Neda Salamat, del diario "The Union Tribune" que se publica en la localidad californiana de San Diego, habló con Roger Hodgson poco antes del comienzo de su gira mundial 2011.

Roger Hodgson, antiguo vocalista de Supertramp, actuará el 24 y el 25 de Febrero en el Pechanga Resort Casino, y ha contestado a través del correo electrónico a nuestras preguntas.


PREGUNTA: ¿Dónde te encuentras ahora mismo?

ROGER: En el Norte de California, preparándome para mi gira mundial 2011.

PREGUNTA: ¿Tienes ganas de volver a salir de gira tan poco tiempo después de haber terminado la anterior?

ROGER: Sí, tengo muchas ganas. Estuve 15 años sin salir de gira cuando dejé Supertramp para ocuparme de mi familia, y desde que volví a dar conciertos creo que tengo más cosas que ofrecer y siento que me encuentro en la flor de la vida. La conexión que experimento con la gente a través de mis canciones es muy especial para mí, y me siento más realizado que nunca.

PREGUNTA: ¿Qué es lo más difícil de una gira tan extensa, y cómo superas la barrera del idioma?

ROGER: Creo que la música, en su forma más pura, es el lenguaje del corazón y el alma, un idioma universal que supera todas las barreras. La música que está compuesta con el corazón y contiene nuestras emociones más profundas puede llegar hasta lo más hondo en la gente de todo el mundo.

PREGUNTA: ¿Qué es lo que te ha motivado a grabar un disco en directo?

ROGER: Durante años los fans me han pedido que publicase un CD de mis conciertos, porque todo el mundo me dice que estoy cantando mejor ahora que cuando grabé todas esas canciones con Supertramp hace más de 30 años. Y yo estoy de acuerdo con ellos. Así que el año pasado grabamos algunos conciertos y seleccionamos las actuaciones más mágicas en Noruega, Brasil, Alemania o Canadá para formar “Classics Live”. Las primeras diez canciones ya están disponibles digitalmente en mi página web. Y el álbum doble completo será publicado a lo largo de este año.

PREGUNTA: ¿Qué canciones te gusta más tocar en directo?

ROGER: Eso es como preguntarme si tengo un hijo favorito, una cuestión muy difícil de responder. Todas son diferentes… “Fool’s overture” es una de mis preferidas de siempre. Está formada por tres piezas musicales diferentes que había compuesto años antes y mágicamente un día se convirtieron en una sola canción. Siempre soñé con poder tocarla junto a una orquesta y últimamente he tenido la oportunidad de hacerlo bastante a menudo. Siempre me produce un escalofrío. “Dreamer” es muy divertida de tocar, y levanta el espíritu de la gente de una forma automática. Es un buen ejemplo de canción ‘medicinal’. Y, por supuesto, me encanta terminar mis conciertos con “Give a little bit”. Si todo el mundo se coge de la mano, sonríe y canta conmigo, entonces sé que he hecho bien mi trabajo. Esa canción parece más relevante todavía hoy, en esta época de desafíos, que cuando yo la escribí durante mi adolescencia hace más de 40 años.

PREGUNTA: ¿Has tenido más libertad para crear y para planificar tu carrera en solitario desde que abandonaste Supertramp?

ROGER: Cuando dejé Supertramp en 1983, lo hice siguiendo a mi corazón, que me decía que había llegado la hora de construir un hogar y crear una familia, dando prioridad a mi vida espiritual. Quería estar junto a mis hijos y verles crecer. Había dedicado 14 años de mi vida a Supertramp, y en ese momento decidí centrarme en mi familia y no en mi carrera. Abandoné el negocio de la música y me llevé a mi familia a un lugar más saludable, las montañas del Norte de California, para que mis hijos crecieran allí. Me marché de Los Angeles y construí un estudio en mi casa para poder seguir creando música y, aunque grabé algunos discos, no llegué a salir de gira para promocionarlos. Al contrario de lo que la gente cree, no dejé Supertramp porque quería emprender una carrera en solitario ni por los problemas que había entre Rick Davies y yo. Mis hijos ya se han hecho mayores y yo estoy muy contento de volver a salir de gira y de haber podido planificar mi agenda estos últimos 8 años.

