Crónica del concierto de Roger Hodgson en la ciudad estadounidense de Tulsa, publicada en el portal musical "Real Rock News" y firmada por Scott Smith.


Roger Hodgson está demostrando que él fue la voz dorada de Supertramp. Este antiguo colíder del grupo, a sus 61 años, sonrió innumerables veces a lo largo del concierto, repleto de grandes éxitos, que ofreció el 28 de Febrero en el Hard Rock Hotel & Casino de Catoosa, cerca de Tulsa, alternándose entre el piano, los teclados y tal vez la guitarra acústica de 12 cuerdas que mejor haya sonado jamás. Dentro de su gira ‘Breakfast in America’, la actuación fue la prueba de que Hodgson todavía puede ofrecer lo mejor sobre el escenario.

Uno de los grandes éxitos de Supertramp, ‘Take the long way home’, fue la primera canción en sonar, sorprendiendo a muchos de los presentes de una sala casi abarrotada que se esperaban este clásico de 1979 para los bises. “Así que te crees un Romeo, interpretando un papel en un espectáculo, toma el largo camino a casa”, cantó Hodgson con una voz relajada que todavía conserva sus mejores registros.

Acompañado por un cuarteto de músicos con mucho talento que sonaron de una forma muy parecida (aunque no exactamente igual) a como sonaban los Supertramp originales, a continuación Hodgson empuñó su guitarra acústica de 12 cuerdas para interpretar ‘School’, el tema que abría el álbum ‘Crime of the century’ de 1974.

‘School’ es una canción que presenta el lado más serio de Hodgson, ya sea por su contenido, que despotrica contra la maquinaria de la educación y las expectativas de la sociedad, o por su retorcida visión del acoso escolar, con frases como “Te veo por la mañana cuando vas al colegio, no te olvides los libros, ya sabes que tienes que aprender las reglas” y “Tal vez yo estaba equivocado al esperar que lucharas”.

Hodgson regresó a su lado más alegre y simpático con la optimista ‘Sister Moonshine’, y cuando interpretó la atropellada pero animada ‘Breakfast in America’ se ganó uno de los vítores más fuertes de la noche y la primera de varias ovaciones con el público puesto en pie. También formaban parte del casi infalible repertorio ‘The logical song’, ‘Hide in your shell’, ‘Lovers in the wind’, ‘In jeopardy’, ‘Lady’, ‘Child of vision’ y ‘Don’t leave me now’.

El concierto no incluyó la canción de Hodgson ‘It’s raining again’, que fue su metafórico adiós a Supertramp en 1982, pero se apuntó unos cuantos tantos con ‘Lord is it mine’ y sendas interpretaciones espléndidas de ‘Fool’s overture’ y ‘Even in the quietest moments’ que compensaron con creces esa omisión.

Después de la enérgica ‘Dreamer’, Hodgson se colgó la guitarra acústica de 12 cuerdas para ofrecer el bis, una fiel versión del clásico de 1977 de Supertramp ‘Give a little bit’. En cuanto Hodgson acometió los primeros acordes de la canción, casi todos los asistentes sonrieron y se pusieron de pie.

Las buenas vibraciones de Hodgson llegaron a su punto culminante cuando invitó a dos fans a subirse al escenario. El chico tomó el micrófono y habló de la chica, su novia, antes de ponerse de rodillas y pedirle matrimonio. Cuando ella respondió entusiasmada con un “¡Sí!”, Hodgson les dio un abrazo y les deseó décadas de felicidad.

En el camerino, Hodgson se mostró igual de cariñoso y agradable con los poseedores de entradas VIP, posando para fotografías y autografiando portadas de CDs y vinilos. Clayton McGill, un fan que había viajado por carretera desde Van Buren, Arkansas, para asistir al concierto, le dijo a Hodgson que su padre trabajó en una tienda de Radio Shack.

“Cuando yo era un niño, mi padre vendía más radios y equipos estéreo en su tienda si ponía música de Supertramp que si ponía a cualquier otra banda”, dijo McGill ante un sonriente Hodgson. “Murió el año pasado”. Entonces Hodgson puso su mano izquierda sobre el hombro de McGill y le dijo: “Bueno, tal vez tu padre nos esté viendo ahora mismo, y seguramente le haya gustado mucho lo que ha visto y ha escuchado esta noche”.