Angels Bronsoms, de la revista musical española "Popular 1", visitó al líder de Supertramp en su casa de Los Angeles.

Creo que a mí los Supertramp nunca me han gustado demasiado pero mi faceta de periodista musical me hace la más curiosa de las personas y cuando me ofrecieron entrevistar a Rick Davies, no pude negarme. La entrevista que sigue se realizó en su mansión de Encino (Los Angeles), una casita de chocolate rellena de sofás blancos y paredes de terciopelo verde.

Para poneros al día de los últimos pasos del grupo, he de mencionar que Supertramp acaba de publicar su álbum en directo y que se titula simplemente “Supertramp Live´88” y es el producto de una serie de grabaciones, más o menos sencillas o caseras, que tuvieron lugar a lo largo de su tour por tierras de Sudamérica y Europa.

Supertramp llevan… casi 20 años en el mundo de la música y yo diría que este último LP es quizás lo más interesante que han hecho. Nada complicado, únicamente reunir sus mejores piezas y añadir pequeñas dosis de rhythm and blues como las que encontraréis al final de la cara A.

Entendiendo que hace 20 años que estos chicos están tocando, que se marcharon hace 15 de Inglaterra y que han sobrevivido a dos décadas de la historia de la música, se impone una pregunta que ha de saciar mi curiosidad y quizás también la vuestra.


PREGUNTA: ¿Cómo puedes resumir la evolución de vuestra música a lo largo de todos estos años?

RICK: Supertramp estuvo en lo que se podrían llamar dos niveles. El primero, por supuesto, fue mi aventura con Roger Hodgson. Dos personalidades que hicieron un estilo. Estábamos situados en la línea de grupos como Genesis, Yes... cuando empezamos. Después llegamos a ser más una pop-band con discos como “Breakfast in America” y finalmente, cuando Roger se fue, mi música fue la que hizo que Supertramp siguiera. Yo diría que, entonces, volvimos a los primeros tiempos y ahora podría decirse que somos un poco más light en nuestro último disco “Free as a birtd”. Sería más pop. Escribir música y tener gente que responda es una forma de comunicarse. Yo no compongo para mí mismo, aunque tampoco me gustaría escribir sólo para complacer al público. Este disco nuevo es, en realidad, más para el público que otra cosa. No es una gran producción, utilizamos únicamente una simple grabadora.


Rick Davies es un hombre muy serio y un poco ceñudo, pero con cara de no haber roto nunca un plato. Mis preguntas son un poco para que él nos cuente como es una gira de Supertramp. Me dice que lo que más echa en falta cuando está de gira es la posibilidad de relajarse, aunque, al mismo tiempo, es más fácil estar de gira que componer. Como os decía, Supertramp han estado juntos durante un montón de años, acaban de pasar tres meses “on the road” y se han paseado por Brasil, Canadá y Europa. A mí me gustan particularmente estos temas de R&B, y cuando pregunto a Rick cuales son esas leyendas del blues que le han influido, me dice que todos los clásicos y especialmente Chuck Berry.

Supertramp tienen una especie de banda paralela, llamada Rick and the Rockets, que hacen únicamente blues. Eso es lo que les gusta realmente, son sus raíces, es la música que escucharon de jóvenes y que hoy todavía siguen entusiasmados: “jazz”, Duke Ellington, etc.


PREGUNTA: ¿Qué os llevó a California?, ¿Algún sueño?

RICK: Hace doce años que vivo aquí. Vine con todo el grupo porque no acabábamos de conseguir el éxito en Europa ni tampoco en América y suponíamos que debíamos venir a América para conseguirlo. Teníamos un show con películas y luces y creíamos que esto impresionaría como grupo telonero de alguien más importante. Así es como nos pusimos en marcha. Regalando entradas a las chicas, en las tiendas, en la radio... Intentando atraer al máximo de público posible. Nos tomó un tiempo conseguirlo. Yo conocí a mi esposa aquí... Roger a la suya... El mánager estaba casado con una chica de aquí, el ingeniero de sonido también... Así que nos encontramos atrapados por las mujeres americanas.

