Jane Scott, de la publicación musical "Rock", habló con Roger Hodgson y John Helliwell poco antes del final de la gira del álbum "Famous last words", la última de Roger con Supertramp.

 

“¿No tienes nuevos retos en tu vida? Entonces no estás realmente vivo”, piensa Roger Hodgson, de Supertramp.

Hodgson se ha creado su propio reto. Al final de esta gira dejará la banda británica para emprender su carrera en solitario. El concierto del domingo 11 de Septiembre en el Coliseum será su vuelo final; la última vez que podrá verse a la actual configuración del grupo.

¿Podrá sobrevivir Supertramp sin el cantante, compositor, teclista, guitarrista y arreglista Hodgson? “Sí. Será diferente, pero muy excitante para ellos. Todos nos sentimos bien con esto”, dice Hodgson.

“No tenemos un sustituto para Roger, pues es insustituible”, dice el saxofonista y clarinetista de Supertramp John Anthony Helliwell. “Pero seguiremos adelante sin él. Además, Rick Davies tiene muchas canciones nuevas”, añade.

Davies es el vocalista que ha colaborado a que Supertramp sea un negocio a medias desde 1969. Supertramp es uno de los pocos grupos que tienen dos cantantes y dos compositores. Ambos se alternan, cantando cada uno sus propias canciones.

Hodgson y Helliwell hablan desde distintos teléfonos en Lake Geneve, Wisconsin. Pero, ¿por qué se marcha Hodgson? “Ya llevo catorce años con Supertramp. Ha llegado un punto en el que no puedo aprender nada más de la banda. Estoy deseando trabajar con otros músicos, unirme a otros proyectos, no estar limitado por el grupo”, dice. “Es algo que llevo considerando desde hace cuatro o cinco años”.

Hodgson no pierde el tiempo. Tiene su propia compañía de discos, Unicorn Productions, y un estudio de cuarenta y ocho pistas en Nevada City, California. También tiene un archivo de unas setenta canciones que quiere grabar en cuanto pueda.

Hodgson se llevará con él sus canciones en Supertramp, melodías explosivas como ‘The logical song’, ‘Dreamer’, ‘Hide in your shell’, ‘Give a little bit’, ‘Breakfast In America’, ‘Take the long way home’, ‘Crazy’ e ‘It’s raining again’. Hodgson y Davies colaboraron en las canciones de Supertramp hasta el disco ‘Crime of the century’ de 1974. Después empezaron a componer por separado.

“Es bonito que la gente que te rodea te apoye, pero las decisiones personales deben ser de uno mismo. Y es más fácil cantar una canción con sinceridad si cantas tus propios sentimientos”, confiesa.

“Rick se ha vuelto más fuerte como individuo y como compositor”, dice Hodgson. “Será bueno para él escapar de mi personalidad dominante, y está preparado para tomar el control. Tiene algunas canciones fantásticas ya casi listas”, añade.

“Rick ha sido históricamente el lado duro y cínico de Supertramp”, piensa Hodgson. “Tiene una voz más áspera, más intensa, y muy buena. Ha compuesto canciones como ‘Bloody well right’, ‘Crime of the century’ y ‘Goodbye stranger’. Por el contrario, mi voz es más suave. Líricamente somos muy parecidos”, dice.

Irónicamente, Hodgson compuso la canción más dura del grupo, ‘Fool’s overture’, que trata sobre el estado del mundo, especialmente en Inglaterra. “No me gusta la palabra ‘social’ para mis nuevas canciones, prefiero ‘concienciación planetaria’”, dice Hodgson. No le gusta extenderse demasiado en lo negativo.

“El mundo nunca ha estado tan necesitado de sentimientos de esperanza como ahora. La gente quiere música que le anime y le divierta. Creo que es una reacción ante la música mecánica y nada emotiva que se hace hoy en día. Pero pienso que este tipo de música es una moda que pasará”.

