Reportaje de Kim Lamb Gregory con Bob Siebenberg y Jesse Siebenberg como protagonistas, publicado en el diario norteamericano "Ventura County Star".


Los padres tienen influencia en las carreras sin sus hijos, a menudo sin saberlo. Jesse Siebenberg, músico y compositor de Ojai, tuvo como juguetes los instrumentos musicales de su padre, los cuales aprendió a tocar hasta el punto de salir de gira con él.

Jesse, de 35 años, se interesó por la música de su padre a una edad muy temprana. “Cuando tenía unos 4 años le compré en Toys’R’Us una batería de juguete como regalo de Navidad”, dice su padre, Bob Siebenberg, de 62 años, batería de la banda británica de rock Supertramp. “La destrozó en un día”.

La música es un lazo que une. Con el tiempo, Jesse consiguió dominar la batería y otros muchos instrumentos, como la guitarra y los teclados. “Yo tenía un estudio en mi casa, y siempre había montones de instrumentos por allí”, dice Bob. “Jesse ya tocaba el piano a los 6 años. Siempre fue evidente que tenía ese don”.

“Se trataba de un entorno muy estimulante para un niño. Por allí pasaban un montón de músicos de primer nivel, ya fuera para hacer música o para escuchar discos”, dice Jesse, que ahora es co-propietario de un estudio de grabación en Ojai y lleva 14 años saliendo de gira con su padre y Supertramp, desde que cumplió los 20.

Jesse tenía unos 5 ó 6 años de edad cuando él y su padre escucharon al gran saxofonista del rhythm and blues King Curtis en su álbum grabado en directo Fillmore West, al norte de California. Jesse recuerda haberse fijado en la cara que tenía su padre mientras escuchaba aquel disco.

“Era una mirada diferente que no le había visto jamás”, dice Jesse. “Creo que aquello me hizo engancharme a la música de por vida. Pienso que fue porque le vi tan ensimismado, aunque de una forma muy relajada. Mi padre y yo escuchábamos todo tipo de música, pero sólo algunos discos te dejaban así de hipnotizado”.

Según Bob, Jesse cometió algunos “errores de principiante” cuando salieron de gira juntos por primera vez, pero ha visto a su hijo alcanzar la madurez. “Verle ahí delante, interpretando tan bien algunas de nuestras canciones y recibiendo esa respuesta y esos aplausos del público, ha hecho que me sienta muy orgulloso de él”, dice Bob.

Jesse dice que su padre siempre ha participado activamente en su vida y en la de su hermana Victoria. “Hablamos por teléfono y nos vemos bastante a menudo, aunque debo reconocer que casi siempre por iniciativa de mi padre”, dice Jesse, que añade: “¡Te llamo pronto, papi!”.