Artículo de Andy Hughes publicado en "Acoustic", revista británica especializada en guitarra española.

“Creo que a las guitarras les ocurre algo con el paso del tiempo. Con el desgaste de la guitarra y el envejecimiento de la madera, el sonido mejora”, dice Roger Hodgson, antiguo miembro de Supertramp y autor de la canción ‘Give a little bit’, todo un himno en su vida y en su carrera.

“Me encanta que alguien venga a verme y me diga que cuando empezó a tocar la guitarra una de las primeras canciones que aprendió fue ‘Give a little bit’, gracias a sus dos acordes iniciales. Durante mi aprendizaje yo hice lo mismo con algunas canciones de Buddy Holly que estaban basadas en cuatro acordes muy sencillos. Y a partir de ahí ya puedes empezar a tocar la guitarra teniendo la sensación de que lo haces dignamente”.

Y ahora que esa precariedad de la adolescencia ya ha sido superada y Hodgson tiene felicidad, éxito y dinero, ¿cuáles son sus nuevos retos en la composición de canciones? Sobre este asunto, se muestra bastante filosófico… “Creo que en esta vida siempre he estado buscando respuestas”, dice después de unos momentos de reflexión.

“Siempre he buscado el amor y la felicidad en mi vida. Cuando era incapaz de hablar con nadie sobre esos aspectos de la vida, solía plasmar mis pensamientos en canciones, a menudo ocultándolos detrás de alegres melodías. No lo hacía con ningún propósito en especial, simplemente surgía así, con canciones como ‘The logical song’ y frases como ‘¿no vais a decirme quién soy yo?’”.

 “Tal vez presento una cara feliz ante la vida, no lo sé. No quiero hacer un análisis muy profundo sobre mí mismo, simplemente me encanta la música. Al componer una canción normalmente la música surge primero, y después, con el tiempo, aparece la letra”.

No cabe duda de que Hodgson no escribe canciones de usar y tirar. Detrás de la habitual presentación de una melodía animada, siempre queda una aproximación lírica y melancólica a distintas cuestiones de la vida. ¿Le gustaría a Hodgson haber sido un músico radical?

“Esa es una buena pregunta. No creo ser un músico radical, pero sí pienso que soy un bicho raro dentro de la industria de la música, o al menos dentro del funcionamiento actual de la industria de la música. Tal vez me vuelva a poner filosófico hablando sobre esto, pero mi vida está centrada en el amor, en la búsqueda del amor, en dar amor y en dejar que mi corazón gobierne mis actos”.

“Ese es ahora mi principal objetivo, no seguir una carrera profesional ni triunfar sobre los escenarios. Por eso estoy dando tantos conciertos en solitario a través de los cuales intento conectar con el público”.

“Cuando me subo a un escenario, intento ir desprovisto de cualquier carga mental que haya podido sufrir a lo largo del día. Sólo quiero pasármelo lo mejor posible y hacer que el público perciba el amor que siento por las canciones, por la vida, por la gente… Sólo soy un artista, y siempre me van a devolver lo que antes haya ofrecido yo. Si ofreciese una imagen de tipo engreído a lo ‘eh, miradme, soy realmente bueno’, entonces, ¿qué me devolverían?”

“Por eso empiezo y termino los conciertos con ‘Give a little bit’. Esa canción tiene un mensaje muy sencillo: da un poco de tu amor a los demás, y este te será devuelto. Cuando la canto al principio del concierto, la gente todavía está acomodándose en sus asientos, pero cuando la canto al final, la reacción del público es una medida de cómo ha ido el concierto. Y si la gente se marcha a casa con una sonrisa, entonces yo he hecho bien mi trabajo”.