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El portal de música italiano "Rockol" habló con Roger Hodgson antes del concierto que ofreció en Milán durante la promoción del álbum "Open the door".

 

Roger Hodgson, mitad solista, mitad Supertramp, acaba de cumplir 50 años y tiene el mismo aspecto que tenía en la época de ‘Breakfast in America’. Después de un período difícil de su vida, incluyendo un accidente en el que se fracturó las dos muñecas, la antigua voz de Supertramp ha publicado ‘Open the door’, su tercer álbum en solitario (‘Hai hai’, que fue el anterior, data de 1987).

Esta noche, en el Teatro Franco Parenti de Milán, el músico inglés ofrecerá un concierto acústico. “Será un concierto interpretado por un único músico, pero para estar yo solo sobre el escenario hago bastante ruido”, bromea Hodgson. “Y contaré con la ayuda del público, que puede hacer de banda en algunas canciones, seguramente en las más antiguas”.

No tiene ningún problema en admitir que durante esta gira, no en vano llamada ‘Solotramp’, está interpretando temas que fueron esenciales en el éxito de Supertramp. “Esas canciones son mías, y me resulta difícil aceptar que la gente las considere canciones de Supertramp. Por otra parte, es cierto que mi nombre no es muy conocido”, se lamenta.

Respecto a su relación con Rick Davies, la otra mitad creativa de la banda, Hodgson dice: “Debo reconocer que durante algunos años le eché mucho de menos, e incluso en mi anterior disco intenté compensar su ausencia. Pero ahora me siento más un artista en solitario, y aprecio la libertad que me da esa condición. Rick y yo formábamos una gran pareja, pero volver con él sería como volver a salir con un antiguo amor: ya no recuperaríamos aquella magia”.

En cuanto a su nuevo álbum, Hodgson considera que es “un puente entre mi pasado y lo que quiero alcanzar. Me gustaría componer música más profunda, incluso canciones de veinte minutos de duración. En la actualidad la industria discográfica impone canciones de tres minutos en las que se abusa de los instrumentos electrónicos. No se permite que un músico crezca como artista, ni que el público aprenda a escuchar su música”.

“Es increíble pensar que mi canción favorita de mi época en Supertramp sea ‘Fool’s overture’, cuya duración asustaría a las compañías de discos actuales”, dice Hodgson. “Y el siguiente single de mi nuevo disco será la canción ‘Open the door’, que dura casi nueve minutos, así que supongo que la recortarán de alguna forma”.

Preguntado sobre el hecho de que el público siga siendo fiel a artistas como él, formado en los años 70, Hodgson dice: “Muchos pintores han publicado sus mejores trabajos a la edad de 70 años, y creo que con los músicos puede ocurrir lo mismo. Y no me refiero sólo a escribir nuevas canciones, sino también a recopilar ideas de otras épocas. Por ejemplo, empecé a componer la canción ‘Open the door’ hace diez años, y escribí ‘The garden’ cuando tenía 18 años. Por el contrario, ‘Death and a zoo’ es más reciente, y también es mi canción favorita del álbum”.

En cualquier caso, Hodgson no se ha quedado anclado en el pasado, y entre los artistas de hoy en día destaca a Radiohead, Bjork y Beck como algunos de los más interesantes. Sin embargo, Hodgson también ha encontrado la inspiración trabajando con viejos amigos como Trevor Rabin, de Yes, y Didier Lockwood, violinista de la banda Gong.

Por otra parte, el nuevo socio de Hodgson es el bretón Alan Simon, coproductor del álbum y coautor de ‘For every man’, el tema que cierra el disco, en el que también ha participado la Orquesta Sinfónica de Praga. ¿Significa eso que hay un futuro “sinfónico” en el horizonte de Hodgson? “Hasta ahora no he compuesto demasiadas cosas para orquesta, pero tengo muchos planes para los próximos cinco años”.