Rick Davies cuenta sus inicios musicales

ax_esi escribió: Me imagino que ya se habrá hablado en este foro en algún momento, y, o no lo recuerdo, o no le he visto, pero me hubiera encantado saber cómo conoció a Sam, y profundizar un poco en esa historia, que tiene que ser muy interesante también.

De mi proyecto de libro...

A finales de la primavera de 1968, y ante aquel panorama tan desolador, Martin Vinson decidió abandonar el grupo. Andy pasó a ocuparse del bajo a tiempo completo mientras le encontraban un sustituto, que acabaría siendo Steve Brass. Fue entonces cuando David Llywelyn se acordó de alguien que podría estar dispuesto a ayudarles. “Nos encontrábamos literalmente arruinados”, recuerda Rick, “cuando David dijo que había conocido a un tipo en Suiza que era millonario. Estábamos convencidos de que no querría saber nada de nosotros, pero no perdíamos nada por intentarlo. David se marchó a buscarle y después dejó de dar señales de vida durante varias semanas, así que pensamos que se había largado. Pero entonces recibimos una llamada suya diciéndonos que aquel millonario quería conocernos. No podíamos creérnoslo y todos nos pusimos a dar saltos de alegría”.

Era un caluroso día del mes de julio y el grupo partió de inmediato hacia Versoix, cerca de Ginebra, para encontrarse con aquel misterioso mecenas. Su nombre era Stanley August Miesegaes, aunque todo el mundo le llamaba Sam por sus iniciales. Se trataba de un caballero holandés nacido en 1932 que había estudiado en Gran Bretaña y había sido piloto de aviación antes de dedicarse al mundo de la fotografía. Pianista aficionado y enamorado de la música, Sam vivía junto a su esposa Liliane en una lujosa villa llamada ‘Aganippe’ que estaba situada a orillas del lago Leman.

Después de conocerles, Sam llegó a la conclusión de que David Llywelyn, George Moorse y The Joint tenían un gran futuro y que lo único bueno de aquellas películas mediocres en las que habían trabajado juntos era precisamente la música que ellos hacían. Sin reparar en gastos, decidió darles alojamiento en su casa y ofrecerles todo lo que necesitaban para salir adelante. Su idea era que Llywelyn y Moorse arreglasen piezas de música clásica y las convirtieran en canciones pop que serían interpretadas por The Joint. “A nosotros nos pareció que cualquier cosa era buena mientras tuviésemos trabajo”, dice Rick. “Aún así, cuando llegamos a casa de Sam todo aquello nos pareció tan increíble que nos pasamos las dos primeras semanas jugando al ping-pong. Después intentamos hacer lo que Sam quería, pero eran unas ideas demasiado estrafalarias”.

Tras haber trabajado durante casi medio año en la mansión de Sam, en enero de 1969 The Joint logró grabar en Munich una maqueta con cinco canciones nuevas: ‘Chariots’, ‘Runman Gunman’, ‘Black Magic’, ‘Hardy Williams’ y ‘1953’. Aquella maqueta sería enviada a varias compañías de discos justo antes de que el grupo regresase a Inglaterra, pues habían firmado un contrato con el prestigioso empresario discográfico Robert Stigwood, uno de los más importantes de la época, para tocar una vez por semana en el club Rasputin de Londres.

Gracias por el documento, una vez más.

Lo mejor que le pudo pasar a Rick fue conocer a Roger, con quien sacó lo mejor musicalmente hablando.

Es lo que pienso leyendo todos estos inicios en que realmente se le ve muy perdido en cuanto a la vía musical que quería tomar.

Con Roger tampoco fue inmediato (cuatro años de búsqueda), pero es obvio que la química musical entre ambos nació enseguida y no la ha tenido tan fuerte con nadie más en su vida.