A raíz de la publicación de su primer álbum en solitario, "Part-Time Rebel", Juan Lago y Abel Fuentes entrevistaron al músico y productor canadiense Fred Mandel, que tocó con Supertramp en la gira de 1983 y fue miembro de las bandas de Elton John y Alice Cooper, además de colaborador habitual de Queen, Pink Floyd y otras muchas bandas.
TLW: Después de una extensa carrera musical colaborando con muchas bandas y músicos, acabas de lanzar “Part-Time Rebel”, tu primer álbum en solitario… ¿Cuánto tiempo has estado trabajando en él?
FRED: ¡Esa es una buena pregunta! Empecé a grabar las maquetas de mis primeros temas en Toronto, antes de venirme a los Estados Unidos para salir de gira con Alice Cooper y otros artistas. Estuve bastante ocupado tocando en directo y trabajando en el estudio, así que cuando tenía un descanso solo necesitaba relajarme y no pensaba en abordar proyectos nuevos. Comencé a trabajar en el álbum a ratos alrededor de 1997, por increíble que parezca. Grabé unas cuantas canciones y finalmente me decidí por las que eran más idóneas para “Part-Time Rebel”. Busqué un flujo cohesivo que fuese casi como un repertorio en directo, pero que funcionara bien dentro de la estructura del álbum. Lo hice un poco al revés, porque primero grabé en casa todos los instrumentos excepto la batería, y después entré en el estudio Clear Lake con Ryan MacMillan para grabar sus partes.
TLW: ¿Qué otros músicos han trabajado en este álbum?
FRED: Paul DeLong grabó dos pistas de batería desde el estudio de su casa en Toronto. Luego hice algunas grabaciones adicionales en casa e invité a participar a algunos buenos amigos... Philip Sayce hizo los coros de “Rumrunner” y un gran solo de guitarra en “Slipping”. Ian Gardiner tocó el contrabajo en “P.C.H.” y “Strawberry Hill”, Dave Tyson añadió una pequeña parte de cuerdas en “747” y se encargó de toda la producción vocal. Mi esposa Jenny y mi hija Carolyn (Cara) hicieron todas las voces de acompañamiento en “I Don’t Know Why I Love You”. Jay Ruston tuvo la amabilidad de aportar su gran experiencia con el sonido de la batería, y Paul Logus masterizó las pistas en el estudio PLX de Nueva York. Yo acabé produciendo, mezclando y dirigiendo el proyecto, por lo que fue una tarea que me llevó mucho tiempo, pero me alegro de haberlo hecho así y parece que hasta ahora el disco ha tenido una gran acogida. Ya estoy pensando en el próximo álbum, y estoy seguro de que todo será mucho más rápido.
TLW: Este álbum tiene un gran sonido y es básicamente un disco de rock… ¿Cuáles han sido tus influencias para escribir y tocar todas esas canciones?
FRED: Bueno, he tenido muchas influencias musicales a lo largo de los años. Me gusta tocar un espectro muy amplio de géneros musicales. Cuando era un niño, escuchaba la colección de discos de mis padres, que incluía desde melodías de espectáculos de Broadway hasta Glenn Gould y Harry Belafonte. Mi padre tocaba el piano como aficionado y yo aprendí con su estilo, tocando música de los viejos pianistas de Nueva Orleans y algunas melodías clásicas. Fui influenciado por todos los pioneros del ‘rock’, como Elvis Presley, Roy Orbison, Bill Haley, Little Richard o Jerry Lee Lewis, y escuché mucha música ‘country’ en la radio de la pequeña ciudad canadiense donde nací, apenas 10 millas al norte de la frontera con Estados Unidos. Por entonces no lo sabía, pero debí escuchar a Floyd Cramer tocando todos esos fantásticos temas ‘country’.
TLW: ¿Y en lo que respecta a tus influencias más recientes?
