Entrevista de Rusell A. Trunk publicada en la web cultural norteamericana "Exclusive Magazine" con motivo de la enésima gira de Roger Hodgson por Estados Unidos.


Roger Hodgson ha sido reconocido como uno de los músicos y letristas con más talento de nuestra época. Como legendario autor de muchos de los grandes éxitos de su banda, nos regaló 'Give a little bit', 'The logical song', 'Dreamer', 'Take the long way home', 'Breakfast in America', 'It’s raining again', 'School', 'Fool’s overture' y muchas otras canciones que se han convertido en la banda sonora de nuestras vidas.

Hodgson cofundó el grupo de rock progresivo Supertramp en 1969 y estuvo con ellos durante 14 años. Recientemente recibió dos premios de la ASCAP (Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores) porque sus canciones fueron algunas de las más interpretadas en el repertorio de dicha asociación, demostrando así que han superado con creces la prueba del tiempo.

Ahora que está a punto de embarcarse en una nueva gira por Norte América, nos hemos reencontrado con él…


PREGUNTA: ¿Qué música solías escuchar durante tu juventud en Inglaterra?

ROGER: La primera banda a la que me aficioné fue The Shadows. Me encantaban. Pero cuando unos años después aparecieron los Beatles, entonces cambió mi vida. Durante la época de los Beatles yo era un adolescente, y ellos fueron mi mayor influencia no sólo porque cambiaron mi vida, sino también porque vi la forma en que cambiaron toda nuestra cultura y el mundo de la música. Cuando conocí a Rick y formamos Supertramp, yo quería ver qué podíamos hacer para tener el mismo impacto y dejar un legado igual de influyente. Con Supertramp yo me dejaba guiar por la excelencia, el valor y el afán de superar barreras que los Beatles me enseñaron.

PREGUNTA: Grabaste tu primer single, ‘Mr. Boyd’, al final de tu época como estudiante… ¿Quién era Mr. Boyd?

ROGER: Mr. Boyd era un personaje ficticio.

PREGUNTA: En aquellas grabaciones participó una banda de sesiones en la que estaba el pianista Reg Dwight, más conocido como Elton John… ¿Qué recuerdas de aquel momento glorioso?

ROGER: Cuando dejé los estudios, no tenía ni idea de qué camino seguir para entrar en la industria de la música. La única gente que conocía de ese mundo era Traffic, la banda de Steve Winwood, pues vivían a unos pocos kilómetros de mi casa, y cuando conseguí armarme de valor fui hasta allí y llamé a la puerta. Una de las maquetas con canciones mías que les pasé llegó a las manos de un editor musical de Londres, y le gustó lo que escuchó. Firmé un contrato y me metí por primera vez en un estudio con músicos de sesiones, entre los que se encontraba Reg Dwight, que luego se haría famoso como Elton John. Le acompañaba una banda increíble y algunos de esos músicos, como el guitarrista Caleb Quaye y el batería Nigel Olsson, saldrían de gira con él posteriormente. Ellos hicieron un trabajo impresionante tocando mis canciones, y después yo grabé las partes vocales. El single, ‘Mr. Boyd’, se publicó bajo el nombre de Argosy y estuvo a punto de convertirse en un éxito en Inglaterra. Sonó mucho en la radio, pero no llegó a entrar en las listas. Si ese single hubiera triunfado, mi destino habría sido diferente.

PREGUNTA: Hablando del destino, ¿cuándo decidió Charles Roger Pomfret Hodgson que iba a hacerse llamar Roger y por qué?

ROGER: Mi padre también se llamaba Charles, así que para evitar confusiones en casa empezaron a llamarme Roger.

PREGUNTA: Poco después de grabar aquel single, conociste a Rick Davies y sembrasteis las semillas de lo que sería Supertramp… ¿Por qué elegisteis esa denominación para la banda? ¿Qué otros nombres barajasteis?

ROGER: En realidad nuestro primer nombre fue Daddy, pero nos vimos obligados a cambiarlo porque estaban apareciendo otras bandas con nombres similares. El nombre Supertramp se nos ocurrió un día que estábamos sentados a la mesa de la cocina. En Inglaterra el término ‘tramp’ significa vagabundo, y parecía encajar muy bien con nosotros en la situación de indigencia en la que nos encontrábamos. Tal vez lo de ‘super’ era un sueño de lo que esperábamos ser.

PREGUNTA: Cuando vuestro primer álbum homónimo fue publicado en 1970 debisteis sentiros como en una nube, pero ¿qué fue lo primero que cambió en vuestras vidas?

ROGER: Nuestro primer álbum nos proporcionó un pequeño seguimiento de culto en Inglaterra, donde se nos empezó a conocer como una banda con mucho talento artístico.

