Reportaje de Paul Taylor aparecido en el diario inglés "Manchester Evening News", en vísperas del comienzo de la gira británica de Roger Hodgson.

Incluso cuando dominaban el mundo en términos comerciales, Supertramp era, según confiesa Roger Hodgson, “un grupo maravillosamente pasado de moda”. Un cuarto de siglo después, hasta sus fans más recalcitrantes pueden pensar que escuchar ‘Dreamer’ o ‘The logical song’ es un placer prohibido que sólo puede experimentarse dentro de una habitación cerrada por miedo a ser arrestados por la policía.

Pero pensar eso sería una locura, pues el legado discográfico de Supertramp ha soportado muy bien el paso de los años. ¿Por qué, si no, la banda alemana Scooter ha reciclado ‘The logical song’ en un éxito de las pistas de baile o el grupo Gym Class Heroes ha utilizado algunas partes de ‘Breakfast in America’ para su single ‘Cupid’s chokehold’?

Canciones pop tan hermosas como estas suelen superar bien la prueba del tiempo, según confirma de inmediato su creador. Hodgson todavía recuerda cómo compuso ‘Breakfast in America’ cuando era un adolescente y piensa que hoy en día ‘The logical song’ sigue siendo igual de relevante que siempre. En cuanto a ‘Dreamer’, dice: “Yo fui un niño con muchos sueños y ahora soy un hombre con muchos sueños”.

Lo que ya no es, y lleva muchos años sin ser, es miembro de Supertramp. Quienes llevaban varios años sin saber de Hodgson se alegrarían de verle en el concierto homenaje a Diana de Gales, en el que interpretó algunas de las canciones que hicieron de Supertramp una de las bandas favoritas de la Princesa. Esta actuación fue un aperitivo de lo que será su primera gira británica en dos décadas, dentro de la cual dará su primer concierto en Manchester desde que lo hiciera con Supertramp en los años 70.

“Mi voz está muy bien y mis canciones han vuelto a la vida”, dice. “Me ha costado muchos años encontrar la motivación para volver a tocar en directo, y ahora lo enfoco de una manera distinta. Ya no tengo que demostrar nada, y tampoco pretendo hacer una nueva carrera musical. Sólo quiero compartir la música que me gusta con los demás, y disfruto haciendo feliz a la gente”.

Natural de Portsmouth, el cantante y multi-instrumentista Hodgson, de 57 años, se unió en 1969 al cantante y pianista Rick Davies, nacido en Swindon, y sus estilos contrapuestos llevaron a Supertramp a vender más de sesenta millones de discos. En 1979 el álbum ‘Breakfast in America’ fue número uno en todo el mundo, aunque en 1974 la banda ya se había instalado en Estados Unidos, con un Hodgson fascinado por el estilo de vida californiano.

“California estaba repleta de gente excéntrica, allí había un panorama musical muy próspero y una forma de pensar muy progresista”, recuerda. “Por entonces me encontraba en plena búsqueda espiritual, preguntándome quién era yo mismo, y aquel era el mejor lugar para vivir en una época en la que en Inglaterra te tomaban por loco si eras vegetariano”.

Después, en 1983, Hodgson dejó Supertramp porque quería estar junto a sus hijos Andrew y Heidi mientras estos crecían. Cambió Los Angeles por un entorno de ensueño al norte de California y se construyó un estudio en su propia casa para producir sus trabajos en solitario.

Sin embargo, en 1987 sufrió una caída en la que se rompió las dos muñecas. “Los médicos me dijeron que nunca podría volver a tocar”, dice. “Y yo tuve que llevar a cabo una gran introspección para intentar averiguar quién era yo y qué era lo que me podría hacer feliz”.

Publicó algunos discos en solitario, aunque durante dieciséis años no salió de gira. Pero recientemente, después de haberse divorciado y de que sus hijos se hayan hecho mayores, Hodgson ha vuelto a disfrutar tocando en concierto sus viejas canciones.

Mientras tanto, Supertramp ha hecho algunas giras esporádicas bajo el liderazgo de Davies, algo que no ha sido del agrado de Hodgson. “Se supone que Rick no iba a utilizar mis canciones, pues ese fue el acuerdo verbal al que llegamos él y yo”, dice Hodgson. “Se trata de algo que me ha molestado durante muchos años, pero ya no me quedan fuerzas para luchar contra ello”.

No hay ninguna duda de que si Hodgson se uniese nuevamente a Supertramp, el grupo volvería a llenar estadios como antaño, y las grandes diferencias que existen actualmente entre Davies y Hodgson ya han sido superadas por otras viejas bandas que han hecho de sus reuniones un gran negocio. ¿Cuáles son las perspectivas sobre este asunto?

“Hace un par de años les propuse esa idea a todos los miembros del grupo, pero Rick no se mostró muy interesado”, dice Hodgson. “Entonces hubo unos cuantos obstáculos que impidieron esa reunión, aunque ¿quién sabe lo que pasará en el futuro? Yo sigo estando dispuesto a hacerla”.