FRED: También tengo fuertes influencias de los Beatles, los Rolling Stones, The Who, Jimi Hendrix, Cream, Bob Dylan, The Band, Bruce Springsteen, Bob Seger, Elton John y muchos más. En aquella época había una escena musical muy vibrante en Toronto, con grandes bandas que solo podía escuchar en la radio porque era demasiado joven para verlas en directo. Creo que Bruce Springsteen, Bob Seger y Bob Dylan me influyeron mucho a la hora de componer, en el sentido de que podías pintar imágenes líricas acompañadas de un lienzo musical, y yo intentaba escribir sobre lo que sabía, con algunas variaciones. Solo espero que mi música le diga algo a la gente, y que les guste lo que he hecho. Ya veremos qué pasa.
TLW: “Part-Time Rebel” dura casi una hora y cuenta con 13 canciones… ¿Te resultó muy difícil terminar un álbum tan largo?
FRED: Fue difícil en cuanto a que no tenía una hoja de ruta cuando empecé a trabajar en el álbum, así que grabé bastantes más canciones de las que realmente utilicé. No estaba seguro de cuánto tiempo me llevaría tocar la mayoría de los instrumentos y después añadir la voz principal y lo demás. No tenía ninguna prisa en terminar el disco, así que no trabajaba en él todos los días, pero una vez que tuve clara la dirección a seguir hice un esfuerzo y le di un fuerte impulso, sobre todo cuando acabé la mayoría de mis partes y contraté un estudio para grabar la batería en un par de días. Ese compromiso me ayudó a darle un empujón al proyecto y a tomármelo todo más en serio. Dave Tyson me ayudó a seguir avanzando con su excelente producción vocal y con sus recomendaciones, y me hizo trabajar duro con las voces en el estudio de su casa. Somos amigos desde hace años y valoro mucho sus consejos. Así que, respondiendo a la pregunta, sí, fue bastante difícil, pero más por todos esos detalles que por la forma de tocar, que fue relativamente fácil.
TLW: ¿Cuáles son tus piezas favoritas del disco?
FRED: Me gusta “Rumrunner” porque habla de mi ciudad natal en Canadá y de las historias que me contaba mi padre sobre los traficantes de ron que cruzaban la frontera para llevar alcohol a los Estados Unidos en la época de la Ley Seca. De hecho, mi padre conocía a unos cuantos de ellos, algunos de los cuales llegaron a ser hombres de negocios con bastante éxito. También me gusta “Slipping” porque mi buen amigo Philip Sayce tuvo la amabilidad de tocar ese solo tan ardiente al final de la canción, además de hacer los coros de "Rumrunner". Y debo mencionar “I Don’t Know Why I Love You”, porque mi esposa y mi hija cantan los coros en ese tema. Y también me encanta “Bring Back the Groove” porque es una canción que describe la escena musical de Toronto en los años 60 y 70, en particular la influencia de Ronnie Hawkins & The Hawks, que luego se convertirían en The Band. Originalmente compuse la canción para The Band y se la regalé a uno de los miembros, Garth Hudson. Descubrimos que vivíamos muy cerca y terminamos juntándonos de vez en cuando, lo cual fue una gran experiencia para mí. Tuve el honor de conocer a Garth y él me enseñó la parte que interpretaría en “The Weight” con el piano Steinway blanco que Elton John me regaló por mi cumpleaños en 1988. Ese es el piano que se escucha en la mayoría de las canciones del álbum.
TLW: ¿Quién diseñó la portada del disco? ¿Tienen algún un significado especial para ti ese lugar o esa moto?
FRED: La portada es obra de Garrett Warren. Se trata de un tipo joven que creo que tiene un talento increíble, y realizó un gran trabajo con el diseño artístico de todo el álbum y el libreto. Mi hija Carolyn (Cara) hizo las fotografías de la portada y la contraportada. Me sentí muy satisfecho con el resultado de la combinaron del diseño artístico y las fotografías. La moto era la que tenía yo por entonces. Solía usarla mucho, casi a diario durante varios años. ¡Ahora tengo una nueva y, casualmente, es una Rebel 1100! Me hice con ella antes de dar con el título para el álbum... Eso se llama sincronía, supongo. Y la ubicación es simplemente una puerta de garaje que nos gustó y pensamos que quedaría muy bien como fondo.