PREGUNTA: Luego llegó el año 1974 y ‘Dreamer’, de vuestro tercer álbum ‘Crime of the centuy’, se convirtió en el primer éxito del grupo…

ROGER: La primera vez que puse mis manos sobre un piano Wurlitzer conecté con ese sonido particular y con la gran sensación de percusión que tiene ese teclado. ‘Dreamer’ explotó dentro de mí un día que estaba en casa de mi madre, cuando tenía 19 años. Hice una maqueta mágica de la canción con muchas armonías vocales y golpeando cajas de cartón a modo de percusión. Cuatro años más tarde, cuando la estaba grabando con Supertramp, no conseguíamos capturar la magia de la maqueta. Así que pusimos esa maqueta en dos pistas de la mesa de mezclas y tocamos sobre ella, duplicando todo lo que había en la maqueta pero obviamente con una calidad mucho mayor.

PREGUNTA: Con la llegada del éxito y el dinero, ¿considerasteis escuchadas todas vuestras plegarias musicales?

ROGER: Los miembros de Supertramp apenas ganamos dinero durante muchos años, pues éramos famosos por gastarnos una fortuna cada vez que grabábamos un álbum. Eso significaba que teníamos que reintegrarle todo el dinero a la compañía de discos antes de ver un centavo.

PREGUNTA: Durante los nueve años siguientes, Supertramp publicó cuatro discos, hizo giras por todo el mundo y jamás pareció dar un paso en falso… ¿Todo era igual de bonito de puertas hacia dentro?

ROGER: Fue una época fantástica. Existía un espíritu maravilloso dentro de la banda y el personal técnico que estaba a nuestro alrededor. Había entre nosotros un sentimiento muy fuerte de familia, y todos creíamos en lo que estábamos haciendo.

PREGUNTA: La primera vez que escuché y me enamoré de Supertramp fue en 1980, cuando publicasteis el brillante y pegadizo single ‘The logical song’, una canción que te llevaría a ganar el premio Ivor Novello… ¿Puedes contarnos algo sobre su creación y su significado?

ROGER: Bueno, ‘The logical song’ nació de las preguntas que yo me hacía sobre lo que realmente es importante en la vida. En nuestra infancia nos enseñan lo que tenemos que hacer y raramente nos cuentan algo sobre nuestra verdadera identidad. Nos enseñan a comportarnos de cara al exterior, pero no nos invitan a mirar en nuestro interior. Pasamos de la inocencia y el asombro de la infancia a la confusión de la adolescencia, lo que a menudo provoca el escepticismo y la desilusión en la edad adulta. En ‘The logical song’ la cuestión candente que se expresa con toda su crudeza es “Por favor, decidme quién soy yo”. Creo que en estos tiempos que corren, cuanto más se complica la vida más importante se hace esta eterna pregunta. Por eso la canción todavía sigue llegándoles muy adentro a personas de todo el mundo.

PREGUNTA: Te separaste de Supertramp en 1983, y siempre dices que fue simplemente para seguir tu corazón y vivir una vida sencilla… ¿Es esa la verdadera razón que hubo detrás de tu decisión de marcharte?

ROGER: En mi vida siempre he intentado seguir a mi corazón y mis instintos. Cuando dejé Supertramp quería apartarme del negocio de la música para llevar un estilo de vida más sencillo. Por eso en 1983 decidí abandonar el panorama musical de Los Angeles, en el momento en que Supertramp estaba en su punto más alto, para quedarme en casa y estar junto a mis hijos mientras crecían. Mi corazón me decía que eso era más importante que seguir haciendo giras con Supertramp. No me arrepiento de haber tomado esa decisión, y creo que todo el tiempo que pasé alejado de la industria musical es la razón por la que todavía estoy en mi mejor época a nivel creativo.

PREGUNTA: Teniendo en cuenta que hoy en día todo lo que se relaciona contigo lleva la frase “antiguo miembro de Supertramp”, ¿podemos asumir con tristeza que legalmente ya no puedes usar el nombre de la banda para grabar discos y salir de gira?

ROGER: Supertramp es una marca registrada a nombre de Rick y Sue Davies.

PREGUNTA: Tras la publicación de tu último disco en solitario ‘Classics Live’ todos asumimos que pronto aparecería ‘Classics Live 2’, pero no ha sido así… ¿Llegaremos a verlo editado algún día?

ROGER: Sí, está previsto que ‘Classics Live 2’ sea publicado en 2015, y también estamos trabajando en un nuevo DVD.

PREGUNTA: Pronto te embarcarás en una pequeña gira de otoño por los Estados Unidos… ¿En qué han cambiado las giras para ti a lo largo de los años?