PREGUNTA: ¿Echas de menos alguna vez determinados aspectos de formar parte de una banda? Si es así, ¿cuáles?

ROGER: Ahora mismo estoy actuando con mi propia banda, pero la verdad es que disfruto más de la libertad y la intimidad que me dan los conciertos en solitario, así como de esas descomunales producciones que suponen actuar con una orquesta.

PREGUNTA: ¿Mantienes algún contacto con los miembros de Supertramp?

ROGER: A lo largo de los años he mantenido contactos ocasionales con ellos, pero todos vivimos en partes diferentes del mundo y nuestras vidas han seguido direcciones muy distintas. Mis años en Supertramp fueron una experiencia maravillosa por la que estoy muy agradecido, pero las canciones que escribí entonces, y que se convirtieron en los mayores éxitos del grupo, siguen siendo mías. Son trozos de mi corazón que grabé con aquella banda. Sé que la gente piensa en Supertramp cuando escuchan “The logical song”, o “Give a little bit”, o “Take the long way home”, o “Breakfast in America”, y gran parte de nuestro trabajo estos 8 años ha sido ayudar a la gente a asociar mi nombre a mis canciones.

PREGUNTA: ¿Alguna vez has animado a tus hijos a dedicarse a la música?

ROGER: Mi hijo es un músico con mucho talento. Cuando tenía 3 años ya sabía tocar todas mis canciones, y después empezó a componer su propia música. Ha salido de gira conmigo, e incluso grabamos juntos un disco en directo cuando él tenía 15 años. El es un gran fan de mi música  y yo soy su mayor fan.

PREGUNTA: En tus canciones, como “Give a little bit”, transmites mensajes tan edificantes como el de compartir el amor… ¿Crees que esos mensajes se expresan mejor a través de la emoción de la parte instrumental de tu música o a través de tus letras?

ROGER: Creo que es la combinación de la música y la letra lo que provoca esa emoción. El mensaje tan sencillo de “Give a little bit” parece ganar relevancia según la vida se vuelve más complicada y desafiante. En esta época de retos en la que vivimos, se trata de que todos nosotros nos impliquemos y nos preocupemos por los demás, dando un poquito de nuestro amor y de nuestro tiempo si queremos que las cosas cambien.

PREGUNTA: ¿Has escrito alguna vez una letra que se haya vuelto tan popular que te haya hecho desear haber escrito una letra distinta?

ROGER: Me alegra decir que cada noche cuando actúo doy las gracias porque me siguen gustando esas letras y todavía creo en ellas, aunque hayan pasado muchos años en la mayoría de los casos. Sería terrible si tuviera que cantar canciones de las que me avergonzara.

PREGUNTA: ¿De cuál de tus composiciones estás más orgulloso?

ROGER: “Fool’s overture”, como dije antes, es una pieza de música que me emociona tocar y de la que estoy muy orgulloso. “The logical song” sigue sonando en las emisoras de radio de todo el mundo incluso 40 años después de haberla escrito. Recibió el premio Ivor Novello en 1980 como mejor canción a nivel musical y lírico, y curiosamente contiene una de las letras que más se utilizan en las escuelas. La gente de todas las edades todavía se identifica con ella. “Lord is it mine” es otra de mis canciones favoritas, igual que “Only because of you”. Ambas están dedicadas a Dios.

PREGUNTA: ¿Te consideras un músico o un compositor?