TLW: ¿Qué es un “rebelde a tiempo parcial”, o qué significa para ti?
FRED: Esa expresión viene de una letra que escribí para una de las canciones del álbum, “Square Hole”. Creo que todo el mundo tiene algunas tendencias rebeldes a lo largo de la vida. Creo que eso supone pensar por ti mismo y tomar tus propias decisiones, pero cuando tienes una familia debes reprimir un poco tu naturaleza rebelde, por eso solo es a tiempo parcial. En mi caso, como ocurre con otros muchos músicos, emprendimos un camino diferente al de nuestros compañeros de colegio, que llegaron a tener unas carreras profesionales estables y, por tanto, una vida relativamente normal. Los músicos pueden pasar de la prosperidad al hambre de un concierto a otro, y yo pasé de una carrera boyante a tocar en bares y clubes como hacía en mis orígenes. Creo que el título se puede interpretar de muchas formas diferentes, pero yo lo veo como una frase positiva en el sentido de que tú eres tu propia persona y sabes "leer la sala", como dijo una vez Jerry Seinfeld.
TLW: ¿Por qué decidiste hacer casi todas las voces y tocar todos los instrumentos excepto la batería? ¿Fue un gran desafío para ti?
FRED: Siempre he tocado todos los instrumentos y he cantado mis canciones al grabarlas en casa. Me he dado cuenta de que, si estoy inspirado, puedo grabar lo que quiera y cuando quiera. Además, no tengo que enseñarles nada a otros músicos, porque todo está en mi cabecita. Me siento bastante competente con la guitarra y los teclados, y pasé un par de años tocando el bajo en un bar de carretera para perfeccionar mi nivel. Me gusta el bajo, y tocarlo en directo me ayudó a poder hacerlo en mi álbum. Para mí es más sencillo tocar que enseñar a otros músicos algunas partes no me gustan. Creo que sacas lo mejor de un músico cuando le llevas al estudio conociendo sus puntos fuertes y simplemente le dejas hacer lo que sabe hacer. Sé que en ocasiones las instrucciones específicas pueden coartar a los músicos, así que evito ese problema tocando las partes que quiero, y así solo me molesto a mí mismo y tal vez a mi perro. Dave Tyson fue un gran apoyo para mí por su producción vocal, sus consejos y su amistad desde hace muchos años. Me ayudó a llevar mi voz a otro nivel, y le estoy muy agradecido por eso. Dave tiene un talento increíble como productor, compositor y teclista. Coescribió “Black Velvet” para Alannah Myles y tocó todos los teclados, además de la parte del bajo en esa canción.
TLW: Has dicho que tu esposa Jenny y tu hija Cara hicieron las voces de acompañamiento en la canción “I Don’t Know Why I Love You”… ¿Cómo se te ocurrió? ¿Son cantantes profesionales?
FRED: Fue simplemente que ellas estaban en casa cuando decidí añadir coros a esa canción. No son cantantes profesionales, pero ambas pueden cantar lo suficientemente bien para hacer esas partes. Doblé sus voces en las grabaciones y quedó bastante bien. Todos acabamos muy contentos con el resultado, ya que era la primera vez que cantaban en un disco. ¡Yo estoy muy orgulloso de ellas! Y además no me cobraron nada por la sesión (RISAS).
TLW: Como dijiste antes, el piano utilizado en esta grabación es un Steinway blanco que te regaló Elton John… ¿Cómo sucedió aquello?
