Robert Dunstan, de la revista musicadl "Rip It Up", entrevistó a Roger Hodgson con motivo de su gira australiana 2013.


“A veces me siento un poco como Roger Waters de Pink Floyd”, dice Roger Hodgson, la voz del grupo británico Supertramp cuando le preguntamos sobre su nueva gira australiana. Y tal vez sea porque, al igual que le ocurre a Waters con Pink Floyd, Hodgson ya no es bienvenido en Supertramp, la banda que ayudó a formar en 1970.

Durante los años 70 Supertramp disfrutó de un gran éxito en todo el mundo con álbumes como ‘Crime of the century’ y ‘Breakfast in America’. Al comienzo de la década, Hodgson había respondido a un anuncio publicado en una revista musical mediante el que se buscaba bajista, lo que le llevó a asociarse con Rick Davies.

“Rick y yo nos conocimos e hicimos buenas migas”, recuerda Hodgson. “Así que aquel fue el comienzo de Supertramp, aunque nos costó algún tiempo despegar. Durante los dos primeros discos sólo estábamos interactuando como compositores y como intérpretes, y en realidad no teníamos una idea clara de hacia dónde nos dirigíamos”.

“Pero cuando llegó ‘Crime of the century’ Rick y yo ya habíamos empezado a componer por separado, así que las canciones se volvieron mucho más personales pero también mucho mejores. Habíamos madurado bastante y nuestra discográfica se dio cuenta de ello, metiéndonos en el estudio con Ken Scott y dejando que nos tomásemos todo el tiempo que necesitásemos para grabar el álbum. Trabajar con Ken en los estudios Trident también hizo que aprendiéramos un montón sobre hacer grabaciones con un gran sonido”.

Hodgson ya actuó en algunas partes de Australia hace un par de años, pero en esta ocasión lo está haciendo acompañado de una banda al completo por primera vez, presentando las canciones que compuso mientras formaba parte de Supertramp.

“Se trata de conciertos muy interesantes para el público”, dice, “porque tengo una gran banda a mi alrededor. Son dos canadienses y dos californianos. He probado con diferentes músicos a lo largo de los años, pero esta banda es simplemente fantástica. Nos compenetramos muy bien y ahora tengo las mejores armonías vocales que he tenido con cualquier banda con la que haya trabajado jamás. Yo no quería formar una banda con reputados músicos de sesiones, sino un grupo de músicos con ganas que sepan aprovechar la oportunidad de lucirse”.

“Después de los conciertos la gente me dice: ‘¡Guau! ¡Yo vi a Supertramp en 1979, pero esta banda es todavía superior!”, dice con una sonrisa. “No puede haber un cumplido mejor que ese. Y las canciones que interpreto son todas mías. Son las canciones que yo escribí y Supertramp grabó, así que ya llevan muchos años conmigo. Muchas de ellas ya estaban conmigo incluso antes de que existiera Supertramp, pues las había compuesto antes de conocer a Rick y formar el grupo”.

“Sin embargo, me doy cuenta de que mucha gente escucha ‘The logical song’ o ‘Dreamer’ o la canción que sea y las asocian con Supertramp en vez de conmigo”, suspira Hodgson. “Así que lo más difícil es conseguir que la gente sepa que si viene a un concierto de Roger Hodgson va a escuchar todas esas canciones, como ‘Breakfast in America’, ‘Fool’s overture’, ‘Take the long way home’ y las demás”.

“Son canciones que han superado la prueba del tiempo. No sólo para el público, sino también para mí, pues soy consciente de que estoy disfrutando más que nunca tocándolas, incluso más que cuando estaba en Supertramp. Y es curioso, porque ahora las aprecio mucho más como canciones”.

“Tal vez sea porque ahora soy más viejo y más sabio, y tengo muchas más cosas que ofrecer”, concluye con una carcajada este vegetariano de toda la vida. “También estoy cantando mucho mejor hoy en día, y la gente se queda atónita por lo frescas que siguen sonando todas esas viejas canciones”.

En 1969 Hodgson había liderado una efímera banda pop llamada People Like Us, pero después le ofrecieron un contrato de grabación con Island Records. Así formó un grupo de estudio bautizado como Argosy que publicó un single, ‘Mr. Boyd’, el cual fue un gran fracaso a pesar de que contaba con la participación de Reginal Dwightn (más tarde conocido como Elton John), Caleb Quaye y Nigel Olsson.

“Yo había firmado un contrato con una editorial llamada Blue Mountain Music y ellos escucharon mis maquetas y me ayudaron a montar una banda increíble con la que grabar el single para Island Records”, recuerda Hodgson. “Es fácil imaginarse cómo me sentí, pues por entonces tenía 19 años y era la primera vez que pisaba un estudio de grabación. Allí, acompañado por esos grandes músicos, pensé que había muerto y había subido al cielo”.