Artículo de Chantal Eustace aparecido en el diario canadiense "Vancouver Sun".

El legendario músico de rock Roger Hodgson sigue siendo un soñador después de tantos años. Hablar con este filosófico fundador y cantante de la famosa banda de los años 70 Supertramp es como leer en alto un libro de autoestima. Sus sabias palabras fluyen de una forma natural mientras reflexiona sobre cómo es y cómo fue su vida. Resulta fácil imaginárselo, melena al viento, caminando sobre un campo de margaritas. Bueno, tal vez sea una exageración, pero una exageración muy ilustrativa.

Se trata de un hombre satisfecho. Dice que cree en el poder tele-transportador de una buena canción. Y ahora está cantando sus canciones en el mismo formato en que las compuso. A solas sobre el escenario, consigue conectar mejor con el público que durante su época gloriosa en Supertramp.

“Ahora soy más viejo, más sabio y me estoy divirtiendo más que antes. En general, simplemente soy más feliz que antes”, dice Hodgson. “Eso es lo que siento cuando canto esas canciones. Es como si estuviese viviendo una nueva relación con ellas. Para mí es increíble lo bien que han superado la prueba del tiempo, y mucha gente piensa lo mismo que yo”.

Después de más de una década apartado de los escenarios, Hodgson ha vuelto a salir de gira. Ha publicado un DVD, ‘Take the long way home – Live in Montreal”, y ha aparecido como invitado en el concurso de televisión ‘Canadian Idol’. Cuando mañana ofrezca en el Orpheum de Vancouver su último concierto de su actual gira por Canadá, los fans vivirán una experiencia muy diferente a la que conocen por los conciertos de Supertramp.

En su DVD, Hodgson demuestra cómo es su estilo sencillo y personal. Y, a pesar de su nuevo aspecto. pelo largo y camisa ancha de color blanco, su sonido no se ha vuelto meloso. Aunque a veces pueda parecer un poco eufórico, sigue cantando esas canciones famosas que la gente quiere escuchar.

Estos conciertos tan íntimos son muy importantes para él pues, según afirma, “ese es el formato que tenían las canciones cuando las compuse”. Dice que nunca se cansa de ellas, y que la gente le escribe cartas contándole que sus canciones les han servido de gran ayuda en períodos difíciles de sus vidas. De hecho, muchas de sus canciones están inspiradas en malos momentos que ha atravesado él mismo.

“¿Cuál es el sentido de la vida? Yo creo que mucha gente se hace esa pregunta, sobre todo cuando están pasando una mala racha. La gente se hace ese tipo de preguntas, y yo creo que escuchar canciones que abordan esos temas les puede resultar un gran apoyo”, dice Hodgson.

“No conozco a nadie que no tenga problemas, y si alguien dice que no los tiene se está engañando a sí mismo. Yo creo que los momentos difíciles y dolorosos son los que hacen a las personas ser como son. Cuando experimentamos dolor es cuando sentimos compasión por quienes experimentan lo mismo que nosotros, y eso nos hace ser más humildes”.

Por ejemplo, ‘The logical song’ surgió de la frustración que Hodgson experimentó como alumno de un instituto tradicional inglés. Nada de lo que aprendió allí parecía estar relacionado con lo que veía en las noticias: la ‘beatlemanía’, la guerra de Vietnam y el fenómeno ‘hippie’.

“La razón de que ‘The logical song’ triunfase en todo el mundo fue que la gente se sentía identificada con lo que decía la canción”, asegura Hodgson. “En el colegio no nos dicen quiénes somos. Nos cuentan muchas cosas y nos enseñan a enfrentarnos a la vida, pero también aprendemos muchas cosas que no nos sirven para nada”.

Ese tipo de sensaciones se ven reflejados en sus canciones una y otra vez. “Mis letras hablan de mis experiencias en momentos de confusión, de dolor y de dudas”, explica Hodgson, que añade que compuso ‘Dreamer’ a los 19 años de edad en la casa de su madre, en Inglaterra, mientras soñaba recorrer el mundo con una banda de rock como los Beatles.

En otras palabras, entonces se encontraba en un lugar pero deseaba encontrarse en otro distinto, una situación frustrante a la que probablemente todo el mundo se ha enfrentado alguna vez en su vida. La canción ‘Dreamer’ llegó a lo más alto de las listas inglesas en 1974, y Supertramp empezó a salir de gira por todo el mundo, deleitando a multitud de personas con su artístico sonido.

Hodgson dejó el grupo en 1983 para emprender su carrera en solitario, pero en 1987 se rompió las dos muñecas en un accidente. Dice que, después de aquello, decidió tomarse las cosas con más calma, pasar más tiempo con su familia y convertirse en alguien más espiritual. Ahora que ha vuelto a los escenarios, planea seguir dando conciertos durante mucho tiempo, y ya tiene programada para 2007 una gira por Gran Bretaña.

“Una buena canción siempre es una buena canción”, dice. “Es así de simple. Realmente se trata de volver atrás en el tiempo, a veces hasta una época de la vida de cada persona en la que ocurrían cosas mágicas. Una canción como ‘Give a little bit’ probablemente sea atemporal porque contiene un mensaje sencillo pero profundo que tal vez perdure para siempre”.

Ah, y no hace falta decir que Hodgson todavía consigue llegar a todas esas notas tan altas…