Crónica del concierto ofrecido por Roger Hodgson en Liverpool, firmada por Chris High y publicada en la revista local "Low Down".


Roger Hodgson, la voz de Supertramp, es simplemente uno de los mejores exponentes de su profesión que siempre ha honrado el escenario del majestuoso Philharmonic Hall. Con una actitud relajada que es fascinante, desde las primeras notas de la sublime ‘Take the long way home’ hasta los acordes finales de ‘It’s raining again’ (con un título bastante apropiado para terminar el concierto, dadas las circunstancias) Hodgson se metió en el bolsillo al público que abarrotaba el recinto mientras iba dejando caer un éxito tras otro.

Con todo lo bueno que es Hodgson, sin embargo, la experiencia global se vio redondeada por una banda soberbia que rozó la perfección en todas sus interpretaciones. Llamó la atención especialmente Aaron MacDonald, que no sólo toca los teclados y el saxo con una maestría asombrosa, sino que también se encarga de al menos otros diez instrumentos a lo largo del concierto. Y cuando Hodgson anuncia que también sabe hablar con fluidez varios idiomas, uno se da cuenta de que la envidia es un sentimiento terrible.

‘Dreamer’, ‘Hide in your shell’, ‘Lord is it mine’, la exquisita ‘Fool’s overture’… Todas las canciones fueron alucinantes, aunque fue ‘Death and a zoo’, de la carrera en solitario de Hodgson, la que permanecerá más tiempo en la memoria. Se trata de un tema que te hace preguntarte si los animales prefieren vivir en cautividad o morir y en cuya parte final Kevin Adamson abandona el teclado electrónico para sentarse al piano y hacer el concierto todavía más especial. Y lo mismo ocurre con la versión que Hodgson hace de la canción de los Beatles ‘Across the universe’, la cual literalmente te provoca escalofríos.

‘Breakfast in America’, ‘Give a little bit’ y ‘The logical song’ evocaron recuerdos maravillosos, y en los últimos compases del concierto todo el auditorio estaba de pie para rendir homenaje no sólo a uno de los mejores compositores y cantantes del siglo XX, sino también a una banda formada por músicos con un talento tan grande que uno sólo puede esperar que más pronto que tarde regresen a Liverpool y vuelvan a cautivarnos.