ROGER: Diría que fui bendecido con el don y la pasión de ser capaz de expresar mi corazón y mi alma a través de la música, ya sea con un instrumento, con mi voz única, produciendo discos, o mediante el proceso creativo de componer canciones. Se trata de un proceso y una sensación increíbles. Primero siempre aparece la música, junto a unas pocas frases o palabras. A lo largo de dos o tres semanas, voy cantando esa nueva canción siempre que puedo. Es como un breve romance amoroso, durante el cual la canción me da vueltas en la cabeza continuamente. Tiene la cualidad de ser algo apasionante, como cuando te enamoras. La estructura de la canción y su melodía suelen aparecer muy rápidamente, mientras que la letra tarda mucho más en llegar.

PREGUNTA: ¿Cuál es la razón de que tus canciones hayan soportado tan bien el paso del tiempo?

ROGER: Me doy cuenta de que he escrito algunas canciones maravillosas y he tenido la capacidad de crear grandes melodías, pero creo que la razón de que esas canciones hayan superado el paso del tiempo es que surgieron de un lugar muy puro y no fueron creadas de una forma artificial. Jamás me senté a intentar componer una canción de éxito. La música era el lugar que yo visitaba para estar a solas y poder expresar mis emociones más profundas, mis deseos más profundos, mis penas más profundas, mis alegrías, mis interrogantes… Y creo que esa es la razón de que hayan resistido tan bien el paso del tiempo.

PREGUNTA: ¿Cuándo empezaste a componer música?

ROGER: La guitarra fue mi primer instrumento. Mi padre tenía una vieja guitarra acústica por la que se me caía la baba, pero él nunca me dejaba tocarla. Cuando mis padres de divorciaron, fue su regalo de despedida para mí. Yo tenía 12 años y me llevé la guitarra al internado inglés en el que estudié. En cuanto la tuve entre mis manos, mi vida cambió para siempre. Un profesor me enseñó tres acordes y cuando disponía de cualquier tiempo libre, incluso entre clase y clase, me ponía a tocarla. Un año después dí mi primer concierto en aquel instituto, totalmente formado por canciones originales. Así que enseguida me picó el gusanillo y comencé a escribir canciones de inmediato.

PREGUNTA: ¿Y cuándo empezaste a tocar el piano?

ROGER: Comencé a interesarme por el piano cuando tenía 16 años. Aprendí a tocarlo por mi cuenta y desarrollé mi propia técnica. Siempre he experimentado con diferentes sonidos. La maqueta que hice para “Dreamer”, por ejemplo, la grabé en dos pistas, en casa de mi madre. Como no tenía percusión, me puse a golpear cajas de cartón y cosas así. A los 17 años, no sé por qué, decidí comprarme un órgano de fuelles, un armonio. Es un órgano en el que tienes que pisar unos pedales para producir el sonido. Lo encontré en la casa de una anciana cubierto de telarañas, lo compré por 24 libras, me lo llevé a casa, lo limpié y empecé a componer un montón de canciones con él: “Breakfast in America”, “A soapbox opera”, “It’s raining again”, “Two of us,” e incluso algunas partes de “Fool’s overture” y “The logical song”. Ese instrumento tenía un toque de magia que me ayudaba a perderme en su sonido. Y todavía lo sigue haciendo, pues aún lo tengo en mi estudio. El sonido que se escucha en la grabación de “Breakfast in America” es la combinación de este armonio y un piano de cola.

PREGUNTA: ¿Dirías que tú fuiste la parte más importante de Supertramp?

ROGER: En muchos aspectos yo fui el impulsor musical de Supertramp, desde que Rick y yo nos conocimos hasta que nos separamos en 1983. Fui el responsable de la mayoría de los arreglos, de la producción de los discos y de las giras. Para mí era muy importante no grabar únicamente una canción de éxito, que era en lo que se centraban casi todas las bandas por entonces. Con cada disco yo quería crear una experiencia completa para quienes lo escucharan, llevándoles a través de todo un rango de emociones, intentando que al final de la audicióntuviesen la sensación de que habían vivido un viaje a alguna parte. Me pasaba días y a veces incluso semanas escogiendo las canciones adecuadas y el orden en el que debían ir colocadas, para que cada canción condujese hasta la siguiente de la mejor forma emocional. Lo hacía en los discos y también en los conciertos, y todavía lo sigo haciendo hoy en día.

