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Reportaje de Don Wilcock previo a la actuación de Roger Hodgson en Albany, publicado en el diario neoyorquino "The Record".


Hace 34 años la banda británica de rock Supertramp se hizo esta pregunta: “Ya sé que suena absurdo,  pero por favor decidme quién soy yo”. ‘The logical song’ y otros grandes éxitos como ‘Take the long way home’ y ‘Give a little bit’ ayudaron a la banda a vender sesenta millones de discos repletos de un sonido orquestal entre un público progresivo que se preguntaba sobre el sentido de la vida en una época en la que la mayoría de las estrellas del rock recurrían a la testosterona y a las mujeres objeto.

Roger Hodgson, que actúa en The Egg la noche del próximo martes, escribió algunas de esas canciones cuando tenía 18 años y todavía era un estudiante, y se las enseñó a su banda algunos años más tarde. No podía imaginarse entonces que tendrían tanto éxito que varias décadas después seguiría ofreciéndoselas a un público que se acuerda de Supertramp pero al que hay que recordarle quién es Roger Hodgson.

“No puedes sustituir la relación que alguien ha tenido con una canción a lo largo de 30 años de su vida”, dice Hodgson para explicar por qué sigue concentrándose en las canciones de Supertramp a pesar de que ha publicado varios discos en solitario y de que tiene un archivo de más de sesenta canciones inéditas que cree que son tan buenas como cualquiera de sus grandes éxitos.

“Yo no soy un artista que tenga tanto ego como para decir: ‘Debéis oír mis nuevas canciones, porque eso es lo único que me interesa ahora’. Para mí, cuando doy un concierto, lo más importante es ofrecerle al público lo mejor, lo que más pueda satisfacerles y enriquecerles durante una experiencia de dos horas. Y no puedo negarme a tocar todas esas canciones que están esperando escuchar”.

Hodgson comienza sus conciertos con uno de los mayores éxitos de Supertramp, ‘Take the long way home’, que trata sobre el conflicto que tiene lugar en el corazón de un artista que también busca una vida alejada de los focos: “Así que cuando el día empieza a calmarse / ¿Quién tiene la culpa si tú no estás alrededor? / Cogiste el largo camino a casa / Cogiste el largo camino a casa”.

Esa canción daba una pista sobre la inminente marcha de Hodgson del grupo, la cual acabaría produciéndose en 1983, en principio para emprender su carrera en solitario pero finalmente para formar una familia que no había tenido de niño. Su padre le entregó una guitarra como regalo de despedida en su 12º cumpleaños. “Mis padres se divorciaron y no volví a ver a mi padre hasta 10 ó 12 años después, así que, en cierto modo, esa guitarra le reemplazó y le dio sentido a mi vida, convirtiéndose en mi mejor amiga”.

En 1987 Hodgson dejó la música en un segundo plano y formó una familia. “Me di cuenta de que, si seguía llevando la vida de un músico que siempre está de gira, probablemente me quedaría sin familia en unos pocos años”. Ahora sus dos hijos han crecido. Su hijo Andrew es músico y su hija Heidi es madre. Y Hodgson ha vuelto a los escenarios con la gira ‘Breakfast in America’, llamada así en honor del álbum más famoso de Supertramp.

Aunque interpreta canciones que fueron éxitos de Supertramp, reflejan sus propias cuestiones sobre la vida. Muchas de ellas las compuso cuando era un adolescente, y ahora son como un despertar para él. “Hoy la conexión con el público es mucho más importante. Antes yo era mucho más tímido e introvertido, y no hablaba con el público en los conciertos. Ahora me siento muy cómodo haciéndolo. Sin embargo, las canciones siempre han reflejado quién era yo y quién sigo siendo. Y es interesante, porque no han envejecido. Siguen sonando frescas y vitales cuando las canto, y la gente se identifica con ellas todavía más que en la época de Supertramp”.

Hodgson está muy agradecido por seguir teniendo un seguimiento masivo y no se da ninguna importancia a pesar de la reactivación de su carrera. Si acaso se muestra un poco sorprendido de que se sigan agotando las entradas para sus conciertos y de que sus fans le digan que sus canciones han originado relaciones y matrimonios. “Cuando las escribí, ni siquiera me paré a pensar si mis canciones serían populares 40 años después. Es increíble. Nunca han dejado de sonar en la radio, todavía se escuchan en todo el mundo”.