Durante la promoción de "Open the door", Roger fue entrevistado para un programa especial de la televisión belga "RTBF".

PREGUNTA: ¿Por qué esta ausencia tan larga del mundo de la música? ¿Cuál es el motivo de tu vuelta?
 
ROGER: Necesitaba alejarme del público por un tiempo. La presión del público, de la industria discográfica, la presión por producir, por hacer giras sin parar... Es un engranaje muy peligroso. Una parte de mí no quería perder a mi familia. Eso es fácil en este negocio. Familia y música no se llevan bien juntos. Y me quedé en casa. Y también necesitaba encontrar mi pasión de nuevo. Después de Supertramp, del éxito alcanzado, vinieron las desilusiones posteriores, no llegó el éxito que esperaba, y varias crisis se desencadenaron en mi vida. Me pregunté: “¿Por qué empezar de nuevo?” Y sólo encontré una auténtica razón, una voz en mi interior me decía: “La música es la razón de vivir. ¡Tengo que hacer música!” Y encontrar un modo de hacer música podría hacerme feliz. Esto es muy importante.
 
PREGUNTA: ¿Rick Davies y tú escribíais las canciones de Supertramp juntos o por separado?
 
ROGER: En los inicios, en los dos primeros discos (“Supertramp” e “Indelibly stamped”) componíamos juntos. Sobre todo en el primero. Pero después de “Indelibly xtamped” empezamos a componer por separado. Fue el caso de “Crime of the century”.
Mantuvimos la costumbre de firmar "Davies/Hodgson" como referencia de las canciones para mantener una cierta cohesión psicológica, probablemente por la misma razón que lo hicieron los Beatles con "Lennon/McCartney". Queríamos evitar problemas del tipo "yo tengo 4 canciones en el disco y tú 6" o "quiero que mi canción sea el primer single", etc. Evitar ese tipo de cosas no relacionadas con la música que no pueden ser evitadas.
 
PREGUNTA: Rick ha escrito grandes canciones, pero tus canciones alcanzaron mucho más éxito. ¿Pudo esta diferencia de éxito generar celos en él?
 
ROGER: No siento eso. No creo que eso creara diferencias. Es verdad que han habido momentos difíciles, pero teníamos el mismo reconocimiento y ganábamos el mismo dinero al final del día. Eso atenuaba el problema. Dos autores en la misma banda fomentan la competición, una sana competición. Uno quiere hacerlo, por lo menos, tan bien como el otro. No fuE un gran problema. Y nunca hablamos de ello.
 
PREGUNTA: ¿Te costó tomar la decisión de dejar la banda?
 
ROGER: Marcharme de Supertramp fue más difícil de lo que pensé inicialmente. Fueron 14 años de mi vida, nada más dejar la escuela. Puse mucho de mi parte, trabajé muy duro. Supertramp fue mi bebe. Mi ego musical, porque mis canciones salieron a la luz con el grupo. Forjó mi personalidad. Marcharme no fue una transición tan fácil como decir "OK, se terminó, continúo mi carrera en solitario". Todavía siento que tomé la decisión correcta al marcharme, porque la banda ya había alcanzado su techo. Ocurrieron muchas cosas. Yo grabé "In the eye of the storm" con mucha confianza n lo que estaba haciendo. Una parte de mí decía: "Tengo que demostrar a todo el mundo que puedo continuar solo". Porque me sentía muy "absorbido" o "encerrado" en Supertramp, y yo había dado todo lo mejor de mí.
 
PREGUNTA: Supertramp mantuvo el nombre tras tu marcha. ¿Puedes imaginarte que hubiera sucedido en el caso inverso, si Rick hubiera decidido continuar en solitario?
 
ROGER: Cuando se acercaba el fin, yo le daba vueltas y más vueltas a mi cabeza. No me sentía feliz con lo que pasaba. Me pareció obvio que tenía que continuar mi carrera en solitario. Realmente intenté encontrar la manera de revivir la banda, devolverla a la vida, pero algunas de mis sugerencias no fueron muy populares porque implicaban cambios en la formación, y siempre he confiado personalmente en mis habilidades para sobrevivir en solitario, con o sin banda. Los demás necesitaban mantener el nombre, continuar juntos en el grupo. Los cuatro querían mantener el nombre y yo no podía oponerme a eso.
 
PREGUNTA: ¿A qué acuerdo llegasteis?
 
