Visto: 2072

Crónica de Paloma Capanna sobre el concierto ofrecido por la banda de Roger Hodgson en la localidad neoyorquina de Rochester, publicada en el noticiero local "City Newspaper".


Tal vez porque hace mucho tiempo que fue publicado el álbum “Breakfast in America” (1979), anoche escuché una faceta diferente de Roger Hodgson, todavía voz inconfundible de Supertramp, durante su actuación en el Eastman Theatre. Hodgson no habló demasiado durante su concierto de dos horas y veintidós canciones, pero cuando lo hizo fue para referirse al lugar tan profundo del que surgieron las letras de sus canciones en épocas de desafíos o problemas personales.

Hodgson estuvo acompañado por una banda de cuatro músicos, y en “The awakening” su voz se mezcló agradablemente con la del bajista y el saxofonista, ofreciendo una refrescante perspectiva de cómo podría sonar el futuro. Las armonías de Supertramp fueron, desde luego, un aspecto de su música que me encantaba, así que cuando Hodgson dijo que le gustaría grabar esa canción algún día, yo apoyé la moción.

Hodgson no pareció defraudar al público que llenó el Eastman Theatre, y muchos de los asistentes (incluso yo) llegaron acompañados de los discos originales. Abrió el concierto con “Take the long way home” y tocó muchas de sus canciones más conocidas, entre ellas “Breakfast in America”, “The logical song”, “Dreamer”, “It’s raining again” y una versión de “Give a little bit” con la que los pasillos se llenaron de gente bailando.

Dado que el Eastman Theatre suele ser el recinto en el que cubro las actuaciones de la Orquesta Filarmónica de Rochester, di un gran grito cuando Hodgson anunció que podría regresar para dar un concierto con ellos. Sería genial escuchar “Fool’s overture” con orquesta o, mejor todavía, una versión orquestal de “Death and a zoo”. El año pasado Sarah McLachlan ya actuó con la Orquesta Filarmónica de Rochester, así que puedo imaginármelos colaborando también con Hodgson.