS). Me gustaría que la gente se formase su propia opinión sobre esta canción. Me encanta ser impreciso, y decir sólo lo justo para conseguir que la imaginación de la gente se desmande. Este tema contiene mucha sugestión sobre el inminente holocausto, la caída del género humano, o como quieras llamarlo. Realmente es otra canción de búsqueda.

PREGUNTA: ¿Habéis usado arreglos de cuerda en alguna de las canciones?

JOHN: Sí, en “Fool’s overture”, “Babaji” y “Lover boy”. Richard Hewson hizo los arreglos de cuerda en “Crime of the century” y “Crisis? What crisis?”, pero ahora se encuentra a diez mil kilómetros de aquí, así que hemos trabajado con Michel Colombier.

PREGUNTA: Entiendo que es el primer álbum que producís vosotros mismos...

JOHN: Sí.

RICK: Estrictamente, no… Si tienes en cuenta los dos primeros discos que grabamos hace años, en los que no se anunciaba que nosotros éramos los productores.

JOHN: Los dos últimos discos los hemos producido con Ken Scott, así que había llegado el momento de poner toda la carne en el asador...

RICK: Creo que en cierto modo hemos aprendido mucho de Ken y hemos seguido muchos de sus consejos, como por ejemplo buscarnos problemas empleando tanto tiempo como él para conseguir el sonido adecuado, sobre todo en lo que se refiere a la batería.

JOHN: Además hemos encontrado un gran ingeniero como es Pete Henderson. Hemos tenido mucha suerte de contar con él, es realmente bueno y piensa igual que nosotros. El se encargó de las pistas rítmicas en Caribou.

PREGUNTA: ¿Cuánto tiempo hace que el grupo acabó la gira anterior?

JOHN: La gira terminó en Nueva Zelanda, en el mes de Junio.

RICK: Yo tardé veintitrés horas en llegar a casa. Di la vuelta al mundo en sentido contrario, pues si lo hubiera hecho al revés sólo habría tardado dieciocho horas. Fue un día entero metido en un avión. Por entonces tenía neumonía, y lo pasaba fatal al subirme a un avión por lo de mis oídos. Debimos aterrizar y despegar por lo menos seis veces, y cuando por fin llegué a Nueva York no tenía oído.

JOHN: Todavía no tienes oído, a juzgar por el sonido de lo que interpretas. (RISAS)

PREGUNTA: Volvamos a “Crime of the century”… ¿Teníais en mente algún concepto particular para ese álbum, o fue simplemente una colección de canciones que encajaron unas con otras?

DOUGIE: Es difícil elaborar lo que la gente entiende por álbum conceptual. Con “Crime of the century”, en algún momento alguien dijo que se trataba de un álbum conceptual mientras todavía lo estábamos grabando, y desde entonces todo el mundo habla de algo que realmente no existe. Nuestro concepto es intentar hacer un álbum lo más completo que podamos. Nunca nos ponemos a intentar preparar un retrato global del disco. Queremos que sea coherente con la portada y con todo lo demás, pero nunca proyectamos un concepto concreto sobre algún asunto.

PREGUNTA: ¿De dónde surgió la portada del álbum “Crisis? What crisis?”?

DOUGIE: Fue idea de Rick. Pintó un boceto en su bloc de dibujo.

JOHN: Se nos ocurrió cuando regresamos a Inglaterra el año pasado después de haber pasado el verano en Los Angeles. Volvimos a la realidad de lo que era la devaluación de la libra y todo eso. No sabíamos que había una crisis hasta que regresamos allí.

PREGUNTA: Y después habéis vuelto a Los Angeles... ¿Significa eso que habéis trasladado aquí vuestra base de operaciones?

JOHN: No... Bueno, quiero decir que vivir aquí ahora es estupendo para la época del año en que nos encontramos. Aquí hace casi treinta grados de temperatura, lo cual es genial. Sobre todo si tienes una moto, como yo. Me encanta, es todo un reto pasar como un rayo junto a los Cadillacs.