ROGER: En el momento de dejar la banda no pensamos en la reacción del público, de los fans. Pensábamos sobre todo en qué es lo que queríamos hacer en el futuro, qué iba a pasar. Acordamos dos puntos: 1) Yo mantenía el derecho sobre mis canciones, y mi voz, por supuesto, para continuar vivo. 2) Ellos mantenían el nombre de Supertramp y también las nuevas canciones de Rick irían bajo ese nombre. No fue un acuerdo por escrito, pero Rick lo entendió perfectamente. Durante los siguientes cinco años fue así. Pero él me explicó más tarde que en Sudamérica, al inicio de la gira de 1988 fue la primera vez que lo incumplió. Los fans pedían temas como "Breakfast in America" o "The logical song". Bajo la presión Rick cedió, cambió de idea e interpretaron las canciones en directo. Y luego continuaron haciéndolo. Es duro para mí, porque me siento un poco traicionado. Y se me hace muy difícil ahora hacer una llamada telefónica a Rick y decirle: "Hola, cómo va todo". Esto ha creado una distancia entre nosotros. Sobre todo porque él sabe como me afectó eso. Esto es realmente triste porque hablo con muchos fans, están confundidos, algunos enfadados, y se sienten traicionados ellos mismos, porque otro canta esas canciones. Esto suena a "cover band", a banda que interpreta las canciones de otros artistas.
 
PREGUNTA: ¿Hubo una colaboración entre Rick y tú a principios de los años 90?
 
ROGER: En 1992 hubo una colaboración entre Rick y yo, y probamos a trabajar juntos de nuevo. Fué en honor de Jerry Moss, patrón de A&M. Fue divertido y nos preguntamos: “¿Por qué no ensayamos de nuevo?” Yo solo quería hacerlo si surgía algo verdaderamente especial, por la música, por verdaderas razones. Había visto muchas bandas reunirse después de 10 o 15 años y decepcionar a todo el mundo, anclados en el pasado, basándose en sus éxitos antiguos. Quería evitar eso a toda costa. Podría haber funcionado. Podría haber salido un buen álbum. Pero parte del espíritu del proyecto se desvió a temas monetarios, más que concentrarse en el potencial del disco. Terminé por retirarme del proyecto. Rick es manejado por su mujer y representante Sue, de fuerte carácter, y ella y yo no tenemos la misma escala de valores. Tenía que relacionarme con ella más que con Rick, ¡y lo que yo quería era tener una relación con Rick! Y lo pasamos bien los dos, pero al final tuve que decir: "Lo siento, abandono el proyecto".
 
PREGUNTA: Dinos algo sobre tu nuevo disco, “Open the door”.
 
ROGER: Estoy contento de volver a producir en Francia. Después de 24 años en America había perdido completamente mis raíces europeas. Ha sido bueno para mí. Alan Simon, co-productor, se ocupó de todo: los contactos con Sony, la contratación de los estudios y los músicos, y todo lo necesario para trabajar. Comencé en el estudio de mi casa, en Nevada city, pero era difícil concentrarme debido a todas aquellas cosas rutinarias que reclamaban mi atención. Decidí continuar en Francia, cerca de Nantes, en la Bretaña. No sabía qué era lo que me esperaba allí. Cuando llegué al estudio encontré a unos músicos llenos de entusiasmo y talento. Tuve que conocerlos primero para saber que harían en el álbum. Me sentía como un pintor con una paleta con más colores que de costumbre: bodhran, rebecs y muchos otros instrumentos exóticos a nuestra disposición. Fue muy bonito.
 
PREGUNTA: ¿Qué opinas de las modas musicales?
 
ROGER: Con Supertramp, y después de Supertramp, nunca puse demasiada atención en las modas del momento. Haciendo eso, intentando seguir las tendencias de moda, un artista pierde un poco de sí mismo. Yo siempre sigo mi gusto, que puede coincidir o no con la moda del momento. No depende de mí. No importa. Una buena canción es una buena canción, y siempre estará de actualidad. Y el motivo de que se sigan escuchando es porque son buenas canciones. No hay demasiadas buenas canciones, son raras en nuestros días. No sé realmente por qué. Debe haber mucho que decir sobre esto. A mí me gustaría ir más lejos, y creo que “Open the door” tiene un estilo nuevo y fresco, pero aún conserva reminiscencias del pasado de Supertramp. Tiene una atmósfera que recuerda al pasado, de mis trabajos con Supertramp. Y creo que eso ocurrirá siempre, porque muchas de las canciones que tengo en espera desde hace años para ser publicadas las compuse en la época de “Breakfast in America”, por ejemplo. Y esto sucederá en alguno de los siguientes discos por lo menos. Pero estoy buscando música que me llegue más profundamente. Lo que quiero hacer es aquello que me gustaría oir de otros artistas. Es frustrante no encontrar música que te llegue realmente. Todo parece muy superficial, me pasa de largo. Para mí aún no se ha hecho nada en música, esa es mi sensación. La industria se vuelca en los jóvenes para encontrar respuestas. ¿Por qué van a tener ellos las respuestas? Ellos tienen la pasión, la motivación. Pero la vida ha dado a la gente de mi generación una serie de lecciones que hemos aprendido enormemente, y ahora tenemos una visión más profunda de la música. Entendemos la música de un modo más profundo. Espero que la gente de mi generación comience a innovar con ideas frescas, con nuevas direcciones.
 
PREGUNTA: ¿Podrías explicarnos el proceso de gestación de una canción?
 
