Pertenecer a un grupo como Supertramp, ser consciente durante más de la mitad de una vida de que eres una de las estrellas de rock más relevantes del planeta, oír casi cada día durante veinte años el aplauso de una media de diez mil personas son ingredientes perfectos para convertirse en un ser ajeno a la realidad y egocéntrico.
Roger Hodgson probablemente es esas dos cosas o incluso algunas peores, pero tiene la suficiente inteligencia como para disimularlas durante su conversación, y lo cierto es que el antiguo vocalista de Supertramp, que hoy presenta en directo en la Sala Arena de Madrid su cuarto álbum en solitario, ‘Open the door’, parece haber aprendido de los años de experiencia con el grupo y se ha convertido en todo un filósofo del ‘rock system’.
Roger Hogdson está en contra de que el rock sea un feudo adolescente y que se pretenda apartar a las viejas estrellas. “La experiencia, que es un valor favorable en cualquier profesión, en el rock se ve como algo malo”, explica Hogdson, “y esa es una presión que todos los músicos que hemos estado en un grupo de éxito hemos padecido a lo largo de nuestra carrera”.
“En mi caso, después de que Supertramp se disolviera pasé una época terrible, de sequía creativa. Tenía la impresión de que no podría hacer nunca nada más y una de las razones era que la industria me acusaba de ser viejo para emprender una carrera en solitario, afortunadamente, conseguí salir de ese bache”.
El secreto para superarlo es bien sencillo: “Para poder desarrollar la creatividad”, explica, “la cuestión está en construir una vida sencilla. Si tienes muchos asuntos que solucionar, llega el final del día y no tienes energía para componer, si vives sin complicaciones, todo es mucho más fácil”.
Esta filosofía de vida tiene algo que ver con el contenido de ‘Open the door’, un disco en el que la música celta tiene un papel importante. De hecho, Hodgson colabora en el próximo disco de Carlos Núñez, el cual participará en el concierto de hoy.
“La música celta”, explica, “siempre me ha atraido, especialmente por su espiritualidad y, aunque no puede decirse que este disco sea de sonidos celtas, lo cierto es que creo que ese espíritu inunda todo el disco”.