DAVE: John paga mucho dinero de póliza de seguro... (RISAS)

PREGUNTA: ¿Qué podemos esperar en cuanto a cambios y sorpresas para esta importante gira norteamericana de 1977?

JOHN: Llevaremos trajes brillantes.

DOUGIE: Y lanzallamas.

RICK: Colocaremos una gran estatua del Pato Donald en la parte trasera del escenario. Y cuando suene el gong en “Crime of the century”, aparecerán burbujas. Espero que el efecto luminoso quede bien...

JOHN: Sí, hemos estado dos semanas tocando en Disneylandia.

RICK: Casualmente, allí es donde conseguimos el pato. No podíamos dejar pasar la ocasión, porque iban a deshacerse de él. Tenemos a unos cuantos tipos trabajando en lo de las burbujas. Llevan varios meses con ello, pero todo va a salir bien.

PREGUNTA: Ya que me estáis tomando el pelo, voy a dirigir el micrófono hacia el máximo responsable del sonido del grupo, Russel Pope... ¿Cuál es el secreto del extraordinario sonido en directo de Supertramp?

RUSSEL: ¡El dinero! (RISAS)

PREGUNTA: ¿En serio?

RUSSEL: ¡Sí! En el sentido en que nadie más quiere gastarse tanto dinero en sonido. Ellos están dispuestos a adquirir lo que haga falta para mejorar la calidad del sonido. Sólo hay dos compañías en América que pueden cubrir lo que ellos demandan, y si no tienes a esa gente tendrás que conformarte con un sonido cada vez más pobre. Nos sale más económico comprar ese material que alquilarlo para la gira. Hemos montado un sistema de sonido no sólo legendario, sino que además es un pozo sin fondo en términos financieros. Pero nuestro lema es que vale la pena comprarlo. El sonido de la próxima gira será infinitamente mejor que el de otras giras. El de la anterior fue algo menos que perfecto. Es un negocio muy costoso y doloroso... Ellos ganan el dinero y yo me lo gasto. (RISAS)
 
PREGUNTA: ¿Cómo resultó vuestra experiencia en los estudios Caribou?

JOHN: Caribou no se parece a ningún lugar en los que habíamos trabajado antes. Es un entorno muy hermoso y sano, y te hace sentirte bien. Aire puro y una buena atmósfera.

RICK: Pero necesitas utilizar oxígeno...

JOHN: Sí, está a tres mil metros de altitud y tienen una bombona de oxígeno en el estudio. El aire es poco denso y al principio notas que te falta aire. Roger utilizaba bastante la bombona de oxígeno cuando tenía que cantar. Sin embargo, es un lugar muy hermoso.

PREGUNTA: ¿Qué ambiciones tiene Supertramp a largo plazo?

JOHN: Nos gustaría acabar teniendo nuestro propio estudio, en el que poder emplear varios meses para grabar un álbum sin tener que preocuparnos de problemas físicos o financieros. Sería algo bonito, y ese es uno de nuestros planes a largo plazo. Eso es lo que hizo el grupo Chicago, y ahora los estudios Caribou son suyos. Van allí una y otra vez y siguen grabando discos de platino. En general, tenemos una especie de afán por consolidarnos en el futuro. En cada gira intentamos alcanzar a un público mayor, pero queremos hacerlo sin perder nuestra integridad por el camino.

PREGUNTA: En resumen, no estáis utilizando esa grabadora de veinticuatro pistas para intentar sacar un single que tenga éxito comercial...

JOHN: No, no... Si hay algo en el álbum que las emisoras de radio piensen que es comercial, entonces lo publicaremos como single, pero no hemos hecho ninguna canción pensando en ella como tal. Aunque no tenemos nada contra los singles... Son buenos para conseguir vender álbumes y para llegar a más gente, sobre todo en los Estados Unidos.

PREGUNTA: Yo creo que con canciones tan potentes como “Dreamer”, a Supertramp le ha faltado suerte para no sacar otro gran single desde entonces...

JOHN: Habría sido una considerable ayuda para nosotros, eso seguro. “Dreamer” hizo mucho por nosotros en Inglaterra, creo que llegó al Top 10 y llevó al álbum a lo más alto.

