Nick Krewen, periodista canadiense de la web "The Record", entrevistó a Roger poco antes de sus actuaciones en Kitchener de la gira de 2006.

No es de extrañar que Roger Hodgson piense que su famosa canción de Supertramp ‘Give a little bit’ esté de moda actualmente. Aparte de que el grupo de Búfalo Goo Goo Dolls haya incluido una versión de ese tema en su nuevo álbum ‘Let love in’, varias tragedias mundiales como el maremoto del año 2004, el huracán Katrina y otras catástrofes naturales han incrementado dramáticamente la demanda para usar la canción como himno de causas benéficas.
 
“Creo que sólo el año pasado recibí unas ochenta peticiones para utilizar esta canción con el fin de recaudar fondos para diferentes causas”, dice Hodgson, cofundador de Supertramp y antiguo cantante y compositor del grupo. “Me parece genial, y estoy muy contento de permitir que usen la canción para esos fines”.
 
Hodgson, que volverá al Square Centre de Kitchener el miércoles y el jueves próximos para dar un par de conciertos acompañado por la banda Jeans’n’Classics y la orquesta KW Symphony, dice que muchas personas están de acuerdo con el alegato de ‘Give a little bit’. “Esta canción tiene un mensaje sencillo y humilde”, señala Hodgson. “No pide que la gente dé mucho de lo que tiene, sino sólo un poco. Se trata de encontrar el equilibrio en un mundo en el que todos necesitamos dar un poco y demostrar lo que nos preocupa, por nuestra propia supervivencia y por la supervivencia del planeta. En el mundo actual hay muchas cosas en juego, y todos necesitamos involucrarnos más”.
 
Hodgson dice que, desde un punto de vista personal, ‘Give a little bit’ es la canción que más le gusta interpretar. “Hay algo especial en esa canción... Ahora mismo es mi preferida porque tiene un espíritu que hace sacar lo mejor de cada persona”, explica. “Es algo que he notado desde el escenario. Cuando empiezo a tocarla, veo cómo se ilumina la cara de todos, cómo abren su corazón y cómo la cantan conmigo desde el principio hasta el final. Esa canción consigue sacar lo mejor de todos nosotros. De eso se trata. Por alguna razón, la canción logra encender la llama de esa parte de nosotros que quiere dar un poco y demostrar su preocupación”.
 
Por supuesto, esa no es la única canción del arsenal de Supertramp que consigue arrancar unas cuantas sonrisas. El grupo vendió más de ochenta millones de discos en todo el mundo con temas como ‘School’, ‘Dreamer’, ‘The logical song’, ‘Fool's overture’, ‘A soapbox opera’, ‘Goodbye stranger’ ‘Take the long way home’. Hodgson, de 56 años, participó como compositor y como cantante en nueve discos de Supertramp, desde el primero homónimo de 1970 hasta su discutida salida del grupo después del álbum ‘Famous last words’ de 1982.
 
En los años 70, durante la época dorada de Supertramp, hubo tres discos que marcaron otros tantos hitos en la carrera del grupo, y cada uno de ellos vendió más de un millón de copias en Canadá. Se trata de ‘Crime of the century’ (1974), ‘Even in the quietest moments’ (1977) y ‘Breakfast in America’ (1979). Este último supuso, además, la consagración de la banda en los Estados Unidos.
 
Después de la separación, Supertramp siguió adelante bajo el liderato de Rick Davies con un álbum bastante bueno (‘Brother where you bound’) y un puñado de discos prescindibles (‘Free as a bird’, ‘Some things never change’ y ‘Slow motion’). Mientras tanto, Hodgson publicaba dos trabajos en solitario: ‘In the eye of the storm’ en 1984 y ‘Hai hai’ en 1987. Ese mismo año, sin embargo, se rompió las dos muñecas tras caerse de una escalera.
 
Como es lógico, Hodgson dice que aquel accidente fue el comienzo de un período oscuro de su vida. “Los médicos me dijeron que no volvería a tocar jamás”, recuerda. “Y yo me di cuenta de que al convertirme en músico había perdido la mayor parte de mi autoestima y de mi amor propio. Me vi obligado a detenerme y a fijarme en mi vida y en mí mismo. No me gustó nada lo que vi, pero tenía que hacer algo. Me llevó muchos años volver a encontrar el norte, y aquello puso fin a mi matrimonio y a mi anterior forma de vida”.
 
Afortunadamente, ya lo ha superado. “Me encuentro mejor de salud que nunca”, anuncia este inglés natural de Portsmouth que ahora tiene su hogar en Nevada City, California. “Es interesante haber vuelto para tocar muchas de esas canciones antiguas, aunque en cierto modo es casi como si las tocara por primera vez. Noto que ahora las canto de una forma más completa, más compacta. Estoy muy contento. Mi voz nunca ha sonado más fuerte ni más libre que ahora”.
 
Respecto a su antigua banda, que publicó el año pasado a través de Universal Music una antología de treinta y dos canciones llamada ‘Retrospectacle’, Hodgson dice que él y otros músicos (John Helliwell, Bob Siebenberg y Dougie Thomson) están abiertos a una reunión. El otro miembro importante del grupo, el pianista y cantante Rick Davies, no.
 
“Todos nosotros hemos hablado sobre el tema”, dice Hodgson. “El grupo tiene un catálogo maravilloso que necesita ser administrado mejor que hasta ahora. Sin embargo, Rick y su esposa Sue, que es la representante del grupo, parecen encontrarse un poco aislados de los demás. Así que no están en contacto con nadie y es difícil comunicarse con ellos. Incluso cuando hace un par de años surgió la idea de volver a reunirnos, el único que cerró la puerta fue Rick. Es como si ya estuviese retirado y no le interesase hacer nada más”.
 
Pero eso no ha hecho que Hodgson se quede sentado y abatido. Está actuando por todo el mundo y tiene una agenda repleta de conciertos para lo que queda de año. Quiere recuperar el tiempo perdido. “He estado desaparecido durante mucho tiempo, y ahora me lo estoy pasando mucho mejor que hace veinte o veinticinco años. Así que ahora mismo no veo el final de todo esto”.