Crítica de Tony Stewart, de la prestigiosa revista musical británica "New Musical Express", sobre el cuarto álbum de Supertramp.
Supertramp no es el tipo de grupo que llame la atención inmediatamente, sino que es un gusto que se adquiere. O aprendes a considerarles intérpretes de canciones encantadoras o simplemente les recordarás como músicos anónimos tocando una música igual de anónima.
Sin embargo, en cuanto al nivel de sus composiciones, hay que reconocer que no son nada más que excelentes músicos. Tienen sus limitaciones, y aunque tienden a moverse dentro de su territorio, hay momentos, como los frágiles solos de guitarra de Roger Hodgson durante "Sister moonshine", que intentan sin éxito atravesar las fronteras.
John Helliwell, un muy buen músico con gran variedad de excelentes ideas, también tiene su parte de culpa con su sosa contribución de saxo en "Ain't nobody but me".
Por supuesto, estas inconsistencias son claros síntomas de un exceso de confianza, lo cual, si fuese convenientemente canalizado, haría mejorar el material. Por lo menos ese parece ser el caso de temas como "Lady" y "Another man's woman".
Pero dejando aparte estas limitaciones, "Crisis? What crisis?" ha conseguido expandir al grupo instrumentalmente, permitiendo por ejemplo a Helliwell tocar el clarinete, y al espléndido Dougie Thomson participar más activamente al bajo.
El álbum está basado, igual que "Crime of the century", en la gracia de Davies y Hodgson componiendo buenas melodías, con Bob C. Benberg proporcionando su particular sentido del ritmo a casi todas ellas, alcanzando su máxima expresión en las canciones "Sister moonshine" y "Another man's woman".
Como álbum, "Crisis? What crisis?" es a nivel general excelente, tanto a nivel vocal como instrumental, así como en la producción, que corre a cargo de Ken Scott y de Supertramp.
El disco termina a lo grande con una preciosa canción de amor, "Two of us", que además alude a la decisión de la sociedad Davies-Hodgson de seguir adelante a pesar de sus primeras decepciones.