PREGUNTA: ¿Puede explicarme alguien por qué Supertramp es tan popular en Canadá mientras que en el mercado americano no hay reflejo de ese éxito?

RICK: Yo solo puedo suponer que los canadienses son mucho más inteligentes que otras personas.

JOHN: La primera vez que fuimos a Montreal ya fue increíble. La gente estaba con nosotros incluso antes de que tocásemos allí.

RICK: También supongo que, ya que Canadá es un mercado pequeño dentro de un gran país, es más fácil concentrar la promoción. Todo lo contrario que Estados Unidos, que es todo un laberinto que es complicadísimo atravesar... Demasiados grupos y demasiada música nueva cada semana, con cientos de discos.

JOHN: Además, yo creo que en Canadá A&M debe haber hecho un gran trabajo publicando el producto y consiguiendo llegar hasta el público. Eso debe tener mucho que ver.

PREGUNTA: Volviendo atrás una vez más, ¿podéis explicarnos cómo organizasteis el montaje visual de la portada de “Crime of the century”?

JOHN: Trabajamos junto a un fotógrafo londinense llamado Paul Wakefield. Le pusimos el disco y él se introdujo en las letras y dio con algunas ideas. Una de ellas era un osito de peluche destripado y tirado en una alcantarilla. Pensamos que aquello era un poco desagradable. Otra idea era una alcantarilla cuyas rejas eran las de una cárcel. Nos gustó lo de poner las manos agarradas a los barrotes, y el fotógrafo sugirió algunas ideas en esa línea. Decidimos añadir las estrellas en el espacio.

RICK: A Wakefield se le ocurrió aquello a partir de la frase “me visitan en mi jaula y se ríen de mí” de la canción “Asylum”. Y el montaje que hacíamos sobre el escenario surgió de la portada del álbum.

JOHN: Es una imagen realmente fuerte, en la portada del disco quedaba muy bien. Después se nos ocurrió la idea de añadirla a una película en la que los barrotes surgían del centro de la pantalla y se dirigían hacia el público, lo cual resultó muy efectivo.

PREGUNTA: Uno de los aspectos más interesantes de la carrera de Supertramp es que, aparte de la gran calidad en la música, el grupo también ofrece un espectáculo divertido...

JOHN: La música siempre es lo primero, por supuesto, pero nos gusta realzarla. El público está sentado durante un par de horas y también quiere ver cosas. Así que intentamos que la parte visual sea todo lo compatible con la música que sea posible. Hasta ahora siempre hemos utilizado un escenario a oscuras con cortinas y alfombras negras para que nada distraiga la atención del público. Las luces están orientadas hacia los músicos y los instrumentos para que estos sean el principal centro de atención. Intentamos que las luces encajen con la música y puedan crear el ambiente adecuado. Esperamos que en la próxima gira todo esto mejore.

DOUGIE: Para intentar darnos algo de perspectiva, fuimos a los estudios cinematográficos Shepparton antes de la gira de 1976 y allí montamos las luces y todo lo demás. Queríamos hacer un ensayo lo más completo posible, así que nos dimos una vuelta por allí y encontramos un montón de estatuas de la Roma antigua, de esas sin brazos, y las pusimos sobre el escenario. Es la única vez que hemos hecho algo así. Teníamos a César tocando la batería y una banda repleta de romanos.

JOHN: La próxima vez intentaremos conseguir unos maniquíes más apropiados. En Hollywood no deben andar escasos de maniquíes...

PREGUNTA: ¿Qué os parece lo de vivir en Los Angeles?

JOHN: Siguiente pregunta, por favor… No, está bien. La temperatura es muy agradable, aunque la polución es muy desagradable. Todas las calles son rectas, así que es bastante fácil encontrar el camino.

DOUGIE: Excepto si vas en la dirección equivocada. Entonces puedes tener problemas...

JOHN: Todo está cuadriculado… Me refiero a las calles, claro. Y siempre hay música sonando.

RICK: John vive justo encima de un club...

