Festival Noches del Botánico en Madrid

Muchas gracias Karine por las crónicas.

Me hubiera encantado ver a Seal y a Alan Parsons.

También me encantaría Marillion, pero por desgracia, hay que elegir, y el concierto que veré yo es el de Steve Vai en el botánico, el lunes que viene.

Ya os contaré qué tal.

Dreamer1970 escribió: ¡Pásatelo bien en el concierto de Marillion, Oswald! Y vuelve por aquí para contarlo...

Complaciendo a nuestra querida Karine, os cuento cuatro cosas del concierto de anoche de Marillion en el Jardín Botánico al que acudía por primera vez.
Querría empezar por aquí: estupendo sitio en una estupenda noche, algo más fresca que en el resto de Madrid, supongo que por estar rodeado de plantas, con accesos facilísimos, posibilidad de aparcamiento, buienísima acústica, cerveza no demasiado cara, cero embotellamientos de entrada o salida... ¿cuánto durará? Es demasiado bonito todo.

A estos conciertos acudimos siempre los mismos. Nos saludamos unos cuantos: coincidí con alguno que otro del mundo laboral y alguno de mis acompañantes conocía a gente de coincidir tantas veces en conciertos de Marillion. Por supuesto, no faltaron las camisetas de Rush. Lo dicho: siempre vamos los mismos.

Por mi parte, no veía a Marillion desde 1990 en la desaparecida sala Jácara y creí que era obligatoria una revisión.
Mientras, fue ideal estar tomando una cerveza en la terraza y que avisaran por megafonía que faltaban 5 minutos para empezar, como en el teatro, con sillas numeradas. Comodísimo, aunque tal vez con poco espíritu rockn roll.
Con puntualidad y un sonido insultantemente cristalino, salieron al escenario a las 21,30.

Steve Rothery (guitarra) estaba más delgado, afortunadamente, pq ha habido un tiempo que era verle y te preocupabas por sus coronarias en el acto. Es increíble como suena. Los cinco son unos instrumentistas brutales, pero Rothery lleva al grupo a sus espaldas. Todo el rato se mueve balaceándose levemente, como dejando fluir la música que sale con una facilidad y potencia pasmosa.

Lo mismo para el cantante, Steve Hogarth, que lleva un aire de divo quedado, pero con una voz impactante y melodiosa, con muchísima personalidad y no ha perdido nada de agudo ni de su timbre metálico. Da igual que se mueva, no se nota la menor variación. Al estar muy cerca de la primera fila, podía escuchar como, entre canción y canción, se entonaba a si mismo, fuera de micro: "mmmm.... laaaa....!!!". Era curioso.

El teclista Mark Kelly, rapado al cero, se parecía a Zidane a saco y el bajista Pete Trewavas, a Puyol.

Pese a que en internet aparecían setlists recientes con sus éxitos históricos, tocaron todo de su etapa 1998-ahora. Conocí pocas, apenas Afraid of the sunlight o Brave. Pero casi lo preferí. Así pude tomar el pulso actual de un grupo que podría calificar como de rock intimista; de una calidad apabullante que vive gracias a una comunidad de fans fieles, pero al que el gran público es incapaz de dar una oportunidad. Seguramente, por ser demasiado buenos.

Hicieron un primer bis y luego un segundo en el que tocaron las archifamosas Kayleigh y Lavender, con las que el público directamente se levantó de las sillas fue a amontonarse cerca del escenario, como si no fuera un concierto sentado.

Acaba el concierto y te vas con la sensación de que has visto un grupo enorme y que Steve Rothery, directamente, es un ángel enviado del cielo; un ser sobrenatural.

Muchas gracias por la crónica, Oswald. Me alegro que tú también disfrutaras mucho en el Botánico. Esperemos que te lo pases igual de bien el próximo lunes con Steve Vai, Alberto. Veo que no soy la única que se quedó impresionada con la excelente acústica del sitio y con la nitidez del sonido. No siempre es el caso, ni mucho menos, y a mi con eso ya me tienen conquistada al 50% como mínimo, al margen de la calidad intrínseca de la banda o lo atractivo de su repertorio.

Por otra parte, indicas que fueron muy puntuales con el horario. No lo fueron en absoluto en los dos conciertos a los que asistí: el tributo a Bowie empezó con una hora de retraso (¡nada menos!) y el de Alan Parsons con más de media hora. En el segundo caso, el impacto fue mayor, pues de haber respetado el horario previsto, podríamos haber disfrutado del repertorio enterito o casi. No sé muy bien si tales retrasos se deben a la propia organización, a los artistas u a otra cosa, pero el caso es que me parece una falta de respeto que puede además tener desagradables consecuencias como ocurrió en la noche de tormenta. La gente se quejó de esto en el Facebook del festival y esperemos que la puntualidad de Marillion no fuera un caso aparte.

Repecto a lo que comentabas en un mensaje anterior acerca del desprecio que suelen mostrar ciertos periodistas en sus crónicas, ya puedo confirmar que así fue con las que El País publicó sobre el tributo a Bowie y sobre el concierto de Parsons (del ABC no encontré nada). Lo lees y te da la impresión que el cronista no vió el mismo concierto que tú. Te lo relata de una manera que parece que está de vuelta de todo. Igual es el caso a fuerza de tener que asistir a conciertos y eventos que no eligen ellos mismos pero porque su trabajo lo requiere.

Como ya expliqué no puedo poner los enlaces, pero con el titular de ambas crónicas ya se puede hacer uno una idea del contenido. Para el tributo a Bowie el titular es "Pecar de timoratos" y el cronista compara el concierto con un "náufrago", una "evocación de OT", aunque también reconoce que algunos salieron airosos, en especial Asier Etxeandía, que a mí también me pareció genial efectivamente. En el caso de la otra crónica titulada "El revulsivo del agua" se hace aún más evidente el desprecio del periodista, dándole mucho más protagonismo a la tormenta que al propio concierto que le pareció tan "anodino" como lo fueron las voces "de puro intercambiables". A Alan Parsons lo pinta más o menos como un artista pasado de moda cuyos temas ya no parecen más que sintonías para la televisión. En definitiva, él lo vivió como un concierto bastante aburrido que sólo la tormenta consiguió animar un poco. Pues eso, que no vimos el mismo concierto en ambos casos (en particular el segundo), Señor Fernando Neira. ¿Se pueden dar nombres o tampoco?

P.D.: Con tu permiso Oswald (ya que tú iniciaste este hilo), quisiera pedirles a Juan o a Abel que cambiaran el título de este tema por "Festival Noches del Botánico en Madrid" (o algo parecido). Indentificaría con más exactitud el tema debatido, me parece. Espero que no te moleste, Oswald. Gracias.

Por cierto... han estado en Vigo anteayer los de Anthrax (su líder es el pariente de Pearl Aday y yerno de Meat Loaf).