Hodgson cree que su propia música es difícil de encasillar. “Hago de todo, desde temas sinfónicos hasta canciones pop. Creo que voy a hacer una música más espontánea, más líricamente vital, más emocional, mucho más experimental”, dice.

Algo de su primer álbum en solitario puede que suene un poco a Supertramp, pero eso es porque Hodgson ha sido el principal arreglista del grupo. Su nuevo proyecto se llamará simplemente ‘Roger Hodgson’. No hará una gira para promocionar su primer disco, pero espera poder hacerla cuando publique el segundo.

“Por ahora las cosas van despacio. Pero contaré con Michael Shrieve, el antiguo batería de Santana, en mi primer álbum. Y también con un viejo amigo mío de Inglaterra, Ken Allardyce, que tocará el bajo. Probablemente forme mi propio grupo para el segundo disco”.

Supertramp contará con dos músicos adicionales en su concierto del Coliseum, ambos músicos de sesiones. “Se trata de Fred Mandel, de Toronto, a la guitarra y los teclados, y Scott Page, de Los Angeles, al saxofón, la guitarra y la percusión”, dice Helliwell.

¿Piensa Helliwell que el sonido de Supertramp ha cambiado con los años? “No, somos los mismos. Hemos hecho nuestro pequeño mundo en la música. Conscientemente no intentamos cambiar, aunque tal vez podríamos haber sido un poco más duros”, dice.

Helliwell, natural de Yorkshire, estuvo en un grupo llamado Alan Bown, del que también formaron parte Robert Palmer y Jess Roden. Después puso un anuncio en el Melody Maker. “El anuncio decía ‘tengo saxo y viajo’, y Supertramp me llamó”, dice.

Interesante, porque Supertramp también había puesto antes un anuncio en el ‘Melody Maker’. “Decía ‘auténtica oportunidad’ en letras grandes”, dice Hodgson. “Lo había puesto Rick. Mi madre lo vio y me insistió para que fuera a la audición”. Fue su madre quien le había regalado la guitarra de su padre cuando se divorciaron y quien ayudaba al grupo en los malos tiempos.

“Teníamos nuestras propias reglas: nunca seguíamos las reglas”, dice Hodgson. El grupo publicaba algo cuando quería, no cuando se lo pedía la compañía de discos, y ya fueron grupo principal, sin teloneros, durante su primera gira americana en 1974.

Supertramp se creó a través de un benefactor, un millonario suizo que había apoyado anteriormente a otro grupo de Davies. “Pero después de que nuestro patrocinador se marchara, tuvimos que luchar y pagar las deudas. Le dijimos a John que conservara su empleo en la gasolinera por si acaso. Incluso una vez lo dejamos todo y nos separamos durante un par de días. Dijimos ‘hemos fracasado, aceptémoslo’. Pero entonces llegó Dougie Thomson, nuestro bajista, que tenía un gran sentido del negocio. Vendimos parte del equipo para comprar un equipo de grabación e hicimos unas maquetas”, dice Hodgson.

A A&M Records le gustó lo que oyó en esa grabación de ocho pistas y financió al grupo durante los siguientes seis meses. Hicieron una buena inversión: el álbum ‘Crime of the century’ fue número uno en Inglaterra. Los miembros del grupo estuvieron viviendo juntos durante esos meses de grabaciones.

¿Qué significa ‘Crime of the century’? “Nunca damos una respuesta convincente”, dice Hodgson con evasivas. “Mucha gente lo considera un álbum conceptual, pero nos llevó mucho tiempo encontrar las canciones adecuadas y ponerlas en el orden correcto”, añade Hodgson, que vive en una finca de doscientos cuarenta acres. “Me encanta conducir mi tractor. Es algo que necesito para mantener mi equilibrio, estar al aire libre”, dice.

La hija de Hodgson, Heidi, de 4 años, nació justo doce minutos antes de uno de sus conciertos de 1979. “No ha vuelto a suceder nada así, pero nos encanta salir a tocar ante el público. Y nunca he estado tan entusiasmado como ahora con mi nuevo reto”.