Crónica del diario austríaco "Nachrichten" sobre el concierto de Roger Hodgson en Clam, firmada por Lukas Luger. 

Roger Hodgson se ha liberado a sí mismo de la carga que supone su pasado en Supertramp y de sus discusiones con Rick Davies respecto a una posible reunión del grupo.

Musicalmente, Hodgson también ha arrojado mucho lastre. El dinosaurio del pop progresivo ha rebajado la sobrecarga sensorial de la música de aquella época, obteniendo un sonido más reducido en el que reside la verdadera esencia de esas canciones.

Y las canciones que forman el repertorio de Hodgson son absolutamente fantásticas, como es el caso de "Breakfast in America", "The logical song", "Give a little bit" o "Take the long way home". Otra canción de su etapa en solitario que destaca entre las demás es la desgarradora "Lovers in the Wind".

Con una voz en su mejor momento y visiblemente emocionado por el cariño del público, el de Portsmouth liberó sus canciones de cualquier arreglo de sintetizadores, reverberaciones y trucos similares característicos de los años 70.

Fue una noche repleta de una melancolía festiva y brillante que mostró bien a las claras cuánto tuvo que ver Hodgson en el estilo de su antigua banda. Rick Davies puede seguir saliendo de gira bajo el nombre Supertramp, pero Roger Hodgson fue el corazón y el cerebro de la banda. Y punto.

Considerando la clase que tiene Hodgson, en cierto modo suena casi ridículo haberle catalogado como el telonero de la noche.