PREGUNTA: ¿Cuáles eran los nombres de esos teatros donde empezasteis?

RICK: Uno era el San Louis Obispo, el mismo de la película de Chuck Berry. También los teatros de la Paramount en Seattle, en Portland, en Nueva York, todos teatros de dos mil o tres mil personas.

PREGUNTA: ¿Cómo os sentisteis en Sudamérica?

RICK: Fue muy especial. Tardamos mucho en conseguir estos conciertos, la promoción, los instrumentos, el dinero por anticipado... Allí hicimos los conciertos más grandes de nuestra vida. En Sao Paulo tocamos para 130.000 personas, en Río para 70.000 en esa calle donde se hace el carnaval. Lástima que llovió...

PREGUNTA: ¿Qué aprendiste de un tour como éste?

RICK: Que hay que seguir apreciando que la gente venga a vernos después de todos estos años... Aprender a ser mejor cada vez. A tocar mejor, divertirse con la gente, entendiendo su forma de vida, sus costumbres, sus comidas...

PREGUNTA: ¿Cuál ha sido el último concierto que has visto?

RICK: Steve Winwood en el Universal Anphitheater de Los Angeles. Fue un buen concierto. A mí me gusta este músico. Hay gente a la que no le gusta. A mí sí.

PREGUNTA: ¿Cuál es, para ti, la condición más importante para que un show tenga éxito?

RICK: Para mí, obviamente, es entretener a la gente. Para nosotros sería asegurar que la gente se lo pasa bien. La luz, las películas, las fotos que ilustran nuestras canciones... Supertramp es un grupo, no son unos personajes que pululan por el escenario. Es muy importante el sonido, sincronizar las luces... No pasarse cuatro horas tocando como Bruce Springsteen y sobre todo satisfacer a la audiencia.

PREGUNTA: ¿Qué es, para ti, lo más remarcable de los 80?

RICK: Que el mundo sea un poco mejor, especialmente con los rusos... Esperamos tocar muy pronto allí. Compartir la música ayuda a sentir a la gente cercana. El mundo se está convirtiendo en pequeño con la TV y los viajes... En cuanto a música, lo más importante es asimilar el lugar de las máquinas. Creo que ahora hay una insistencia en el uso de las cajas de ritmos. Está bien, pero están tendiendo a deshumanizar la música. Por eso el “heavy” se está haciendo tan popular. Por lo menos los chicos tocan, aunque luego los críticos digan que no les gusta porque es música diabólica.

PREGUNTA: ¿A ti te gusta?

RICK: No demasiado. No escucho esa música. El hecho es que es gente de verdad tocando. Quizás lo más importante es aprender a utilizar esas máquinas sin que superen a la persona.

PREGUNTA: ¿Cuál es tu héroe musical de los 80? ¿Prince?, ¿Madonna?

RICK: No creo que haya ningún héroe que esté ahí y me guste. Quizás Prince sea el más cercano. A Madonna no la oigo. No está mal pero tengo otras cosas que escuchar, quizá más clásico.

PREGUNTA: ¿Qué películas te gustan? ¿Qué otros aspectos del mundo del espectáculo te interesan?

RICK: Soy muy crítico con las películas. No me gustan demasiadas cosas. Veo la TV por cable. No hay muchas pelis interesantes pero es que es muy difícil hacer una buena película. Mi favorita es “El padrino”. Me gustan las antiguas películas inglesas en blanco y negro de los 60 como “Sábado noche, domingo mañana”. Son películas que forman parte de mi evolución...