FRED: La del piano es una historia interesante. En medio de una de las giras que hice con Elton en los años 80, me dijeron que iban a traer un piano para colocarlo en mi posición, que estaba frente a la suya. En realidad no sé por qué lo hicieron, pues cuando está tocando Elton no necesitas otro pianista. El piano llegó y se trataba de un Steinway Hamburg modelo O de 1928 que había sido completamente reformado. Elton y yo lo tocamos un poco para probarlo, y al parecer había sufrido algún daño en el marco de madera durante el transporte, pues tenía una pequeña grieta, y se decidió que no era apto para ser usado en la gira. Sin embargo, a mí me gustó el piano y llegué a preguntar si podía comprarlo. Durante algún tiempo me olvidé del piano y en 1988 empezamos a grabar el álbum “Reg Strikes Back” en Air, el estudio de George Martin que está en el centro de Londres. Mi cumpleaños tuvo lugar durante las sesiones de grabación y ese día recibí una tarjeta de Elton que decía "Disfruta del piano". Me quedé bastante sorprendido, pero me enviaron el piano a Estados Unidos y desde entonces lo he estado tocando. Lo restauré y se encontrada en muy buen estado cuando grabé mi álbum con él. ¡Y en los créditos del disco le di nuevamente las gracias a Elton por un regalo tan grandioso y duradero! ¡Significó mucho para un niño que solía tocar las canciones de Elton cuando estaba en el instituto!
TLW: Has tocado para Supertramp, Queen, Elton John, Alice Cooper, Pink Floyd y muchos otros grandes grupos… ¿De cuál de esos trabajos tienes mejores recuerdos?
FRED: Bueno, es una pregunta difícil porque cada una de esas situaciones tiene sus propios recuerdos únicos. Tocar con Alice fue mi primer contacto con la gran escena del ‘rock’ en los Estados Unidos. Mi tercer concierto con él fue como cabeza de cartel en un festival con 70.000 fans en el estadio de Anaheim, como se llamaba entonces. Disfruté mucho tocando los teclados durante algunos años con él y la banda Nightmare. Terminé coescribiendo muchas canciones para el álbum “Flush the Fashion” y decidí salir como guitarra solista en esa gira. Tocar en el “Tonight Show” con Alice fue genial, ya que había visto ese programa durante años. “Live Aid” fue una experiencia increíble con Elton John, y grabé unos cinco discos con él. El tour por Australia con la Orquesta Sinfónica de Melbourne fue sin duda un momento destacado. La gira por Japón con Queen fue un momento alucinante, pues allí era un grupo con un gran seguimiento y nos lo pasamos fenomenal. Grabar “The Works” con Queen también fue una gran experiencia que dio lugar a varios éxitos. También tuve el honor de hacer el álbum de Freddie Mercury en Munich. Fue fantástico trabajar con él, al igual que con mi amigo Reinhold Mack. Trabajar con Brian May en “Starfleet” junto a Edward Van Halen, Phil Chen y Alan Gratzer resultó una sesión relajada y gratificante que acaba de ser lanzada como un ‘box set’ repleto de extras y descartes. Y tocar en clubes pequeños después de dar grandes conciertos con Supertramp también fue muy divertido. A ellos les encanta el ‘rhythm and blues’ y solíamos actuar después de los conciertos en los clubes locales que encontramos. Tengo buenos recuerdos de todas las bandas con las que he tocado.
TLW: Aparte de este álbum, ¿en qué otros proyectos has estado trabajando durante los últimos años? ¿Cuáles son tus planes musicales a corto plazo?
FRED: Voy a ver qué tal funciona el álbum. Siempre he dejado que la música guíe mi camino, así que veremos hacia dónde me lleva esto. No tengo planes para salir mucho de gira, pero me gustaría dar algunos conciertos si se presenta la oportunidad. He grabado algunos discos con Black Star Riders y me gusta ese enfoque de ‘hard rock’ que tienen. Acabo de tocar en un par de canciones de los últimos álbumes en solitario de Corey Taylor el cantante de Slipknot. También he participado en el nuevo disco de mi amigo Philip Sayce, “The Wolves Are Coming”. He tocado en muchos de sus álbumes, y él tiene un enorme talento tocando la guitarra, cantando, componiendo y produciendo. Creo que es el mejor guitarrista de ‘blues rock’ de la escena actual, y soy muy feliz por haber tenido la oportunidad de tocar con Philip en sus discos y ocasionalmente en directo. En la actualidad estoy concentrado en escribir y tocar, pero me encanta participar en proyectos de otras artistas, sobre todo desde el estudio de mi casa.