JOHN: Sí, vivo encima de un club que no cierra hasta las dos o las tres de la mañana. Los grupos tocan muy fuerte, y es terrible intentar dormir si te vas a la cama antes de esa hora. Vivo junto a la playa, es un lugar muy bonito. Así es Los Angeles, ¿no?

RICK: Yo me estoy acostumbrado a la ciudad y ya me gusta bastante.

JOHN: Bueno, él no necesita conducir, siempre tiene a alguien para llevarle de un sitio a otro. No tiene ese problema. Yo tengo mi moto, y una vez llevé a Rick. Y tuve suficiente, pues él no hacía más que temblar. Era un viernes por la noche y fuimos hasta Sunset Strip adelantando a coches grandes. La verdad es que impresionaba un poco.

RICK: Los Angeles es un lugar curioso, es como un enorme suburbio. No tiene centro urbano. Llevo dos años buscando el centro urbano. Es una ciudad enorme. Cuando fuimos a Disneylandia tardamos cuatro horas en llegar, pero no dejamos de ver casas en todo el camino.

JOHN: Aquí ocurre algo: siempre puedes hacer lo que quieras, sea lo que sea. Siempre tienes disponible cualquier cosa que necesites. Yo elegí vivir a cien metros del Lighthouse, que es un famoso club de jazz. Siempre voy allí cuando toca algún artista bueno. Incluso tengo un par de discos antiguos que fueron grabados en ese club. Pero también me gustó vivir en Colorado, y me encantaría trasladarme definitivamente allí. El rancho Caribou está cerca de Boulder, que es una ciudad pequeña preciosa. Y también me gustaría regresar a Maidenhead, en Berkshire, junto al río Támesis...

PREGUNTA: Así que de vez en cuando echáis de menos Inglaterra...

JOHN: Hasta cierto punto. Pero un par de personas que han vuelto por allí dicen que fue una experiencia deprimente. Llegas pensando que todo va a ser estupendo y no es así. Así que tal vez cuando nosotros regresemos nuestros recuerdos no se parezcan a la realidad.

RICK: Parece que allí el panorama se está volviendo más violento. La otra noche nos dijo un colega que había estado en el Marquee y que unos jóvenes hinchas de fútbol se metieron con él. No sé si es que no les gustó su cara...

JOHN: Tal vez era el día de la final de Copa...

RICK: No, había ido a ver a los Sex Pistols.

JOHN: Ah, vale.

PREGUNTA: Profundicemos un poco en vuestros orígenes profesionales y en vuestras aficiones musicales...

JOHN: Yo soy saxofonista, así que me gustan los saxofonistas. Al principio me gustaba el jazz tradicional, y después empecé a interesarme por un espectro más variado de jazz. Esa fue mi primera influencia para empezar a tocar el clarinete y el saxofón. No fue hasta que tuve unos 20 años cuando conocí el rhtyhm and blues, el rock, el soul y todo eso. Estuve tocando varios años en una banda llamada Alan Bown Set, y acompañé a bastantes cantantes de soul americanos. Dougie llegó al grupo cuando este ya estaba agonizando, durante su último año de existencia. Cuando la banda se deshizo, Dougie y yo nos pusimos a trabajar en fábricas y a tocar en clubs de alterne. Después Dougie entró en Supertramp y yo me fui a trabajar a Alemania. Cuando regresé, Dougie me llamó y fui a hacer una prueba con Supertramp, de eso hace ahora algo más de tres años. Entré en el grupo y estuvimos ensayando durante mucho tiempo mientras esperábamos a que nuestro productor Ken Scott estuviese disponible. Después grabamos “Crime of the century”, hicimos una gira, grabamos “Crisis? What crisis?”, hicimos otra gira y nos pusimos a preparar este álbum. Todo eso nos ha llevado en total tres años.

PREGUNTA: ¿Qué tipo de música te interesa actualmente?

