Ray Telford, de la publicación musical británica "Sounds", charló con el antiguo batería de Supertramp Kevin Currie tras la publicación del álbum "Indelibly stamped".

 

El problema que hay con la mayoría de las bandas actuales es que ninguna parece interesada en hacer algo más de lo que se espera de ella. Hace un año Supertramp fue una excepción a esta regla publicando uno de los mejores discos del rock británico de 1970, y todo parecía indicar que les resultaría sencillo seguir por el buen camino.

Desde entonces, sin embargo, lo único que han hecho es publicar hace unas semanas un nuevo álbum, ‘Indelibly stamped’, que ha recibido una acogida bastante más fría que el anterior, el cual fue bautizado como ‘Supertramp’. Según Kevin Currie, el batería del grupo natural de Liverpool, la razón de que Supertramp haya permanecido prácticamente inactivo durante todo este tiempo es que ha habido muchos conflictos musicales en la banda.

“Sí, ha habido muchos problemas a nivel personal dentro del grupo”, dice. “Las cosas se pusieron tan feas que el anterior batería sufrió un ataque de nervios, y todos los miembros del grupo acabaron hartos unos de otros. Teniendo en cuenta eso, el resultado del primer disco fue bastante bueno. Se trataba de un álbum que tenía un carácter muy melancólico, y el ambiente que había dentro del grupo encajó a la perfección con la música”.

Los cambios en el grupo han sido drásticos. Frank Farrell reemplazó a Richard Palmer, que era el guitarrista principal, y como Frank toca el bajo, el anterior bajista, Roger Hodgson, se encarga ahora de la guitarra. Y Kevin sustituyó a Bob Millar en la batería. La formación se completa con el teclista Richard Davies y el saxofonista Dave Winthrop.

Hace un par de meses, corrió el rumor de que Paul Kossoff estaba a punto de llevarse a Roger Hodgson a su propia banda, Free. “Bueno, eso no es estrictamente cierto”, dice Kevin. “Es verdad que Paul se interesó por nuestro grupo y en particular por Roger, pero Roger dijo rotundamente que no quería marcharse. Conocimos a los miembros de Free, y Paul tocó en un concierto con nosotros, pero ahí se quedó todo”.

Tal vez no resulte muy evidente en ‘Indelibly stamped’, pero Kevin dice que Supertramp se está moviendo hacia un estilo de rock and roll mucho más melódico y positivo, que según cree será totalmente satisfactorio en el tercer álbum del grupo.

“Todavía somos básicamente una banda de rock y no queremos que eso cambie, pero no seguimos una única dirección ya que tenemos muchas ideas e influencias distintas que tendremos que conseguir conjuntar. Ahora todos estamos más preocupados por las melodías y este disco demuestra dónde nos encontramos exactamente”.

Como señala la nota de prensa que acompaña a la publicación del disco, es un pequeño milagro que Supertramp siga existiendo. La realidad es que se han ganado un nombre y tal vez sea eso lo que ha impedido que se separen. Su primer álbum les hizo conseguir un buen número de seguidores, sobre todo entre los estudiantes, pero Kevin piensa que ese tipo de público no es el único al que le gusta Supertramp.

“Hasta ahora casi todos nuestros conciertos han sido en institutos, pero recientemente también hemos actuado en otros sitios como salas de baile y clubes, y en todas partes nos han recibido muy bien. Así que no se puede decir que seamos un grupo exclusivo para estudiantes. Seguimos teniendo una reputación, e incluso la gente que no nos conoce espera ver algo bueno cuando viene a nuestros conciertos. Y creo que lo consiguen”.