ROGER: Parto siempre de un instrumento, a veces el piano, a veces la guitarra, a veces un sintetizador, a veces el órgano de viento, el viejo “harmonium” que tengo en mi casa... Comienzo a jugar. Si me divierte, a menudo algo ocurre... Una melodía, algo que me gusta y me permite extrapolar, extenderme sobre eso,y entonces me pongo a cantar, o a imaginar el resto de la melodía en mi cabeza. Es un proceso intuitivo. Nunca me siento y digo: me voy a poner a componer una canción sobre los gobiernos, o sobre el amor, o sobre cualquier otra cosa. Nunca sé que va a salir de ese proceso. Pero ocurre fácilmente. La buena música no viene de la cabeza. Sabes cómo tienes que colocar las manos en el teclado, o cómo rasgar la guitarra, pero la energía fluye sola. Otras veces no ocurre. Depende de la energía, de la atmósfera del momento. La música actúa como un filtro. Si estás agresivo, tienes tendencia a tocar la guitarra de un modo agresivo. Si estás tranquilo, te apetece tocar algo romántico, de amor. Es un proceso mágico. Muy difícil de explicar en palabras. Los grandes compositores decían que Dios escribía a través de ellos. Se puede pensar que todo proviene de Dios evidentemente, pero para mi esto no es así. Es un proceso intuitivo, instintivo, en el que te sumerges cuando no piensas en ello.
 
PREGUNTA: ¿Qué piensas del éxito?
 
ROGER: El éxito real no se mide por la cantidad de gente para la que actúes. Para un artista, el éxito real consiste en ser fiel a uno mismo, seguir tu voz interior, expresar lo que realmente necesitas expresar. Y a veces eso no le gusta al público. Pero eso si es un éxito para el artista, en tanto que escuchas tu voz interior. He tenido experiencias de no seguir esta voz interior y de sufrir las consecuencias, pues uno es humano a la vez que artista. Pienso que cuando tocas para 300 o para 80.000 personas, en realidad siempre tocas para una sola persona. Es una persona entre las 300 o entre las 80.000. Realmente solo tocas para una persona, y no se establece más que una relación de persona a persona. Incluso a veces tocas delante de audiencias que no pueden verte, que solo pueden escucharte. O sólo pueden verte a través de una pantalla de video. Es necesario establecer la conexión: la música es muy útil para transmitir lo que uno quiere decir, lo que siente, lo que el corazón expresa en ese momento. La música te transporta, te lleva a otro lugar maravilloso. Amo esa conexión con la gente. Con Supertramp no me atreví nunca a contactar con la audiencia. Yo creo que cantaba convenciéndome a mí mismo que la gente no me miraba a mi, que miraban sobre todo a John, nuestro saxofonista, que gesticulaba en el escenario. Yo era quizás muy tímido, introvertido, menos seguro de mi mismo en aquella época. Lo que la vida me ha dado en los últimos 15 o 18 años es tener suficiente confianza en mi, sentirme cómodo en el escenario. amar esa conexión y sentirme cómodo delante de miles de personas, 45.000 personas el año pasado en un concierto, donde toqué solo, y con los que conecté. Se ha convertido en una segunda faceta para mí. Para mi es una alquimia. Yo no soy más que un espejo. Eso es todo. Yo toco, canto mis canciones, pero soy un espejo en muchos aspectos. Si yo me divierto, si siento que recibo mucho amor, se refleja sobre la audiencia y vuelve de nuevo a mí desde el público. Esta interacción obviamente es mágica, todo ese amor, ese cariño, ese
reconocimiento. El público me transmite su amor por mi música y yo se lo reenvío. Para mí es un proceso de alquimia. La magia de un concierto permite aumentar y aumentar esta energía sin parar. Recientemente escuché una cita de Miles Davis: "El arte de un intérprete es llevar al público al éxtasis espiritual". Me dije "Guau, qué magnífico objetivo a perseguir". Me encantaría poder conseguir eso, aunque sea un poquito, por mí y por el público.
 
PREGUNTA: Aún sigues interpretando tus viejas canciones en Supertramp...
 
ROGER: No tengo ningún problema en tocar las canciones antiguas. Creo que sería un poco deprimente si no tuviera nada más que ofrecer. Si sólo tocara mis canciones de hace 20 años me sentiría triste y me diría: "Son canciones del pasado, pero las toco igualmente". Pero no me siento así. Encuentro que esas canciones aún son relevantes hoy en día, y realmente todavía disfruto cantándolas. Si no, dejaría de tocar canciones como "The logical song". No las cantaría. Me encanta realmente tocar esas canciones y más aún ver el impacto de ellas sobre el público, sus caras de asombro porque les recuerdan una época donde la vida era más sencilla o les recuerdan el primer amor, o les evoca tiempos mágicos. Es maraviloso poder ofrecer eso. Y me siento muy feliz de poder hacerlo.