JOHN: Todavía escucho mucho jazz, y de la música de ahora destacaría algunos nombres como Weather Report. Es un grupo que me gusta bastante, son una fusión de varias cosas que yo encuentro bastante válidas en la música de hoy. Todos los músicos tienen pedigrí, me gusta que la gente toque bien sus instrumentos. También me gusta el nuevo álbum de Stevie Wonder, el cantante Donny Hathaway, y saxofonistas como Charlie Parker, John Coltrane y Sonny Rollins, por mencionar algunos.

PREGUNTA: ¿Y qué me dices de tus orígenes, Rick?

RICK: Yo al principio tocaba la batería, así que pensaba que ese instrumento era fantástico. De hecho, mi primera influencia fue Gene Kruppa. Me gustaba ver en la tele sus películas de la época del swing, me parecía increíble. La batería me hizo introducirme en el mundo del jazz, más o menos lo mismo que le ocurrió a John. También empecé a tocar el piano por mi cuenta, aprendiéndome los solos más sencillos de Fats Domino, Chuck Berry, Bill Black... Luego me interesé por el rock. Estaba bastante bien preparado para la batería, pero en los teclados era muy primitivo. Supongo que todavía lo soy. Así que tuve suerte de apreciar tanto el mundo del jazz como el del rock. Mi batería favorito era y sigue siendo Joe Morello, que tocaba con Dave Brubeck. Por lo que respecta al panorama inglés, creo que cuando escuché a Traffic fue cuando empecé a tomar en serio a los músicos ingleses. Cuando emergieron los Beatles, me parecieron increíblemente básicos. Tenían mucha vitalidad y todo eso, pero eran muy básicos. Tardaron mucho tiempo en convencerme. Pero, por supuesto, ellos son una de las principales influencias en Supertramp, y también son la principal influencia de casi todos los grupos de nuestra generación. Creo que el mejor músico inglés es Steve Winwood. Por lo que veo ahora mismo, creo que el panorama musical británico no va a llegar muy lejos. No parece que estén surgiendo nuevos sonidos que merezcan la pena.

PREGUNTA: ¿Te refieres a los Sex Pistols?

RICK: Sí. Salen diciendo cosas como “rata”, “maldita sea”… ¿No? Supongo que la gente dirá que eso refleja la situación actual, pero yo no lo entiendo.

JOHN: Nosotros nunca habíamos oído hablar de ellos hasta que salimos de Inglaterra. Les conocimos a través de la prensa musical americana.

RICK: Eso no es música de verdad. Son cuatro tipos que se han convertido en un negocio.

PREGUNTA: ¿Qué es lo que te gusta de la música actual?

RICK: No me entusiasma demasiado. Me gusta Stevie Wonder, algo de la música disco... Me gusta Tavares. De vez en cuando escucho en la radio algo que me gusta.

PREGUNTA: Dougie, cuéntanos algo sobre tus orígenes musicales...

DOUGIE: Roger y yo nos interesamos primero por los Shadows, y después por los Beatles. Creo que todo el grupo estará de acuerdo conmigo en cuanto a sus gustos por Traffic, The Band, Procol Harum... Fue un período interesante del rock británico, probablemente el más productivo de la historia. Yo no escucho demasiado jazz como hacen ellos, y me gusta más un amplio abanico de la música actual. Es difícil pensar en algún bajista en particular como gran influencia... Me gustaban las líneas de bajo del viejo Motown, Jaime Jamerson... Ahora escucho mucha música diferente, y me gustan los bajistas sencillos, esos que no tocan demasiado. También me gusta ir a ver a Pink Floyd, fueron muy innovadores.

PREGUNTA: Bob, tú eres el único miembro no británico de Supertramp... ¿Cómo entraste en el grupo?

BOB: Me fui a vivir desde Los Angeles a Londres y estuve dos años tocando allí con un grupo llamado Bees Make Honey. Rick y Roger vivían cerca del pub Kensington, donde yo solía tocar los lunes y los miércoles. Rick venía a menudo a vernos. También tocamos con un cantante llamado Frankie Miller e hicimos una pequeña gira por todo el país acompañando a Supertramp, así que la relación surgió de ahí. Roger y Rick se acercaron a mí una noche y me dijeron que habían tenido una bronca con su batería y que querían deshacerse de él. Me contaron que querían reformar el grupo y me pidieron que me uniese a ellos. Eso fue justo antes de empezar a grabar el disco “Crime of the century”.

