Por XABIER VALENCIA


Midas está considerado uno de los más prestigiosos fabricantes de mesas de mezclas del mundo. Podría decirse que es el equivalente, en el mundo del sonido, a Rolls Royce en el automovilístico. Quizá por eso fue la marca elegida por Supertramp y su responsable de sonido, Russel Pope, para mezclar la música de Supertramp en directo.
              
Desde la década de 1970, cuando se fundó la empresa, Midas ha estado haciendo las mejores mesas de mezclas de sonido en vivo del mundo. Su calidad de sonido sin igual se ha ganado el respeto de los mejores ingenieros y músicos de todo el planeta. Entre finales de 1970 y principios de 1980, Midas ha fabricado, a medida, mesas de mezclas para artistas como Pink Floyd y Kansas. Fue también la responsable del diseño y construcción de cuatro consolas para el espectáculo de Broadway “Cats” en 1981. Sin embargo, hay una consola que sigue siendo la más rara y, muy posiblemente, la mejor mesa de mezclas Midas jamás fabricada: La MIDAS DA-01.




Aspecto actual de la mesa de mezclas MIDAS DA-01.


La MIDAS DA-01 fue construida para la banda Supertramp en 1978. Se empezó a trabajar sobre ella en el invierno de 1978 y se terminó a principios de 1979. Sólo se fabricó una. Esta fue la consola que la banda utilizó durante la gira de “Breakfast in America” a lo largo de 1979, y también la siguiente, “Famous last tour”, en 1983.

Como es sabido, tras la gira de “Breakfast”, Supertramp, que era dueño de su propio equipo de sonido, decidió darse un merecido y largo descanso. Eso significaba que todo el equipo técnico que acompañaba a la banda se quedaba sin trabajo y todo el material técnico inactivo. Para evitar esa situación, una parte del personal técnico decidió comprar todo el equipo de sonido y luces a Supertramp y fundar la empresa Delicate Productions, con domicilio social en Los Angeles.

Durante muchos años esta empresa prestó sus servicios, en los más variados eventos y espectáculos con nuestra querida conocida mesa de mezclas. La MIDAS DA-01 era considerada la mejor mesa de mezclas existente en ese momento. Se pudo ver en algunos de los más grandes actos y viajó por todo el mundo. Tiempo más tarde, En la década de los 90, la consola quedó fuera de servicio en la empresa y se vendió a un respetado ingeniero de sonido en vivo que la mantuvo hasta 2007.




Norman Hall y Russel Pope, manipulando la MIDAS DA-01 antes de un concierto en 1983.


Afortunadamente, esta pieza de museo, esta joya de la tecnología, no ha sido abandonada ni convertida en chatarra. En la actualidad es propiedad de un amante del buen sonido que la está restaurando y poniéndola en funcionamiento. Cuando el proceso de restauración termine, se mantendrá en pleno funcionamiento en un entorno de estudio de grabación. Los días de gira para la DA-01 han terminado, pero la calidad de su historia y su legendario sonido vivirá por siempre. Midas, mientras tanto, sigue haciendo las mejores mesas de mezclas del mundo, con un sonido legendario y su característico y distintivo color morado que se remonta a un pasado muy respetado.

Para continuar documentándonos sobre la DA-01 y saber algo más sobre ella, pedimos a Russel Pope, "padre" de la criatura y quien primero y más cerca trabajó con ella, que nos contara algo sobre sus orígenes y sus características. Tras la natural sorpresa por volver a saber de su querida máquina, Russel nos dijo lo siguiente:


Me sorprende verla de nuevo después de tanto tiempo… Suponía que a estas alturas ya habría sido convertida en chatarra. Sí, es la consola que se utilizó para la gira del “Breakfast” en 1979 y también la última gira de 1983. Era la cuarta consola que le comprábamos a Midas, habiendo empezado en 1971 con la que creo que era el primer modelo que fabricaron.

Era una gran mesa de mezclas. Se trataba de un diseño fabricado a medida para nosotros a finales de 1978 para reemplazar una consola más pequeña que habíamos utilizado desde 1976, de ahí el código de modelo DA-1 con el que era conocida en Delicate Acoustics, el nombre de empresa que utilizábamos para alquilar el equipo de sonido cuando la banda no estaba de gira. Creo que probablemente Midas lamentó haberla comercializado, ya que resultó ser terriblemente cara de fabricar y dudo que llegasen a obtener algún beneficio por ella.

