John Voket, del portal musical norteamericano "Sound Spike", habló con Roger Hodgson con motivo de su gira "Breakfast in America" por Estados Unidos.


Tras el aplazamiento de algunos conciertos en la zona nordeste de los Estados Unidos por la llegada del huracán Sandy, Roger Hodgson, cofundador, cantante y compositor original de Supertramp, reanudó la parte norteamericana de su gira 2012 ‘Breakfast in America Tour’ este domingo en el área de Boston, que se libró del nivel de devastación producido en Nueva York, Connecticut y Nueva Jersey.

Las casi tres docenas de actuaciones programadas representan la primera gran gira de Hodgson por los Estados Unidos desde que abandonó Supertramp en 1983. Los conciertos, que tienen lugar en recintos de capacidad media-baja, presentan muchos de los éxitos de Hodgson, entre los que se encuentran ‘The logical song’, ‘Breakfast in America’, ‘Give a little bit’, ‘Dreamer’, ‘School’, ‘Take the long way home’, ‘It’s raining again’ y ‘Fool’s overture’.

Hodgson cofundó Supertramp en 1969 y ejerció de corazón y fuerza motriz de la banda durante los 14 años anteriores a su marcha. Ahora quiere reavivar las conexiones y la intimidad que muchas de sus canciones evocan en los fans más antiguos y también en aquellos que han conocido la música de Hodgson en los años que han transcurrido desde que dejó Supertramp.

En una conversación con Hodgson antes de la gira, éste habló sobre lo feliz que se siente mientras continúa recreando, con su propia banda, el material que Supertramp hizo famoso a nivel mundial. También mencionó el hecho de que siempre ha enfocado su carrera de forma holística, prestando la misma atención a los aspectos más detallados de sus grabaciones que a las actuaciones en directo.


PREGUNTA: Empecemos hablando sobre cómo preparas tus conciertos y tus grabaciones para conseguir que se produzca ese fenómeno de transportar al oyente hasta lo que aparentemente es un lugar mágico…

ROGER: Estoy intentando pensar por qué empecé a hacerlo así, y creo que tal vez fue por los Beatles. Yo era un adolescente cuando los Beatles aparecieron, así que para mí cada uno de sus discos era como un viaje musical a través de diferentes emociones. Pero incluso con Supertramp, desde ‘Crime of the century’ hasta ‘Paris’, y también con los conciertos que dábamos, yo también pensaba en términos de ese viaje emocional y espiritual que iba a experimentar el espectador. Siempre fui muy consciente de ello, pues si colocas una canción equivocada en el orden equivocado, te la cargas. Así que desde ‘Crime of the century’ en adelante, yo siempre me preocupé mucho por encontrar la colección de canciones adecuada y el orden de interpretación adecuado, con el fin de conseguir la mejor experiencia como oyente durante esos 40 ó 45 minutos. Tal vez por eso ‘Paris’ funciona tan bien, porque yo había hecho ese trabajo de preparar el mejor orden posible.

PREGUNTA: Tal vez para entonces te habías convertido en un experto produciendo tu material de esa forma… Yo encuentro muy difícil encontrar un momento en el que dejar de escuchar ‘Paris’, pues parece reclamar toda la atención del oyente desde el principio hasta el final…

ROGER: Es curioso, porque hoy en día es muy raro que la gente se pare a escuchar un álbum durante 40 minutos. Pero en los conciertos sí lo hacen, así que yo intento proporcionarles la mejor experiencia posible, en función de las circunstancias. Si estoy en un teatro hago un tipo de concierto, y si estoy en un festival hago otro distinto. Me fijo en si la gente está de pie o sentada, intentando dar con lo que les pueda producir la experiencia más enriquecedora a lo largo de las dos horas durante las que tengo que tenerles entretenidos.

PREGUNTA: ¿Así que tú y tu banda podéis cambiar el repertorio sobre la marcha si de repente notas un cambio de energía entre el público?

ROGER: Sí, todas las noches estamos preparados para ello.

PREGUNTA: Es increíble pensar que muchas de esas canciones, sobre todo las del álbum ‘Breakfast in America’, fueron escritas o concebidas incluso años antes de que formaras Supertramp… ¿Cuánto tuviste que luchar por ellas, no sólo para mantenerlas intactas, sino incluso para incluirlas en el álbum? ¿Recuerdas alguna disputa con la compañía de discos o con tus compañeros en la banda mientras luchabas por incluir esas canciones y ponerlas en el orden que considerabas más adecuado?