PREGUNTA: ¿Qué baterías fueron sus principales influencias?

BOB: Yo diría que Jim Capaldi y B.J. Wilson. Y, por supuesto, Levon Helm. Me gusta mucho cómo ha evolucionado su estilo. También me gusta mucho The Band. Tuve suerte de fijarme en los baterías adecuados y trabajar su estilo, creo que esa es una de las claves.

PREGUNTA: La cuestión obvia es, entonces, ¿cuál es el secreto de ese sensacional sonido de batería en Supertramp?

BOB: Yo creo que es algo que tiene que ver con mi forma de tocar la batería. No soy un batería muy rápido, sino que me dedico a espaciar mucho los sonidos. También está lo de conseguir la afinación adecuada. Eso requiere un gran cuidado y tener buen oído. Nuestro responsable de sonido Russel Pope tiene gran parte de mérito. Tiene un gran oído para el sonido de la batería, y también tiene mucha paciencia para meterse en el estudio durante horas hasta que consigue el sonido adecuado. Se pasa horas y horas intentando ajustar todos los sonidos de la batería.

PREGUNTA: ¿Cómo crees que es el sonido de la batería en el nuevo álbum si lo comparamos, por ejemplo, con “Crime of the century”?

BOB: El sonido de batería en “Crime of the century” necesitó de la colaboración de mucha gente. Esta vez ha sido mucho más fácil conseguir el sonido adecuado.

PREGUNTA: ¿Qué música escuchas en casa?

BOB: Todavía escucho a muchos de mis viejos grupos favoritos, como Traffic y Procol Harum. Perdí un poco interés en Procol Harum cuando Matthew Fisher dejó el grupo, pero me gustó mucho el disco “Grand Hotel”. También escucho cada nuevo álbum de The Band. John ha conseguido que me guste Weather Report y me encantan algunos de sus discos, sobre todo “Mysterious traveller”. Me gusta Stevie Wonder... Ahora escucho música más variada que nunca. Y Rick y John me han hecho conocer músicos como Art Blakey, Max Roach...

PREGUNTA: ¿Qué sensación global tenéis sobre vuestro nuevo álbum?

BOB: Para mí ha sido mucho más sencillo grabar este álbum, y ha sido el proyecto más divertido hasta la fecha. Creo que lo de Caribou nos ayudó mucho. Todos nosotros hemos evolucionado desde “Crime of the century”, así que nos hemos sentido más a gusto con el proceso de grabación, incluyendo el trabajo meticuloso.

JOHN: Yo creo que es el disco más potente que hemos hecho hasta ahora.

RICK: Lo único que podemos hacer es dejarnos guiar por las reacciones de la gente que nos rodea, como por ejemplo los miembros de la compañía discográfica. Y al parecer ellos piensan que es muy bueno. Cuando estás pensando en el disco día sí y día no, es difícil ser objetivo. Pero parece que la gente está entusiasmada con él.

ROGER: A nivel global yo estoy bastante contento. Creo que es nuestro mejor álbum hasta la fecha. No creo que vaya a ser nuestro “Sgt. Pepper” particular, pero creo que está muy logrado. Nos ha llevado mucho tiempo. Creíamos que íbamos a tardar menos, pero estábamos equivocados. Una de las razones es que nos tomamos un descanso. Después de ocho meses de gira, necesitábamos un descanso para volver a estar en forma tanto mental como físicamente. Así que no resultó fácil la vuelta al trabajo, ya que después de tanto tiempo inactivos los niveles vocales e instrumentales no son los más adecuados. Además, esta vez no hemos dejado nada fuera de nuestro control. Por esa razón no nos quedamos muy satisfechos con “Crisis? What Crisis?”, ya que tuvimos que prepararlo a toda prisa. Este nuevo álbum significa mucho más para nosotros. Cuanto mejor sea el álbum, más fuerte se volverá el grupo, y mejor será nuestro futuro.