TLW: Hablemos un poco de Supertramp… ¿Cómo empezaste a trabajar con la banda en 1983? ¿Pasaste una audición?
FRED: Sí, hice una audición en casa de Rick y me invitaron a salir la gira con ellos.
TLW: En aquella gira tocaste un gran número de teclados, incluyendo sintetizadores Jupiter, el órgano Hammond, el piano de cola Steinway y el piano eléctrico Wurlitzer… ¿Te has encargado de una mayor cantidad de teclados con otros grupos?
FRED: Tuve muchos sintetizadores a mi cargo en las giras posteriores que hice con Elton John en los años 1980. Había cuatro sintetizadores de teclado reales y tres sintetizadores modulares, para un total de siete. Eso tampoco es demasiado si lo comparas con las plataformas modernas, pero su desempeño fue el adecuado. A mí siempre me gustaron la funcionalidad y el sonido del Jupiter 8 que usé en “Radio Gaga” y “I Want To Break Free” con Queen, y en “Sacrifice” y “Nikita” con Elton John.
TLW: ¿Por qué usaste dos sintetizadores Jupiter 8 en la gira con Supertramp en 1983? ¿No era suficiente con uno solo?
FRED: Ya había usado dos Júpiter en la gira anterior que hice con Queen en 1982. Utilicé ambos porque uno era una especie de respaldo del otro, pero también me permitía disponer de más sonidos de forma simultánea sin dividir el teclado y con un acceso más rápido. También me ocupaba del sintetizador de bajo en varias canciones mientras John Deacon empuñaba la guitarra rítmica. Cuando estuve de gira con Supertramp, Roland había desarrollado un bus DCB que era un predecesor del MIDI y permitía conectar los dos Jupiter. Ya que existía una ligera latencia entre ambos sintetizadores, descubrí que proporcionaban un sonido de cuerda más amplio y lo aproveché para algunas de las canciones de Supertramp. Y además, como he dicho, cada uno servía como respaldo del otro. Por cierto, he oído que los Jupiter se han vuelto muy caros en el mercado ‘vintage’.
TLW: ¿Qué canciones te gustaba más tocar en la gira que hiciste con Supertramp?
FRED: “Don’t Leave Me Now” era una de mis canciones favoritas para interpretarla en vivo, porque me permitía hacer un largo solo de guitarra con mi vieja Stratocaster, mientras Roger cantaba sentado al piano de cola y Rick se ocupaba del Hammond B3. También me encantaba tocar el piano de cola en “Put On Your Old Brown Shoes”.
TLW: ¿Cómo era esa vieja guitarra que usaste en la gira?
FRED: Era una Fender Stratocaster de estilo ‘sunburst’ de 1960. La conectaba a mi amplificador Traynor de estado sólido de 100 vatios, que había sido fabricado en Canadá, igual que yo (RISAS). Le compré esa guitarra a Alice Cooper cuando formaba parte de su banda. Lamentablemente ya no la tengo.
TLW: ¿Sabes por qué Roger Hodgson tocó una guitarra Gibson en ese ‘tour’ de Supertramp, cuando siempre había usado una Fender durante las giras anteriores?
FRED: No estoy seguro respecto a por qué Roger usó una Gibson Les Paul en esa gira, pero lo cierto es que sonó genial. Como aquella era mi primera gira con Supertramp, no estaba al tanto de sus elecciones anteriores respecto a las guitarras.
