No hace falta ser el fan numero uno de Roger Hodgson para saber que el concierto iba a empezar con “Take the Long Way Home”. Ni que su entrada en el escenario iba a ser sencilla y discreta. Pero sí que fue sorprendente ver cómo las cerca de 1200 personas que abarrotaban el Casino Theater Barriere de Toulouse se levantaban de sus asientos para ofrecerle una calurosa bienvenida.

Las primeras palabras a su público llegaron tras esa canción. Y para sorpresa de muchos, fueron en francés: “Buenas noches, Toulouse. Mi francés es muy bueno”. Echando mano del inglés cuando se le hacía necesario, Roger comenzó un pequeño discurso de justificación de la gira francesa: “Es una gira muy especial para mí porque es la primera que hago por Francia desde la época de Supertramp, casi 30 años atrás. Mis managers me propusieron que hiciera un concierto en Paris, y yo les dije “pero por qué sólo en París, yo también quiero tocar en las provincias francesas”.

También se ocupó de transmitir una idea que a buen seguro la audiencia tendría en cuenta durante el resto del concierto: “También es una gira especial porque es mucho más íntima, ya que vais a descubrir las canciones tal y como las compuse en su día, sin arreglos posteriores. Y de esa manera podéis conectar mejor con los momentos de la vida que me inspiraron esas canciones. Voy a intentar que toquéis mi corazón a través de mi voz”.

Guitarra en mano, el siguiente tema fue también el esperado, “Give a Little Bit”, dando paso después a “Lovers In the Wind” con Roger al piano.

Luego volvió a dirigirse al público: “Una de las cosas que más me reconforta es recibir cartas y e-mails de la gente que me da las gracias porque una de mis canciones le ha ayudado en momentos difíciles de su vida. Y por eso la siguiente canción es también muy especial, porque la compuse en un momento de mi vida muy critico”. Llegaba “Hide in Your Shell”, y de nuevo hay que apostar a que más de uno se sentía totalmente identificado con las palabras que Roger acababa de dedicar a su público.

“Easy Does It” y “Sister Moonshine” fueron los dos siguientes temas antes de que se produjera uno de los momentos más cómicos de la velada. “Quiero presentaros a mi amigo Aaron MacDonald”, a lo que el interpelado, tras la ovación de rigor, añadió en un titubeante francés: “buenas noches Toulouse, es un gran placer estar aquí esta noche“. Con risa entrecortada y señalando a Roger, Aaron añadió en inglés: “El es mi profesor”, insinuando que no iba a poder añadir mucho más en el idioma galo, mientras todo el auditorio, músicos incluidos, reía a carcajadas.

A continuación, un nuevo guiño al público: “¿qué canción queréis ahora?”. Entre gritos de “School“, “Logical“, “Breakfast“, “Dreamer“, Roger escuchó en primera fila el que andaba buscando: “Eso es, School vendrá más tarde, ahora es el turno de “C‘est Le Bon“, para dar paso después a “Breakfast In America”, donde en los últimos acordes, Roger aprovechó para hacer una seña a Aaron mientras se quejaba “Es demasiado corta”, prosiguiendo con una repetición de la última parte para alargar un poco más la canción.

Una vez finalizada, de nuevo momentos de ironía: “Qué canción tan profunda… No mires a mi novia porque es la única que tengo… No es mucho una novia… De hecho al final, ella me acabó dejando”.

“Along Came Mary” y “A Soapbox Opera” se encargaron de abrir paso a otra de las más esperadas: “Cuando era pequeño, tenía muchas preguntas, de dónde venimos, quién somos, dónde vamos… Preguntas que hacía a mis padres y no conseguían responderme por completo. 12 años en la escuela no sólo no me aclararon las cosas, sino que sirvieron para que me surgieran aún más preguntas. Y todo eso me inspiró para escribir “The Logical Song”. Tras poner de nuevo el auditorio en pie, Aaron y Roger se unieron en el centro del escenario para saludar, mientras este último avisaba al público: “no hemos terminado aún!!! Vamos a hacer un descanso de 15 minutos y volvemos”.

Finalmente ese descanso se prolongó hasta 25 minutos, quizás demasiados para un público que a esas alturas ya estaba totalmente entregado a los artistas. Pero el momento musicalmente más intenso de la noche estaba por llegar, con “Child Of Vision” y su particular guerra de solos con Roger en los teclados y Aaron en el piano. El canadiense se terminaba de consagrar como todo un hombre-orquesta, tras haber estado hasta entonces dedicado a los saxofones, el clarinete, la armónica, los teclados y los sintetizadores. Antes de comenzar “Lord Is It Mine”, Roger de nuevo se dedicó a bromear con el público: “Quema!!!”, dice mientras toca las teclas que instantes antes habían sido propiedad de Aaron. Y mirando a éste, añade: “Oye, que es mi piano!!!”.

La fase final del concierto se presentaba con “Say Goodbye”, “Know Who You Are” y “Don’t Leave Me Now». Antes de abordar otro de los éxitos más esperados, «Dreamer». A estas alturas ya a nadie le podía sorprender que el auditorio se pusiera en pie y aportara palmas rítmicas a la canción. Pero uno puede imaginar la grandeza del momento analizando el hecho de que entre ese público entregado, de pie en un lateral del auditorio, se encontrara una de las managers de Roger, bailando y aplaudiendo como cualquier otro asistente que llevara 25 años sin verle en directo.

Al acabar la canción, a Roger no le quedó otro remedio que agradecer al público la entrega, en el idioma local: “Me encanta Francia. De hecho, viví durante un año en Bretaña. Fue muy bonito”. Continuando en francés, Roger explica que “la siguiente canción se trata en realidad de 3 trozos separados que durante 5 años estuvieron dando vueltas por mi escritorio, y que, como por arte de magia, un día se fundieron en una canción”. Llegaba “Fool’s Ouverture” y con ella, el final oficioso del concierto.

Pero por supuesto faltaban los bises. Dos minutos después de su salida del escenario, los artistas vuelven para interpretar un medley compuesto por “Surely” y “School”, donde Aaron completa la ronda de instrumentos tocando esta vez los teclados.

El público había cantado, bailado, aplaudido, reído… ¿Qué más podía hacer Roger por ellos? Atacarles directamente al corazón. Con “It‘s Raining Again” el concierto llegó a su fin, dejando a la audiencia con una sensación del deber cumplido. Aunque Roger se encargó de que pronto les volvieran las inquietudes: “A bientôt” (Hasta pronto). Más de uno debe estar ya preguntándose cuándo será esa cita.

 


Aspecto que presentaba el Casino Theater Barriere minutos antes del inicio del concierto.




Roger se refresca entre canción y canción, ante la atenta mirada de Aaron.