ROGER: Creo que yo era increíblemente testarudo, pero no recuerdo muchas disputas con la discográfica. Todos, yo incluido, nos habíamos ganado la confianza de la compañía. Tuvimos suerte de estar en A&M, que tenía mucha fe en nosotros. Hasta entonces habíamos hecho las cosas bien y ellos nos dejaron trabajar en el proyecto a nuestra manera. Para mí, una de las tareas más interesantes a la hora de crear un álbum es descubrir la combinación de canciones que mejor funciona. Eso es lo que hizo ‘Breakfast in America’ tan especial. Es difícil saber por qué esas canciones funcionaron tan bien juntas, pero sabes que es así cuando la gente te dice que les encanta escuchar el álbum una y otra vez. Cuando el público no se cansa del disco, entonces sabes que lo has conseguido. Supongo que si dejas de escuchar un disco a la tercera canción porque ya has tenido suficiente, sabes que no va a funcionar.

PREGUNTA: Me imagino que en A&M sabían desde el principio que con Supertramp tenían algo único…

ROGER: Sí, yo creo que sí. Jerry Moss era una especie de mecenas de la banda. Se presentó en el estudio cuando estábamos grabando ‘Crime of the century’ y se dio cuenta de que allí se estaba cocinando algo mágico. Así que apostó muy fuerte por nosotros. Para mí, ese era el trabajo que debían hacer las compañías de discos en aquella época, permitiendo que un artista se desarrollase. Tuvimos mucha suerte de que Jerry Moss estuviera allí y trabajara así.

PREGUNTA: Tú perteneces a un selecto grupo de músicos como Tom Petty, Jon Anderson y Rick Allen que han sufrido lesiones que podrían haber acabado con sus carreras pero las han superado... ¿Puedes contarnos algo sobre el proceso de recuperación por el que pasaste cuando te rompiste las dos muñecas? Porque durante tus conciertos no hay la más mínima evidencia de que hayas tenido una lesión como esa…

ROGER: Fue casi un milagro. Lo primero que me dijeron los médicos cuando llegué al hospital fue “No volverás a tocar ningún instrumento”. Yo no sabía si aquello era cierto o no, porque tuve las manos escayoladas durante tres meses. Y cuando me quitaron las escayolas, apenas podía moverlas, así que me asusté bastante. Al principio me deprimí mucho, porque pensé que mi carrera musical se había acabado, y no sabía qué otra cosa iba a poder hacer en mi vida. Pero un día decidí que no iba a aceptar esa realidad, y empecé a concentrarme en la fisioterapia y en las plegarias: afirmación, determinación, visualización… Trabajé muy duro hasta que conseguí que mis muñecas volvieran a funcionar. Me costó cerca de un año, pero poco a poco volvieron a ser las de antes. Es increíble que hoy en día las tenga tan bien. Casi todo el mundo recibe una llamada de atención en la vida. Para algunos es el cáncer, para otros es un accidente como el que yo tuve… Creo que hay que prestar atención a esas situaciones, porque la vida te está intentando decir algo. En mi situación, la vida me estaba diciendo que tenía que hacer algunos cambios, y eso me llevó algún tiempo, pero no lo veo como algo malo sino que miro hacia atrás con gratitud por haber vivido esa experiencia.

PREGUNTA: Empezaste a componer música con la guitarra, y después te convertiste en un pianista autodidacta, escribiendo muchas canciones con un armonio… ¿Cómo conseguiste arreglar tantos otros instrumentos e integrarlos tan bien en tus canciones?

ROGER: Tengo una habilidad natural para escuchar lo que una canción necesita en cuanto a color, arreglos o ritmo. Si una canción tiene potencial para algo, yo siempre capto ese potencial. Y siempre utilizo lo que tenga a mano, ya sean instrumentos o músicos. Obviamente, con Supertramp yo tenía a mi disposición un amplio abanico de instrumentos y otros elementos de entre los que elegir para arreglar las canciones.

PREGUNTA: Cuando das conciertos con orquesta, ¿los directores y los músicos utilizan arreglos que has creado tú o trabajas con un arreglista de orquesta?

ROGER: Para esos conciertos trabajo con un arreglista. Es curioso, yo no sé escribir música, así que para los conciertos con orquesta trabajo con alguien que produzca esos arreglos.

PREGUNTA: Dado que los Beatles te influenciaron mucho, ¿puedes contarnos algo sobre la época en la que trabajaste con Ringo Starr, compartiendo con nosotros un par de recuerdos de aquella experiencia?

ROGER: Fue estupendo poder conocer a Ringo. Allí estaba yo, profundamente impactado por los Beatles durante mi adolescencia. Ellos me cambiaron la vida y fueron mi inspiración para derribar mis propias barreras a través de la música. Fue ese deseo de experimentar lo que encendió algo dentro de mí y me condujo a hacer todo lo que hice en Supertramp y más adelante. Pero no conseguí acostumbrarme al hecho de estar tocando ‘The logical song’ o ‘Give a little bit’ mientras me acompañaba ese ritmo único de Ringo a la batería. Fue algo increíble.