ROGER: Si hace 35 ó 40 años me hubieras preguntado cómo sería mi vida o si me seguirían gustando mis canciones 40 años después, habría sido incapaz de darte una respuesta. Lo que me está ocurriendo hoy en día me deja muy sorprendido. Parece que ahora las canciones son todavía más populares y le traen a la gente más recuerdos que entonces. La música tiene una cualidad increíble para evocar recuerdos. Lo sé por propia experiencia, pues cuando escucho una canción antigua me transporta a una determinada época de mi vida. Parece que mis canciones han tenido el mismo efecto para un montón de gente, lo cual me hace muy feliz.

PREGUNTA: ¿Cómo ha cambiado tu forma de afrontar los conciertos que das?

ROGER: Es increíble cantar canciones como 'Dreamer' o 'Give a little bit' sabiendo que cuando las compuse no pensé en ellas como futuros grandes éxitos. Entonces no tenía otro objetivo que el simple placer de escribirlas y cantarlas. Tocarlas hoy en día y mirar al público para descubrir familias enteras de varias generaciones con edades comprendidas entre los 7 y los 70 años es algo que realmente reconforta mi corazón. Después de tantos años, nunca me he cansado de tocar esas canciones. Tienen una naturaleza perenne que me asombra. Yo soy el que tiene que cantarlas y tocarlas setenta veces al año, y me encantan. Es sorprendente lo bien que han superado el paso del tiempo.

PREGUNTA: ¿Hay canciones que preferirías eliminar de tu repertorio en directo pero no las eliminas para evitar que los fans se enfaden si no las tocas?

ROGER: Por suerte, disfruto tocando la mayoría de mis canciones. De vez en cuando dejo de tocar alguna durante algunos conciertos. Respecto a las que creo que han envejecido mal, prefiero no tocarlas en directo y no voy a decir cuáles son.

PREGUNTA: Se dice que tienes más de sesenta canciones sin publicar… ¿Van a permanecer aprisionadas eternamente o veremos alguna vez un volumen recopilatorio de Supertramp y Roger Hodgson con ese tipo de material?

ROGER: Me gustaría publicar algunas de esas canciones cuando llegue el momento, pero mi plan de trabajo no me lo ha permitido todavía y en directo no puedo incluir todas las canciones que quiere escuchar el público. Así que a menudo intento tocar algún tema inédito en concierto, para aquellos que quieren escuchar algo nuevo. Aunque mucha gente no conoce aún las grandes canciones que hay en mi último disco de estudio, ‘Open the door’, o en el primer álbum que grabé después de dejar Supertramp, ‘In the eye of the storm’.

PREGUNTA: Has sido catalogado como uno de los compositores y letristas con más talento de nuestra época… ¿Qué es lo que ves cuando te miras en el espejo?

ROGER: ¡Veo a un hombre afortunado y agradecido!

PREGUNTA: Esta gira te va a llevar hasta Detroit, lo cual nos llena de entusiasmo… ¿Tocarás alguna canción de estilo Motown?

ROGER: No, pero tengo muchas ganas de volver a tocar en Detroit después de tantos años.

PREGUNTA: Cuando estás en casa y no tienes ninguna obligación musical, ¿qué te gusta hacer para relajarte? ¿Tienes alguna afición?

ROGER: Me gusta hacer senderismo y montar en bicicleta en plena naturaleza.

PREGUNTA: Hace algunos años te rompiste las dos muñecas en un desgraciado accidente, y los médicos te dijeron que no volverías a tocar la guitarra, pero un año y medio después les demostraste que estaban equivocados… ¿Te has recuperado totalmente o todavía sigues algún tratamiento?

ROGER: Ese fue acontecimiento muy traumático en mi vida. Básicamente me destrocé ambas muñecas, que se rompieron en mil pedazos, y los médicos me dijeron que no volvería a tocar jamás. Lo pasé muy mal porque tuve mucho dolor y atravesé una gran depresión. Hasta que llegó el momento que decidí que no creía en ese diagnóstico y me convencí de que mis muñecas iban a curarse. Para mí, fue un milagro. Recé mucho, hice un montón de fisioterapia y trabajé muy duro. Me costó dos años, pero ahora estoy totalmente recuperado. De hecho, nadie diría que mis muñecas se rompieron porque funcionan perfectamente.

PREGUNTA: ¿Crees que alguna vez te cortarás esa larga melena que siempre te ha caracterizado?

ROGER: ¡Algún día tendré que cortármela de una vez!

PREGUNTA: Por último, en ‘Exclusive Magazine’ nos encantan los pingüinos… ¿Sientes algún cariño especial por ellos?

ROGER: Los pingüinos son unas aves increíbles y estimulantes. Cuando nos quejamos porque nuestra vida es muy dura, no está mal pensar por un momento en lo que deben pasar los pingüinos.