TLW: En sus últimas giras en solitario, Roger volvió a tocar en vivo su clásico “Had a Dream” con la guitarra eléctrica después de muchos años… ¿Eres capaz de reconocer ese modelo de guitarra? No parece una Gibson ni una Fender…
FRED: Es una guitarra Tom Anderson. Es fácil identificarla porque lleva una enorme A en el clavijero. Se fabrica en California a nivel local. Yo tuve una de las primeras cuando salí de gira a mediados de los 80, y Mick Jagger tenía otra. Cuando le conocí estuvimos hablando de esas guitarras. Tom es un gran tipo y fabrica guitarras excelentes. He estado pensando en comprarme otra.
TLW: En una antigua entrevista dijiste que la última vez que viste a Roger Waters fue en el ‘backstage’ de un concierto de Supertramp... ¿Recuerdas cuándo y dónde fue? ¿Quizás en durante uno de los cuatro conciertos que dio Supertramp en el Earls Court de Londres en el verano de 1983?
FRED: Sí, creo que en el Earls Court fue la última vez que hablé con Roger Waters, que estaba paseando entre bastidores.
TLW: ¿Cómo terminaste trabajando en el álbum “Some Things Never Change” que Supertramp lanzó en 1997, tantos años después de la gira que hiciste con la banda?
FRED: No recuerdo bien todos los detalles, pero creo que estaba produciéndole a Rick un álbum en solitario allá por 1992. Trabajamos durante varios meses, grabamos unas tres canciones y eso fue todo. Básicamente fue culpa mía que no siguiéramos adelante, debido a mi situación personal en aquel momento. “And the Light” fue uno de los temas que preparamos en esas sesiones y unos años después, cuando estaban grabando “Some Things Never Change”, Rick me llamó para decirme que iban a usar mi versión de “And the Light” porque no conseguían mejorarla. Cambiaron un par de cosas y añadieron mi nombre a los créditos de producción junto a Jack Douglas. Esa es la historia.
TLW: Rick Davies parece estar recuperado de sus problemas de salud, e incluso está trabajando en su estudio sobre material antiguo… ¿Has hablado con él últimamente? ¿Sabes en qué está trabajando exactamente? ¿No has vuelto a colaborar con él desde las grabaciones del disco “Some Things Never Change” a mediados de los 90?
FRED: No he hablado con Rick desde hace bastante tiempo, pero me alegra saber que se encuentra bien y le deseo que tenga buena salud. Me encantaría poder hablar con él en algún momento, aunque no sé en qué está trabajando y no hemos colaborado desde los años 90.
TLW: ¿Sigues en contacto con algún miembro de Supertramp?
FRED: No, lo cierto es que actualmente no estoy en contacto con ninguno de ellos.
TLW: ¿Estás al tanto de su reciente demanda judicial respecto a las regalías de composición y publicación? ¿No crees que sería mejor que se reunieran para hacer una última gira en vez de pelearse en los tribunales?
FRED: No, no sabía nada sobre esa demanda. Siempre es triste que los miembros de una banda acaben teniendo disputas legales, pero no estoy al tanto de los detalles de ese litigio y, para ser sincero, no es algo de mi incumbencia. Espero que consigan superar sus diferencias y vuelvan a hacer lo que mejor saben hacer, que es música. En cuanto a lo de salir de gira… ¿Quién sabe?
TLW: Supongo que sabes que Russel Pope, el ingeniero de directo de Supertramp, falleció hace algunos años... ¿Qué recuerdas de él durante aquella gira de 1983? ¿Era tan inteligente y comprometido con la banda como dice la gente?
FRED: Sí, conocí la triste noticia de la muerte de Russel. Le recuerdo como un tipo muy concienzudo que se esforzaba por conseguir que la banda sonara genial, noche tras noche. Siempre hacíamos pruebas de sonido, y él era lo más meticuloso posible en sus mezclas para poder llevar todos los matices de la banda hasta el público. Era muy respetado como ingeniero de sonido y como persona y, hasta donde yo sé, se le consideraba un miembro más del grupo.
Portada del álbum "Part-Time Rebel" de Fred Mandel.