Crónica del concierto ofrecido por Supertramp en Barcelona durante la gira promocional del álbum "Famous last words", publicada en la revista musical española "Popular 1".
Todo estaba listo para que Supertramp diera su concierto debut de la gira ´83 en el Mini Estadi del F.C. Barcelona, o al menos, eso era lo que nos creíamos. Tras las entrevistas, salí del recinto y cuando volví tres cuartos de hora después, era casi imposible acercarse a una entrada. Miles de personas se agolpaban ante dos pequeñas entradas flanqueadas por robustos pipas que apenas dejaban entrar de uno en uno a los exaltados fans que se volvían locos con la idea de quedarse sin entrar.
No sabemos a quién echarle la culpa de todo ello, pero desde luego que habría que hacer una inspección para dar fe e investigar todos los hechos que tuvieron lugar en el exterior del recinto, ya sean las clásicas carreras, lanzamientos de piedras y botellas, etc. Simplemente por culpa de esas dos ínfimas entradas por las que todos, sin excepción, debíamos penetrar por espacio de una hora.
Los dos músicos que acompañan a la banda titular son Fred Mandel y Scott Page. Ambos arropan, sobre todo con las voces, el empastado sonido del grupo, siendo el señor Page el más activo, pues se pasó toda la noche bailando en su tarima al tiempo que cogía en ocasiones el saxo, en otras la guitarra y el resto percusiones varias.
Sigue el grupo interpretando sus clásicos de siempre “Breakfast in America”, “Bloody well right”, “Goodbye Stranger” mezclándolas con nuevos temas como “My kind of lady”. En “Hide in your shell” aparecieron por primera vez los llamados “trampettes”, cuatro o cinco pipas dispuestos a ser guiados por John Helliwell en los coros. La sección rítmica con Bob Siebenberg y Dougie Thomson pareció bastante floja, sobre todo en lo tocante al bajo, que pareció no haber practicado mucho últimamente.
Por su parte, Bob es un batería bastante seguro y lleva las riendas del aparato rítmico, que se ve más amparado cuando Roger Hodgson coge su guitarra blanca de doble mástil y se pone a hacer algo de ritmo que no sea el vapulear de los pianos. Uno de los temas que me encantó por la interpretación de Roger fue “Logical song”. Se vio desde las primeras filas que Hodgson estaba cantando a conciencia y casi desgañitándose con esa vocecita tan encantadora que posee y que es firma acreditada del sonido del grupo.
Para varios temas como “Fool´s overture”, “Rudy” o “Crime of the century” se hizo uso de la pantalla superior en la que vimos vías, trenes a todo trapo, Hitler, universos y unos collages muy interesantes que recordaban el show de Kraftwerk con su “Trans-Europe Express” todo ello casi al final del concierto, que tiene una duración de mas de dos horas, repasando a fondo la discografía de Supertramp a partir de su tercer álbum, para mí la mejor obra a todas luces de su historia.
Lo que sí está claro es que las canciones de Rick Davies están apoyadas en un tipo de música mucho más estándar y se hacen aburridas en comparación con la magnificencia casi infantil de los temas de Roger, que, para mi gusto, salvó la gira Supertramp´83 con todas sus consecuencias. Para terminar con la genial “School”, mi tema favorito de la banda. A la mayoría de la gente la impresionaron con el show. A mí simplemente no me gustaron demasiado y vi como un grupo que ha sido tan grande se extingue poco a poco a raíz de la deserción de un elemento fundamental que decide continuar en solitario.
Habrá que ver a principios de próximo año cómo está funcionando el primer disco de Roger “Sleeping with the enemy”, con el simple acompañamiento del genial Mike Shrieve de Novo Combo, y ver cómo suena el disco de Bob Siebenberg “Giants in our own room”, además de comprobar cómo acaba toda la historia esta de Rick Davies llamada “Brother where you bound”.
Ya conocemos los textos abstractos y un tanto enrevesados de Davies y supongo que si quiere hacer algo conceptual aún tendrán mayor significación. Así que se nos avecina un futuro de Supertramp en ramificaciones, carreras en solitario, disco de grupo, etc. A mí, sin embargo, me parece bastante difícil que puedan seguir con el mismo éxito sin Roger en sus filas, muy a pesar de esos dos años que piensan recluirse para grabar esos discos sin dar un solo concierto en directo. Es una opinión personal. Seguro que a Supertramp le gustaría conocer también la tuya.