A lo largo de la entrevista, silenciosa, a veces cortante, Rick Davies, el popular pianista del grupo inglés Supertramp, va tomando confianza en mis preguntas y se siente súper concentrado en el asunto. No se muerde las uñas y de vez en cuando se hace el despistado con las preguntas y me las hace repetir de todas las maneras posibles. Por eso, cuando le pregunté si se sentía un espíritu solitario y me contestó que quizás, que ahora estaba pasando por una situación complicada y triste, no quise indagar más y lo deje ahí. Unos segundos después me dice que sí se siente un espíritu solitario en el terreno musical.


RICK: Yo no soy muy académico. No puedo ir a tocar con un grupo de músicos de “jazz”, tampoco con los músicos primitivos de “rock”... Es algo intermedio. Por una parte soy muy sofisticado y por la otra nada. En este sentido me siento un poco solitario, pero intento mejorar...


Está claro que no se lo tiene nada creído. Cuando le pregunto por los fans, me dice que ellos nunca han sido una banda con imagen, ni “sexys”, ni “rock stars”. Sus ídolos son Horace Silver, el pianista de “jazz”, Chuck Berry, Fats Domino, Duke Ellington, Miles Davies... Gente de “jazz”. Y se acaba de acordar que una vez se encontró con los Beatles, con George Harrison y Ringo.

Supertramp son británicos y, como siempre le ha gustado formar parte de bandas y tocar, Rick me cuenta que aprendió el alemán cuando dejó la fábrica donde trabajaba para tocar en un grupo de “rock and roll”. El grupo se llamaba The Joint. El solo tenía 19 años y por aquella época no tocaba el piano, sino la batería. Estuvo viviendo durante nueve meses en Alemania, tocando en los bares de fin de semana sin un duro en el bolsillo. Su ciudad favorita es Barcelona y también le gusta Viena porque la gente tiene un sentido de la música genial. Le parece una ciudad súper romántica y con una historia musical increíble. Seguramente sería París la tercera, porque allí son muy populares.


PREGUNTA: ¿Cómo te imaginas el futuro?

RICK: Creo en el destino. Tú te haces tu propio futuro. Hay gente que me dirá: “¿Qué pasa con las gentes de Etiopía? ¿Ellos no pueden construir su futuro?”


¿Creéis que lo primero que hace míster Davies es tomarse un desayuno americano cuando se levanta cada mañana?. Pues no. Se toma su café y luego se coge la bici y se hace 12 ó 15 millas. En América el deporte es religión. Y si no coge la bici se hace unos dobles de tenis con sus amigos un par de días a la semana. Por supuesto, un poco de trabajo en el estudio de grabación, en la parte trasera de la casa.


PREGUNTA: ¿Cómo se debe sentir uno siendo parte de la historia de la música?

RICK: Pues estoy feliz de vivir de ello. La razón por la que empecé a tocar fue el poder escapar de la fábrica en la que trabajaba. Me daba miedo irme por ahí sin dinero para comer, pero me di cuenta de que la vida en la fábrica no era para mí con 19 ó 20 años. El destino hizo que, al día siguiente de abandonar el trabajo, me llamaran para tocar en The Joint.

PREGUNTA: ¿Cuáles son tus talentos más destacables?

RICK: Es difícil hablar de ti mismo porque siempre crees que podrías ser mejor. Es difícil decir que soy bueno en esto o aquello. La batería sería uno de ellos seguramente. De niño me preparé mucho. Estudié muchísimo y fue una casualidad lo de tocar el piano. Siempre  que iba a visitar a mi tía, a tomar el té, tocaba su piano mientras esperaba que estuviera listo. Así fue como aprendí... Otra vez el destino.


La entrevista llega a su fin. A Rick le encanta viajar, no cree que le sea difícil ser famoso y más en Los Angeles donde cada taxista cree que lo es. Su interés por los medios de prensa escrita se reduce a las revistas especializadas en “jazz”. No es un fan de los vídeos en TV y, en cambio, como perfecto inglés, solamente ve las noticias que desde Londres le manda el satélite. Después de estas confesiones, me imagino que la conclusión es que sobre gustos no hay nada escrito. ¿Te vas a escuchar su disco en directo?