La consola no era radicalmente diferente a otras, pero fue un gran avance sobre los estándares que tenía Midas en aquella época. Jeff Byers, que trabajaba en Midas, aprovechó la oportunidad para actualizar todos los componentes, de manera que la DA-1 estaba más cerca de una consola de estudio en términos de ingeniería de sonido.

Tenía pre-amplificadores de entrada muy buenos, módulos de ecualización a medida y, siguiendo mis indicaciones, los envíos al eco y la reverberación se hacían mediante “faders” en lugar de botones giratorios, para que fuese muy fácil ver dónde los habían fijado y pudiesen ser modificados con gran rapidez y precisión. Tenía una serie de características menores únicas, como las entradas dedicadas para los efectos de sonido Revox, así como salidas y entradas para un reproductor de casete, con sus correspondientes ecualizaciones. Parece muy primitiva para los estándares actuales, pero hizo su trabajo muy fielmente.




Norman Hall y Russel Pope, delante de la MIDAS DA-01, en la época de “Breakfast in America”.


Había 36 canales de entrada, todos mono. Yo disponía de las entradas auxiliares adicionales en la consola en la parte superior derecha, que eran pocas, pues no tenía necesidad de muchas más. En esa época, 36 canales parecían demasiados y la mesa ya era un monstruo gigantesco en sí misma.

La batería quedaba en los canales más alejados de la izquierda. Los platillos en primer lugar. A continuación los “toms”, los timbales latinos, la caja, el bombo y el bajo, en este orden. Esto podía parecer extraño para la mayoría de la gente, pero eso suponía que podría alcanzar fácilmente los canales de los instrumentos fundamentales sin moverme, con los “toms” en los subgrupos 1 y 2 para los grandes "breaks" de la batería.

Inmediatamente después de la batería y el bajo, se conectaban en los canales de la consola, de izquierda a derecha y tal como se veían los instrumentos en el escenario, el órgano Hammond, el “moog”, el clavicordio, el piano Wurlitzer y el piano de cola. Puse las voces en el medio y, en la parte derecha, la guitarra acústica de Roger, la eléctrica, el saxo y los teclados para las cuerdas, etc. Esto significaba que no había que pensar dónde estaba cada cosa. Todo estaba según su colocación en el escenario. Eso me permitía controlar dos voces y dos instrumentos con cada mano, y así podía ajustar los niveles con el mínimo esfuerzo y siempre en equilibrio con la música.

Esta idea la trasladamos al diseño de la mesa, usando los “faders” pequeños para dos de los cuatro envíos de efecto de eco y reverberación de los que disponíamos. Era evidente que todo quedaba controlado con una mirada. De ese modo era posible hacer la mezcla más precisa y mucho más consistente.

La mesa disponía de 8 grupos, que se seleccionaban mediante el pequeño botón en la parte superior de cada canal. Siempre me he preguntado por qué los fabricantes de la consola no utilizan este sistema siempre, ya que ahorra mucho espacio y da una visión muy clara de lo que está pasando en cada caso. Que sea un sistema caro creo que es, probablemente, la respuesta a la pregunta.

En realidad, se trataba de un diseño muy sencillo. Yo necesitaba algo que hiciera una única cosa pero muy bien, así que no necesitaba montones de opciones diferentes. Elegí cuatro puntos fijos de ecualización en cuatro bandas en lugar de utilizar una ecualización paramétrica por la misma razón. Con esos cuatro puntos fijos en cada banda, era mucho más sencillo y simplificaba mucho el repetitivo trabajo de ecualizar. Esa misma idea de puntos fijos se aplicó a los controles de entrada, que eran enormes, de la más alta calidad y con unos 20 pasos graduales. Una vez más, la calidad y la facilidad de un trabajo repetitivo.


En fin. Esta es la interesante historia de uno de los elementos menos conocidos, pero también más importantes, responsables de la calidad del sonido de Supertramp. El extraordinario equipo formado por Russel Pope y Norman Hall y su instrumento: la mesa de mezclas MIDAS DA-01.




Norman Hall, frente a la MIDAS DA-01, durante los preparativos de una actuación de Supertramp.