PREGUNTA: ¿Cómo te afecta la inagotable devoción y conexión con tu música que han tenido los fans a lo largo de los años?

ROGER: Una de las cosas que más me gusta de hacer música es ver cómo une a gente de todo el mundo y cuántas amistades duraderas han surgido a partir de un amor común por mis canciones. Yo tengo una conexión muy especial con muchos de mis fans, y también existen grandes conexiones entre ellos. Creo que se debe a que mis canciones brotaron de mis anhelos, gozos y dolores más profundos, y eso ha llegado hasta el corazón de la gente que las escucha.

PREGUNTA: ¿Has conocido a algún fan tuyo que naciera después de tu etapa en Supertramp?

ROGER: En mis conciertos veo tres generaciones distintas cantando conmigo, y es muy reconfortante ver cada vez más gente descubriendo mi música. Eso es algo que me motiva para seguir dando conciertos. Cuando publicamos el DVD “Take the long way home” que grabamos en Montreal, nos dio la impresión de que habíamos captado una gran audiencia entre la gente joven, lo que me alegra enormemente. Y cuando digo gente joven, me refiero incluso a niños de entre 7 y 9 años de edad. Siempre me encanta ver sus caras durante mis conciertos.

PREGUNTA: ¿Ha afectado tu vida espiritual a tu música o a tu punto de vista sobre el negocio de la música?

ROGER: Para mí, la música siempre ha sido el lugar en el que expresar mis deseos por conocer a Dios, por conocer el amor verdadero, por sentirme bien interiormente. Esa búsqueda se vio reflejada en mis canciones y, como procedía desde lo más profundo dentro de mí, esa es una de las razones de que sean tan duraderas. Llegan hasta el corazón de quien está buscando su felicidad, su identidad, su Dios o como quieras llamarlo. Así que la mayoría de mis canciones contienen un mensaje espiritual. Cuando compongo una canción siempre me encuentro a solas y se trata de una especie de comunión interior. Mucha gente no sabe que yo jamás compuse junto a la banda, y ellos no compartían las creencias espirituales sobre las que yo escribía. Así que todas mis canciones, tanto las nuevas como las viejas, son expresiones mías muy personales.

PREGUNTA: ¿Qué podemos esperar de tus conciertos en San Diego? ¿Qué novedades traerás esta vez?

ROGER: Este año empiezo mi gira mundial aquí al Sur de California. En esta ocasión actuaré junto a una gran banda que está formada por cuatro músicos muy versátiles con los que ya salí de gira el año pasado. Al público le gusta mucho esa banda, y nosotros lo pasamos muy bien juntos sobre el escenario. Podréis escuchar canciones que he compuesto a lo largo de mi viaje por la vida, y por supuesto todos esos temas de mi época en Supertramp que el público quiere oir: “The logical song”, “Take the long way home”, “Give a little bit”, “Breakfast in America”, “Dreamer”, “School”, “Fool’s overture”... Y también canciones de mis discos en solitario y tal vez una o dos que todavía no he grabado.

PREGUNTA: ¿Has tenido recientemente algún encuentro interesante con tus fans?

ROGER: El año pasado, fans de al menos ocho países diferentes, si no más, me sorprendieron durante mi concierto en Nuremberg cantándome el “Cumpleaños Feliz”. Mi público suele cantar conmigo, pero esta era la primera vez que me cantaban a mí. No hace falta decir que me emocioné muchísimo.

PREGUNTA: ¿Cuáles son tus planes más inmediatos?

ROGER: Me estoy preparando para otro año excitante lleno de viajes y conciertos, y publicaré el disco doble por el que los fans han estado esperando pacientemente.