Un repaso del periodista musical Greg Burliuk al primer disco en solitario de Roger y a sus planes para el futuro.

Los ojos de un hombre que iba conmigo en el metro se iluminaron. Estaba sentado a seis metros de mí, pero reconoció el nombre de Roger Hodgson en el disco que yo llevaba, y giraba el cuello intentando ver algo más. Me miró y murmuró las palabras “¿disco nuevo?”. Yo asentí con la cabeza, y aunque nos bajamos en la misma estación me siguió durante un rato por si podía ver más.
 
Yo no pensaba que Roger Hodgson fuese un nombre conocido, pero después de algunos días en Toronto ya no estaba tan seguro. Rick Davies y él fueron los genios creativos de Supertramp, y fue Hodgson quien compuso éxitos como ‘Dreamer’, ‘It’s raining again’, ‘The logical song’, ‘Take the long way home’, ‘Give a little bit’ y ‘Breakfast in America’.

Hodgson dejó la banda hace un año y ha estado siete meses preparando su primer disco en solitario, ‘In the eye of the storm’. Ha compuesto, cantado y producido todo el álbum, y también ha tocado la mayoría de los instrumentos en su estudio de Nevada City, California.

Toronto y Canadá ocupan un lugar especial en el corazón de Supertramp, pues la banda explotó allí antes de ser conocida en los Estados Unidos, y dos de sus discos vendieron más de un millón de copias cada uno. En Toronto, su compañía de discos, A&M Records, dio en sus oficinas una fiesta en su honor, incluyendo un foco que iluminaba el cielo. Algunos fans devotos deambulaban por los alrededores intentando conseguir invitaciones, mientras en el interior los ejecutivos y otras personas del negocio discográfico bebían cerveza y vino.

El invitado de honor fue presentado por un representante de la compañía que declaró orgulloso que ya habían sido encargadas y vendidas ochenta mil copias del álbum, y le regaló a Hodgson un disco de oro. Los asistentes se quedaron perplejos: sabían que encargar discos y venderlos son dos cosas muy distintas.

Hodgson se quedó solamente un par de minutos ya que tenía una gran demanda de entrevistas. Desprovisto de las melenas a lo Jesucristo que llevó durante la mayor parte de su carrera en Supertramp, Hodgson apenas dio las gracias tímidamente al público y les pidió que viesen un vídeo casero que había preparado para la ocasión. El equipo de televisión tardó un rato en funcionar correctamente, y para entonces él ya se había marchado.

Al encontrarse conmigo mañana siguiente en la habitación de un hotel del centro de Toronto, me confirmó la primera impresión que tuve de él como de un hombre tímido y amable. También tiene una rareza: es un artista al que le gustan las entrevistas. “Las considero conversaciones, no entrevistas, y saco cosas muy positivas de ellas”, dice mientras nos sentamos. “Me hacen reflexionar”.

Hodgson cree que esta es una gran época para él, incluso aunque tenga que empezar de cero como artista en solitario. “Para mí este álbum es un nuevo nacimiento, un alumbramiento”, dice. “Pasé diez años maravillosos con Supertramp, y los últimos cuatro no fueron tan buenos. Después del disco ‘Breakfast in America’ las cosas empezaron a ir no tan bien, y durante estos últimos años cada vez me fui frustrando un poco más. Me convertí en un artista en solitario dentro del grupo, mientras que Rick componía más cosas para la banda que yo”.

El álbum se llama ‘In the eye of the storm’ por una razón: una vez que había dejado la banda, Hodgson atravesó varios huracanes emocionales. “Fue un período duro y tormentoso en mi vida, y por eso ahora me siento mucho más fuerte”, dice. “Hubo problemas familiares, y tuve que adaptarme a tener dinero y éxito, porque con ello corres el peligro de que la apatía y el estancamiento entren en tu vida. Después vino la marcha de Supertramp y la adaptación a estar solo, y también la lucha contra los temores que acompañan todo eso”.

Según Hodgson, “la primera cara del álbum mira hacia el mundo y hacia mi vida: lo que ha sido y lo que es ahora. La segunda cara es una afirmación de lo que me gustaría que mi vida fuese en el futuro. Es como un libro con un principio, una parte central y un final. Cada canción es un capítulo”.

Si ‘In the eye of the storm’ suena como Supertramp sin sección de viento, es probablemente porque las canciones más famosas de la banda fueron compuestas por Hodgson. Aunque el álbum sólo contiene siete canciones y ninguna dura menos de cinco minutos, fácilmente cuatro de ellas podrían acabar como éxitos en la radio. ‘Had a dream’ abre el álbum y es el primer single. Está repleto de energía, mientras que el siguiente tema, ‘In jeopardy’, es más melódico. ‘Lovers in the wind’ es una balada suave, y la segunda cara del disco está personificada por ‘Give me love, give me life’, canción que expresa sus ganas de comerse la vida.

En cada paso de ese camino, el oyente es desafiado con letras que le hacen pensar, como: “Tuve un sueño, había guerra – Y no podían decirme por qué – Pero era algo por lo que ellos podrían mentir – Algo por lo que nosotros podríamos morir”.

Se trata de un álbum con mensaje, según Hodgson. “Las cosas están cambiando, y muchas de ellas están empeorando, así que ha llegado la hora de hacer algo. Este es un momento crucial en la historia. Me gustaría ver más artistas que se preocupen y reflexionen sobre mis temores y esperanzas respecto a la situación de las cosas en el mundo”.

“Veo mucha apatía en el mundo de hoy, y tengo la sensación de que la gente no es capaz de cambiar las cosas. La música todavía tiene el poder de unir a la gente como ocurrió en los años 60, y me encantaría que de nuevo sucediese lo mismo”.

“Yo estoy aquí para intentar dar esperanza a la gente, más que para predicar qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. Primero tengo que poner orden en mi propia casa, porque mi principal responsabilidad es maximizar mi potencial como artista”.

Hodgson dice que el álbum le recuerda a los primeros trabajos de Supertramp. “Es una vuelta a la intensidad de ‘Crime of the century’, pero con una energía y un dinamismo más modernos”, dice. No sabe mucho de los restantes miembros de Supertramp, que tienen previsto publicar un nuevo disco en Año Nuevo. “Es como el período que hay después de un divorcio, cada uno debe estar separado del otro durante un tiempo”, dice.

El futuro de Hodgson parece bastante ocupado. “Tengo ochenta canciones esperando ser grabadas, así que mi próximo disco podría ser doble”, dice. “Y tengo un par de proyectos para hacer la música de películas, en una de las cuales yo podría actuar. Echo de menos tocar con otros músicos, así que a principios de 1986 me gustaría salir de gira con una banda”.