Reportaje de Krissi Weiss sobre la actualidad de Roger Hodgson, publicado en la revista musical australiana "The Brag".


Roger Hodgson, antiguo colíder y miembro fundador el grupo británico de rock progresivo Supertramp, inició su mayor gira en treinta años por los Estados Unidos en el mes de Febrero del año pasado. Su regreso al mundo de los conciertos comenzó a finales de los 90, pero su última gira mundial ha sido la más extensa en mucho tiempo.

A finales de los años 70, Supertramp era una de las bandas más conocidas en todo el mundo, y las canciones de Hodgson tuvieron mucha culpa de ello. Aunque compartía las tareas de composición con el segundo líder del grupo, Rick Davies, fueron los clásicos escritos por Hodgson, como ‘The logical song’, ‘Breakfast in America’, ‘Dreamer’ y ‘Take the long way home’, los que catapultaron a la banda hacia el estrellato mundial.

Sin embargo, Hodgson nunca se sintió identificado con el estilo de vida de una estrella de rock, y en el punto culminante del éxito del grupo se trasladó a California en busca de una vida espiritual y familiar. Para entonces ya hacía tiempo que habían aflorado las tensiones dentro de la banda, y la distancia no ayudó a liberarlas: en 1983 Hodgson anunció que se marchaba. A pesar de que siguió grabando discos en solitario durante algunos años, acabó adentrándose en una especie de período sabático.

Desde entonces, Davies ha reformado y reestructurado Supertramp muchas veces (la última y más reciente reencarnación del grupo tuvo lugar en 2011), pero siempre sin Hodgson y sin disfrutar del mismo nivel de éxito. Aparentemente, una reunión entre Davies y Hodgson es algo utópico: hace un par de años Hodgson le ofreció volver a salir juntos de gira, pero Davies se negó rotundamente a ello.

Hodgson es un hombre humilde y de voz suave que tiene unos modales agradables y tiende a conversar efusivamente. Dice que está disfrutando de su vuelta a los escenarios y que le encanta explorar las canciones antiguas tanto como interpretar las nuevas, pero que nunca se ha preocupado más por la música y menos por los negocios como ahora. Esta no es una gira para la nostalgia, y Hodgson cree que su música actual es tan emotiva y tan relevante como cualquier otra que haya compuesto anteriormente.

“Me gusta preparar los conciertos de forma que cada canción tenga su efecto”, dice. “Para ser sincero, la mayoría del público conoce canciones como ‘The logical song’, ‘Give a little bit’ e ‘It’s raining again’, pero pueden sentirse defraudados si no escuchan en mi concierto otros temas de Supertramp que no han sonado tanto en la radio”.

No obstante, Hodgson dice que le sorprende lo mucho que la gente suele expresar su entusiasmo tanto por sus canciones nuevas como por las más conocidas de su época en Supertramp. “¿Hay una comparación entre lo que hice tras ‘Breakfast in America’ y esas canciones más recientes? Supongo que sí, pero nunca le he prestado mucha atención. Hoy en día si quieres escuchar buena música tienes que buscarla, pues no suena en la radio. Y creo que la gente lo sabe y lo valora en mis conciertos”.

Desgraciadamente, a menudo un gran logro para un artista es buscar un punto de referencia que superar, de modo que si una banda llega al número 1 en las listas de éxitos todo lo que venga a continuación será un fracaso. Hodgson ha conseguido ignorar ese tipo de absurdas expectativas a la hora de crear música nueva.

“Estás hablando con un artista que está en paz consigo mismo”, dice con una sonrisa. “Pero no siempre lo he estado a lo largo de mi vida. Creo que hubo veces en las que para mí era muy importante dar con algo que fuera realmente especial para el mundo. Ahora no es así, y ya no busco seguir expandiendo mi carrera. Simplemente estoy agradecido por tener un legado de canciones que ha formado parte de la vida de mucha gente. Cuando veo a cuatro generaciones entre mi público, me doy cuenta de lo increíble que es el poder de la música”.

A Hodgson siempre le han atraído el poder, la pasión y la emoción de la música, más que los premios y el prestigio. Pero durante la conversación constantemente expresa su gratitud por sus éxitos del pasado, a la vez que mantiene que cada canción (ya sea un éxito de ventas o una pieza de folclore) es un regalo que compartir y un momento que recordar. Bromea diciendo que jamás ha practicado con sus instrumentos, prefiriendo siempre tocarlos sólo por placer.

“Para mí, componer y actuar es un ejercicio constante de dar un poco sin esperar nada a cambio”, dice. “Además, como artista siempre me ha parecido más importante alumbrar una canción que alcance todo su potencial, y en ese sentido sigo estando motivado. Por ejemplo, me doy cuenta de que ‘The logical song’ alcanzó todo su potencial pero muchas otras canciones no. Y alcanzar todo su potencial no significa tener éxito a nivel mundial”.

En su voz hay un tono de resignación cuando se menciona a Davies, y Hodgson prefiere hablar del pasado de Supertramp en vez de los resentimientos del presente. “Yo vivo el presente, y los logros del pasado no significan mucho para mí”, explica. “Pero estoy muy agradecido por las alegrías que le proporcionamos a nuestro público y aprecio todas las experiencias que viví con Supertramp. Aparte de eso, lo único que puedo hacer sobre el escenario es dar lo mejor de mí mismo, y no puedo controlar si a la gente le gusta o no”.